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Por Cledis Candelaresi Concertación. Por la estabilidad, por la producción, por más trabajo, rezaba el cartel ubicado ayer a espaldas de los siete diputados oficialistas que intentaron probar en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso su cohesión en torno de la iniciativa económica de Eduardo Duhalde. Claro que ninguno de los presidentes de las comisiones por las que transitará esa iniciativa se animaría a confesar en público que el shock productivo duhaldista obligaría al Gobierno a achicar gastos por 3500 millones de pesos adicionales a los pautados hasta ahora, ajuste que debería aplicar el próximo gobierno. Peor es dejar todo como está, argumentan los justicialistas, señalando la planilla de recaudación: en lo que va del año, los ingresos por IVA cayeron 1562 millones de pesos en relación con 1998.Quizás como parte del juego de chicanas políticas, la Alianza ahora dice que estaría dispuesta a debatir el proyecto de ley, que el justicialismo amaga llevar al recinto a principios de octubre, supuestamente, para facilitar una votación antes de las elecciones presidenciales. Por supuesto que vamos a dar el debate. ¿Por qué no lo haríamos?, comentó ayer el frepasista Carlos Alvarez a este diario. El radical Federico Storani sugería algo similar.Humberto Roggero, titular de la bancada oficialista, fue el único orador de la múltiple conferencia de prensa parlamentaria a la que también asistieron Emilio Martínez Garbino, Rodolfo Gabrielli y Alfredo Atanasof, entre otros. Naturalmente, a la cita no faltó Jorge Remes Lenicov, candidato a ministro de Economía de Duhalde, y activo redactor del proyecto. Pero a pesar de su protagonismo, optó por volver presto a ocupar su banca en la sesión sin formular declaraciones, después de que los flashes registraran al puñado de diputados sentados codo a codo.Para los legisladores del PJ, apoyar esta iniciativa es un sacrificio necesario para salvar su fórmula, que se derrumba aceleradamente en las encuestas. La apuesta de bajar impuestos en un momento de crisis fiscal es muy osada, especialmente, si se atiende a los cálculos que ayer hacía ante Página/12 un oficialista: si el proyecto se convirtiera en ley, durante el primer año el bache fiscal se agrandaría en 3500 millones de pesos.Como la Ley de Convertibilidad Fiscal impide sostener ese desfasaje, el único camino sería que el Estado reduzca gastos por ese monto. Semejante esfuerzo debería ser compartido entre Nación y provincias, lo que hace al proyecto menos digerible para los partidos provinciales y para muchos hombres del propio justicialismo. Mientras la Nación nos garantice que vamos a seguir recibiendo los 720 millones de pesos por mes de fondos coparticipados que prevé el Pacto Fiscal, está todo bien, opinaba ayer el salteño Marcelo López Arias, vicepresidente de la Cámara, y resorte del gobernador Juan Carlos Romero en el Parlamento. Los diputados justicialistas aparecen encolumnados tras una iniciativa que, incluso, echaría por tierra otras que elevó el Poder Ejecutivo, como la de eliminar el impuesto al gasoil para el campo y el transporte, o la de coparticipación que estudia Jefatura de Gabinete.A Roque (Fernández) no le gusta porque él piensa si se pierde o no recaudación. Pero si (Carlos) Menem pudiera, la aplicaría ya. Es una propuesta audaz porque fue impulsada por políticos, no por economistas, conjeturaba ayer Oscar Lamberto, el justicialista que preside la estratégica Comisión de Presupuesto y Hacienda y, curiosamente, ausente del escenario montado en Pasos Perdidos.Nuestra intención no es armar una campañita electoral. Queremos avanzar en el debate en serio de una alternativa, proclamaba ayer Roggero, quien celebró el supuesto viraje del radicalismo, ahora más dispuesto a dar el debate. Sin embargo, la presunta apertura que ayer sugerían los legisladores de la oposición contrastaba con las duras críticas contra el proyecto lanzadas por José Luis Machinea. Entre otros cuestionamientos, el referente de la Alianza aseguró que una hipotética ley Duhalde sería inmediatamente vetada por Menem. Cuando debatimos la de Convertibilidad, Machinea también aseguraba que la estabilidad cambiaria no duraría más de tres meses, replica Lamberto.
SE COMPROMETIO A FIRMAR LOS AVALES PARA LA
OBRA Desde La Rioja, adonde viajó para inaugurar una obra destinada a proveer agua a una zona desértica de 600 hectáreas, Carlos Menem insistió ayer en que el Canal Federal se hará sí o sí. Casi al mismo tiempo, el viceministro de Economía, Pablo Guidotti, confirmaba que Roque Fernández firmará el decreto que otorga avales en favor de las empresas que se adjudicaron la realización del emprendimiento. De ese modo, parece que el jefe de Estado podrá cumplir su obsesión de que arranquen bajo su mandato los trabajos para llevar agua a las áridas tierras de su provincia natal y Catamarca. Uno de los que atacó el Canal Federal, oponiéndose sin saber por qué, pero que ayer aquí dijo que estaba de acuerdo con el proyecto, es Fernando de la Rúa, puntualizó Menem, quien acuso al candidato aliancista de tener doble discurso. Es la misma mentira constante y permanente que nos llevó a una situación de desastre en 1989, sostuvo el Presidente. En el acto de inauguración de la obra que permitirá contar con agua para riego en Arauco, en La Rioja, Menem enfatizó que estaba dando una lección a todos aquellos que, lejos de nuestros poblados, opinan sin conocer la zona. Por su parte, Guidotti dijo ayer que Roque firmará el decreto que concede los avales a las empresas encargadas de construir el Canal Federal. Hasta ahora, la negativa del ministro a suscribir ese decreto impidió que se comience con los trabajos. Hace tres semanas, esa actitud desató una crisis en el Gobierno, pero finalmente el ministro se avino a cumplir con la orden presidencial. De todos modos, Guidotti señaló que su jefe firmará cuando los departamentos jurídicos de Economía y de la Secretaría de Recursos Humanos terminen de ajustar el tema legal. El ministro ya dijo que está a favor de la obra, pero yo nunca opiné sobre ella, porque no corresponde que lo haga, comentó Guidotti, quien, en rigor, se opone al proyecto. Es probable que Roque firme hoy el decreto, para satisfacción del Presidente.
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