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24.gif (12690 bytes) Raros santos de Ruggeri:liquidan a los católicos

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Estévez escapa a la marca de Ponce.
Gran noche del delantero de San Lorenzo.


Por Ariel Greco

t.gif (862 bytes) San Lorenzo se acomodó otra vez en la Zona 3 de la Mercosur. Ahora tiene seis puntos como Boca y San Pablo –que juegan hoy entre sí– con un partido más. Y le falta jugar con ellos. La Católica, con esta derrota y sólo tres puntos, está prácticamente afuera. Anoche, con muchos suplentes de ambos lados y un clima de entrecasa por la poca gente, jugaron un partido light, liviano de marcas, con pocas infracciones. Mucho mejor San Lorenzo, que no pareció sufrir que tenía un mediocampo enteramente “nuevo”, que disfrutó de un Estévez incisivo y de un Romeo que ratificó su buen momento aguantando todas las pelotas y definiendo cuando le tocó. La Católica, a todo esto, sin Tapia ni Lepe ni Gorosito ni Carracedo y con Rozental en el banco medio partido, fue inofensivo: toqueteo en el medio y nada más. Así, el 2-0 con que terminó el primer tiempo fue justo. Los goles fueron muy bonitos. En el primero, un rechazo hacia el medio de una defensa apurada ante un centro desde la izquierda fue recogido en forma notable por Pusineri –primer partido como titular– con un zurdazo justo desde más de veinte metros. En el segundo se asociaron los que anduvieron bien: Estévez con Morel, centro, peinada del ex Argentinos Moreno –debut absoluto– y palomita de Romeo que, en su tercer cabezazo al gol del primer tiempo, la embocó. Con esa cómoda ventaja se fueron al descanso. Quiso revertir la Católica en el comienzo del segundo pero le duró menos de diez minutos. Rozental se movió bien, consiguió un tiro libre que Figueroa estrelló en el poste derecho de Campagnuolo y enseguida Estévez -la figura de la cancha junto a Romeo– los congeló de contra: 3-0 y se acabó el partido. Lo demás fue de trámite, ya que San Lorenzo reguló, metió todos los cambios y terminó con una nueva contra esta vez con la fórmula inversa a la del tercero. Ahora fue Estévez el que se la llevó hasta el fondo, centro atrás y Romeo que la para, hace pasar a uno, y define con jerarquía. Golazo. Una noche perfecta para el Ciclón.

 

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