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Frente a las derivaciones que tuvo ayer la crisis diplomática con Paraguay, la discusión no podía sino instalarse fronteras adentro entre el oficialismo y la oposición. El senador Eduardo Menem calificó como irresponsables a los dirigentes de la Alianza por hacer campaña con el caso de Lino Oviedo y lo mismo hizo la diputada duhaldista Marta Aráoz, quien a la vez presentó en la Cámara baja un proyecto de repudio a las declaraciones del legislador paraguayo Luis Mauro sobre las vinculaciones entre el presidente Carlos Menem y el ex general paraguayo. El Gobierno es responsable de haber resuelto mal un pedido de extradición de Paraguay, replicó el propio candidato presidencial de la Alianza, Fernando de la Rúa. No se puede hacer campaña política de todos los temas. Cuando se trata de política internacional, hay que ser muy cauto muy prudente y hay que manejarse institucionalmente, se quejó el senador Menem sobre la reacción de radicales y frepasistas ante la decisión del Gobierno de concederle asilo a Oviedo y la negativa de entregarlo a la Justicia paraguaya. Fue un acto de irresponsabilidad de los dirigentes de la Alianza, que no pierden oportunidad de llevar agua para su molino a raíz de estas situaciones que hay que resolverlas con grandeza de miras, agregó. Menem también reprochó el apresuramiento en algunas apreciaciones que hicieron algunos dirigentes paraguayos, no de manera institucional, sino a título individual. Hubo cierta hipocresía en algunos dirigentes de ese país, que públicamente pedían que Oviedo sea extraditado y por abajo decían que no les convenía porque iban a tener problemas internos. Hablaba, claro está, de las declaraciones de Mauro sobre las vinculaciones entre su hermano y Oviedo. Aunque Menem no lo aclaró, lo que irritó a los peronistas fue que Carlos Chacho Alvarez alimentara las sospechas que dejó flotando Mauro. Si Chacho tiene pruebas debería llevarlas a la Justicia, opinó Aráoz, quien a pesar de ser duhaldista su esposo, Julio César Aráoz, es el jefe de campaña de Eduardo Duhalde salió en defensa del Presidente y reprobó la utilización electoral del caso Oviedo por parte de la Alianza. Aráoz presentó en Diputados un proyecto de repudio a las declaraciones de Mauro. Los legisladores paraguayos, con sus declaraciones, han agraviado seriamente nuestras instituciones democráticas. Si bien ellos tienen todo el derecho a opinar acerca de la situación de Oviedo, esto no les da permiso para juzgar públicamente la conducta de nuestro Presidente y de definir que el nuestro no es un país democrático, explicó. Más cautela exhibió el propio Duhalde: sostuvo que con la concesión del asilo a Oviedo nos metimos en un lío en el que no tendríamos que habernos metido y dijo coincidir con lo mismo que plantea en este caso De la Rúa: es un tema que hay que pasárselo a la Justicia. El candidato aliancista sostuvo, por cierto, que no se puede dejar frenada a la Justicia en un trámite de extradición y hacerlo significa un acto de impunidad, pero no ahorró en críticas hacia Menem. De la Rúa responsabilizó al Gobierno por la crisis diplomática planteada con Paraguay y dijo desconocer las declaraciones agraviantes contra la investidura presidencial que invocó Menem para suspender su reunión con el presidente de ese país, Luis González Macchi (ver página 4), aunque aseguró que de ser ciertas saldrá en defensa del respeto a la dignidad presidencial.
SANTA CRUZ Y CHUBUT NO RECIBIRAN AL PARAGUAYO Si bien
el traslado de Lino Oviedo al sur del país quedó congelado a raíz de la crisis
diplomática planteada entre Argentina y Paraguay, varias provincias patagónicas abrieron
ayer el paraguas y salieron a aclarar que no quieren al ex general golpista paraguayo en
su territorio. Pareciera que nos siguen tomando como la tierra del castigo, se
quejó el gobernador radical de Chubut, Carlos Maestro, mientras que la Legislatura de
Santa Cruz aprobó en forma unánime una declaración en contra del posible confinamiento
de Oviedo dentro de sus fronteras.
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