Por Fernando Cibeira
Desubicado
como radical en La Rioja, podría ser un refrán un poco obvio que dejaría como
herencia la década menemista. No obstante, el candidato presidencial de la Alianza,
Fernando de la Rúa, llegó ayer a la tarde al aeropuerto que más asiduamente recorre el
Tango 01, decidido a ponerle el pecho a las balas. Esto no significa nacionalizar la
elección, sino compartir el esfuerzo que hacen nuestros candidatos, explicó De la
Rúa apenas llegó a La Rioja y luego de saludar uno por uno a los simpatizantes que lo
esperaban. Justo ayer, el diario local publicó una encuesta que ubicó al candidato a
gobernador de la coalición, José Luis Bellia, nada menos que 37 puntos debajo del
justicialista Angel Didi Maza que menemista al fin busca su
reelección. Si se confirma esa tendencia, sería uno de los tragos amargos que la Alianza
deberá digerir en la jornada electoral del domingo, que se les presenta bastante
oscura.Desde el aeropuerto, De la Rúa encabezó una caravana hasta el centro de la ciudad
que desembocó en la plaza céntrica, la misma en la que Menem viene a celebrar el
Tinkunaco cada fin de año. Por la noche, el candidato aliancista habló en un acto, sobre
un escenario montado a la vuelta, en la calle Rivadavia. En sus declaraciones, De la Rúa
debió mantener un delicado equilibrio para explicar cómo podría beneficiarse la
provincia con un gobierno de la Alianza luego de haber recibido según el cálculo
que hacen los radicales riojanos mil millones de pesos de ayuda durante la gestión
de Menem. La Nación debe seguir asistiendo a La Rioja, no se puede dejar
desamparada a la provincia, anticipó. Pero hizo una salvedad: Ha recibido
mucho, pero la cuestión es que se invierta bien. Otro tema que lo obligó a la
gambeta fue el del polémico Canal Federal, que tanto desvela al Presidente. Me
parece una obra atractiva que se quiera traer agua, pero he oído el reclamo de otras
provincias. Siempre las cosas tienen que hacerse por el bien de todos y no para el mal de
ninguno, como decía el Martín Fierro, agregó. El candidato aprovechó para mandar
un saludo a los catamarqueños y para invocar la bendición de la Virgen del Valle, en
caso de llegar a presidente. Los palos para Menem los reservó para el entredicho con
Paraguay por la extradición de Lino Oviedo (ver páginas 4 y 5). Como sucede en muchas
provincias, De la Rúa registra en La Rioja una intención de voto más alta que la de los
candidatos locales. No hay encuestas recientes, pero los datos que tienen en el comando de
campaña aliancista dan a De la Rúa apenas un escaloncito por debajo de Eduardo Duhalde.
A propósito del candidato presidencial del PJ, su rostro no se ve en ningún afiche de
los muchos que pegó el peronismo. En cambio, Menem aparece en uno abrazando a su sobrino
Adrián hijo del senador Eduardo Menem que se postula como primer candidato a
diputado.En la Alianza sostenían que el sondeo difundido ayer además de viejo era
miserable. Venimos levantando, explicaba el senador Raúl Galván,
mientras esperaba que se hiciera la hora del acto en el lobby del hotel Plaza, a donde De
la Rúa pasó para descansar y cambiarse. Los radicales tienen alguna esperanza de que el
domingo puedan quedarse con alguna intendencia y tal vez conseguir colocar
otro diputado nacional, para lo que necesitan sacar no menos del 30 por ciento. Los
números son contundentes en su contra. Los tres diputados que renuevan mandato son
justicialistas. Igual que los 18 intendentes riojanos y 30 de los 32 legisladores que
componen la Legislatura local. Tan grande es la hegemonía peronista que el chiste
obligado de los riojanos era preguntarse si iban para el acto. Sí, voy a ir hablar
con De la Rúa, a ver si me confirma en el puesto, respondía un morocho en la
escalera de la gobernación. |