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Por Felipe Yapur En el principio fue químico y militante del Partido Comunista hasta que descubrió la Juventud Peronista. Durante la dictadura, Jorge Telerman buscó el exilio francés y con el retorno de la democracia se transformó -casi sin quererlo en periodista hasta que retomó el camino de la política. Fue vocero de Antonio Cafiero, Guido Di Tella, César Gaviria en la OEA y Eduardo Duhalde. Apadrinado por Julio Bárbaro llegó hasta el candidato del PJ, por quien debió resignar su cargo de embajador argentino en La Habana, Cuba. Fue así que el fin del milenio, pero fundamentalmente la militancia como asegura, lo acaba de depositar en una candidatura a diputado nacional por el partido PAIS. Sin embargo, jura que su boleta es duhaldismo químicamente puro y porteño: Somos los verdaderos representantes del proyecto político y social de Duhalde en la ciudad de Buenos Aires, dijo a Página/12 con tono de político en campaña y diferenciándose de las otras seis listas que apoyan la fórmula presidencial del PJ.Como en los últimos tiempos de embajador en la isla caribeña, Telerman hoy cumple dos roles pero no por mucho tiempo más. Continuará ejerciendo el papel de vocero de Duhalde mientras se lo permita su candidatura por el partido que fundó José Octavio Bordón. Dice que su campaña se realizará a pulmón porque no tenemos ni un peso hasta que sus amigos orteguistas le acondicionen unas oficinas en el edificio que Ramón Ortega tiene en Hipólito Yrigoyen al 1800. Es por ello que recibe a la prensa y organiza su agenda en el restaurante y sala de espectáculos La Trastienda, que comparte con su socio y amigo Oscar Feito en el barrio de San Telmo. Pero su contacto con los periodistas cambió, ya no habla con la soltura y la tranquilidad de los acostumbrados off the record. Lo que no modificó es su cuidado look fashion. El hecho de que la fórmula Duhalde-Ortega se encuentre en más de una boleta, ¿representa un descontento con la lista oficial del PJ o temen que como dicen las encuestas no hará un buen papel en las elecciones?No. No es así. Lo que se pretende con esta variedad de partidos que apoyan la candidatura de Duhalde es simplemente ampliar la oferta electoral del justicialismo. Obviamente que nosotros representamos al verdadero pensamiento de Eduardo Duhalde que impulsa una mayor presencia del Estado. Esto es nada más y nada menos que la puesta en práctica de la concertación que convocó nuestro candidato y que pretende que el Estado no quede al margen de lo que necesita la sociedad. Esta es la diferencia con la Presidencia de Menem, que piensa que la fuerza del mercado resuelve los problemas y donde consideran que el Estado no debe contar. Entonces, más allá del acercamiento entre Menem y Duhalde las diferencias se mantienen.Duhalde y Menem tienen y tendrán diferencias que no tienen que ver exclusivamente con la obtención del poder. Tienen que ver con la concepción que Duhalde, que es el caso que nos compete, tiene respecto del Estado y las políticas que éste debe desarrollar en las áreas de la salud y la promoción social. Pero afortunadamente la totalidad del justicialismo se encolumnó detrás del candidato y estamos trabajando para la victoria. ¿Confían en Menem y en Miguel Angel Toma, quien es uno de sus representantes en la Capital?(Sonríe.) Bueno, hubo una demora más de lo conveniente en manifestar el apoyo al candidato del justicialismo. Hoy, afortunadamente, se dieron cuenta de que estaban jugando con fuego. Pero de todas formas no es malo pelearse. En un partido democrático es un síntoma de madurez. Pero Toma tiene todo el aparato del partido y, como se desprende de sus declaraciones, ustedes tienen más ganas que estructura para competir en los próximos comicios.En la política actual el aparato pesa mucho menos de lo que la gente cree. Esto lo demuestra la poca participación de los porteños en la vida política. Entonces, cuanto menos participación popular hay los aparatospartidarios se cierran y, a su vez, debilitan la presencia de la militancia. Esto es un círculo vicioso y nosotros buscamos romper ese círculo perverso con militancia, recorriendo los barrios en los próximos 45 días y así convencer e incorporar a la gente en un proyecto político de participación popular como lo es el que representa Duhalde. ¿Cómo se puede pensar en incorporar a la gente en un proyecto político con una lista que se arma 45 días antes de las elecciones?Pero la gente que la integra tiene años de militancia. No es gente que se acerca recién a la política sino que tienen muchos años de experiencia. Este es el caso de Andrés Framini, quien en los sesenta fue proscripto a pesar de haber triunfado en las elecciones, fue partícipe de la resistencia peronista y ahora se incorpora para brindar toda su sapiencia. Por eso nuestro proyecto no se acaba en los que integramos la lista, también esperamos contar con el apoyo, por ejemplo, de Pacho ODonnell o de Gustavo Beliz. Esperan o están conversando con ellos.(Vuelve a sonreír.) Esperamos. Pero además de Framini está Irma Roy. ¿Eso no representa, además de una imposición de Duhalde, una ruptura con el perfil de los otros candidatos de la lista?Bueno, Irma es una mujer de mucha militancia y con una trayectoria importante. Como diputada hizo mucho por la cultura, por el teatro. ¿Para ganar Duhalde necesita de ustedes?Duhalde ganará porque el modelo que implementará es el que necesita el país. Es un modelo donde el Estado tiene un rol fundamental y un papel fuerte que buscará generar la reactivación de las políticas sociales y de la economía.
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