Por Irina Hauser y Raúl Kollmann Las desconfianzas llegaron
ayer a su punto máximo dentro de la Corte Suprema, a raíz del falso comunicado emitido
el martes sobre el cierre de la causa por el atentado contra la Embajada. La desconfianza
se produce entre los miembros del tribunal, ya que unos sospechan de otros, al punto tal
de que se barajó la idea de aplicar el sistema Excalibur para determinar de dónde salió
el texto trucho. La realidad es que transcurridas 24 horas de la falsificación, todo
indica que la maniobra se hizo en Tribunales y en el marco de la Corte. La agencia
Infosic, por ejemplo, recibió el comunicado falso en un sobre, entregado por una cadeta,
pero lo más llamativo es que dentro de ese sobre venía otro comunicado, éste sí
auténtico, referido a la huelga del personal judicial. Significa que el texto verdadero y
el texto falso (reproducidos en esta página) tuvieron el mismo origen.Tal vez lo más
llamativo del comunicado apócrifo es que representa perfectamente los argumentos de un
sector de la Corte: la causa debe cerrarse, prácticamente no hubo conexión local porque
los terroristas vinieron de afuera e hicieron casi todo y, como conclusión, el atentado
está esclarecido. En el texto se hace una enumeración bastante detallada de las escasas
pruebas que constan en el expediente y que están esbozadas con alguna precisión. En
rigor, el comunicado falso se parece notoriamente a un proyecto de fallo que la semana
pasada circuló entre los ministros del máximo tribunal. Otra similitud llamativa es la
que se evidencia entre el comunicado falso y el discurso realizado el lunes por el
embajador argentino en Washington, Diego Guelar. El diplomático convocó a los medios
para decirles que el caso de la Embajada está resuelto y esclarecido.El
director de Infosic, Hilario Mollar, le hizo a Página/12 un relato asombroso sobre la
forma en la que esa agencia recibió el comunicado trucho. A las 13.48 entró un fax
con el fallo. En la parte de arriba, donde habitualmente figura el teléfono del que
envía, no decía nada. Apenas el número cero. Minutos más tarde llegó una cadeta con
un sobre en el que había dos comunicados: el mismo que vino por fax y otro titulado La
Corte Suprema de Justicia cumplirá con su deber de asegurar las funciones judiciales. El
texto estaba referido al paro de los trabajadores judiciales. El envío de documentos de
la Corte a través de cadetes es habitual, pero me llamó la atención el comunicado sobre
la Embajada. Por eso, antes de mandar un cable, chequeamos en la misma Corte. Uno de los
comunicados era verdadero y el otro falso. Es evidente que los dos venían de Tribunales y
el que hizo la falsificación no es ningún improvisado.El caso provocó ayer
verdadera conmoción entre los ministros, al punto que se reclamó la aplicación del
sistema Excalibur para determinar el origen de la maniobra. En voz baja, todos están
seguros que la maniobra se pergeñó en el mismo edificio de Tribunales.
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