Por Cledis Candelaresi
A
menos de cincuenta días de abandonar la función pública, y con el ánimo aún escaldado
por la tragedia aérea de LAPA, el secretario de Transportes, Armando Canosa, decidió
jugar fuerte con una propuesta para unir la Capital con Ezeiza con un tren. Ayer, anunció
que el Gobierno convocará a un concurso de ideas para elegir la mejor traza, proyecto que
refuerza el de trasladar el Aeroparque Metropolitano a la periferia del Ministro
Pistarini, subsumiéndolos en una única estación aérea. La iniciativa ya generó
contraposición de criterios en el seno de Economía, ministerio sobre el que Siemens,
Roggio y la francesa DH Consult hacen lobby con alternativas diferentes.Canosa decidió
ayer desafiar todas esas contradicciones con el anuncio de que a fines de setiembre
estarán listos los pliegos para el concurso. Ciento veinte días después mes y
medio luego de las elecciones, los interesados deberían acercar sus propuestas
sobre cómo llegar a Ezeiza sobre vías y, en una última etapa, aclarar a qué costo para
el usuario, ya que la tarifa será libre.El grupo económico que resulte elegido debería
concretar la obra en tres años, supuestamente por cuenta y riesgo, y con la perspectiva
de recuperar la inversión a través de los boletos. El emprendimiento no tendría costo
alguno para el Estado que, por el contrario, podría cobrar algún canon. Canosa fue aún
más allá, y se arriesgó a conjeturar que la mejor frecuencia de este tren no superaría
los 12 minutos.Pero todos estos aspectos están directamente ligados con la traza, que
sólo quedará definida después del anunciado concurso. Sin embargo, Canosa ayer sugirió
escuetamente algunos posibles recorridos. El futuro tendido podría diseñarse utilizando
el subte E y la traza de la autopista a Ezeiza; podría ir contigua al río Matanza o,
finalmente, utilizar las vías del Roca. Lo que el secretario omitió es que cada una de
esas alternativas es impulsada por una empresa diferente, con distinto eco en el seno
oficial.u Una propuesta es la que planteó Siemens y sobre la que hace meses Economía
llegó a redactar un proyecto de decreto para que el Poder Ejecutivo la declare de
interés nacional. Si esta norma hubiera prosperado, hoy el Gobierno debería licitar
sobre la base de esta iniciativa privada.La idea consistía en tender vías
nuevas desde Retiro hasta Ezeiza, con parada en el puente La Noria. Según un estudio de
demanda extraoficial, que hizo la Comisión Nacional Reguladora de Transporte a pedido de
los técnicos de Canosa, la gran cantidad de pasajeros hasta ese puente hubiera permitido
recuperar la inversión en tiempo razonable.Los funcionarios que avalaron esta opción
aseguran que la cantidad de expropiaciones requeridas era mínima y que el verdadero
interés de Siemens era proveer equipos ferroviarios, más que desarrollar el proyecto.u
Cuando estaba todo casi listo para licitar sobre esta base, Benito Roggio arremetió con
otra propuesta, que consistiría en unir el subte E con un tren de superficie, que
correría al costado de la autopista que lleva a Ezeiza. El proyecto del concesionario de
los subtes porteños se redondearía dentro de siete años, cuando la E llegue
directamente a Retiro y no al microcentro, como en la actualidad. Para seducir al
Gobierno, la constructora cordobesa utilizó dos argumentos. Uno, que ofrecería servicios
regulares y diferenciales, naturalmente con distinto precio. Otro, que el costo total de
la obra sería menor, porque utilizarían los subterráneos para sacar a los viajeros de
la Capital.u Al igual que Siemens, DH Consult llegó a presentar su propia iniciativa, que
proponía aprovechar las vías del ferrocarril Roca para cubrir parte del tramo a Ezeiza.
La firma gala tiene buena relación con Trenes Metropolitanos, consorcio que opera esa
línea y que, quizá, podría habersesumado al negocio. Pero su propuesta tuvo algunos
vicios formales, que la hubieran hecho inviable. Transporte nunca encontró el momento
político para avanzar con esta idea, a pesar de haberla trabajado y discutido hasta el
cansancio. Mientras Carlos Menem insistía con la aeroísla, sus funcionarios se sentían
inhibidos de impulsar el tren a Ezeiza, aunque el propio Organo Regulador del Sistema
Nacional de Aeropuertos respaldó públicamente la aventura.Ezeiza moviliza 6 millones de
pasajeros anuales y Aeroparque 8 millones. Por lo tanto, el proyecto es mucho más
sustentable con el traslado de Jorge Newbery a Ezeiza y bastante más frágil si esa
fusión no se concretara.En marzo, Canosa estuvo a punto de realizar el llamado a concurso
que anunció ayer. Pero técnicos de su equipo lo hicieron desistir con el argumento de
que no daban los tiempos políticos: nada podría estar resuelto antes de las elecciones
y, previsiblemente, el futuro gobierno sostendrá su propia idea. Puede revisar todo
lo actuado hasta el momento de firmar el contrato, intentó tranquilizar ayer el
secretario. |