Por Fernando Almirón
Desde La Rioja
¿Ahora
vienen?, pero no hermano, las elecciones ya fueron. Los dirigentes del justicialismo
riojano no dudan en asegurar que la verdaderas elecciones provinciales ya pasaron. El 11
de abril, cuando se disputaron las internas del PJ: Porque todos sabíamos que de
ahí saldría el próximo gobernador, entonces sí que había plata. En cierta
medida el actual clima electoral que viven los riojanos que este domingo irán a
elecciones provinciales es apenas una sombra de la intensa campaña que debió
soportar la provincia en las internas que ganó el actual gobernador Angel Maza, quien
ahora va por la reelección, una obsesión para los hombres nacidos en este árido
territorio en el que pocas cosas crecen y se multiplican como sucede con los dirigentes
políticos y los ciclomotores. El domingo La Rioja elegirá nuevo gobernador, diputados
nacionales, diputados provinciales e intendentes. Se calcula que para esta elección
se debe haber gastado la cuarta parte del derroche publicitario que pusimos para las
internas en la que se sorteaban autos y casas en los actos partidarios, que después se
convertían en bailantas, confió un avezado conocedor del manejo político
provincial. De todos modos Dios estuvo en el acto de cierre del PJ, agregó el
mismo dirigente al referirse a la presencia de Carlos Menem en el cierre de la campaña de
Angel Maza mientras esquivó una pequeña moto que casi lo atropella.En la Alianza, que
lleva como candidato a gobernador a José Luis Bellia, todavía creen que un milagro es
posible, y el domingo esperan revertir más de treinta años de predominio justicialista
en la casa de gobierno de La Rioja. Los dirigentes que por primera vez compiten en esta
provincia bajo el sello aliancista difundieron ayer una encuesta según la cual los
candidatos a intendente de la capital riojana y a diputados provinciales estarían
aventajando a la sólida estructura del PJ por menos de dos puntos. En el oficialismo no
ahorran gestos socarrones cuando se los consulta sobre la novedad: Es cierto que al
formarse la Alianza en la provincia el radicalismo creció bastante, pero no tanto como
para que le prestemos atención, aseguró un vocero de Maza mientras acariciaba el
lustroso casco motoquero que tenía sobre su escritorio. Vamos a ganar y el lunes
somos la noticia del día, respondió seguro y casi a los gritos cuando se
filtró por la ventana el sonido del caño de escape de una motocicleta el candidato
aliancista Bellia ignorando la encuesta que hace veinte días realizó la consultora de
Julio Aurelio, en la que le otorgaba al justicialista Maza 37 puntos de ventaja.Sin
embargo oficialistas y opositores se muestran susceptibles con los periodistas porteños.
A ninguno de ellos les gusta que se refieran a La Rioja como una provincia privilegiada
por los aportes extras que les giró durante una década el gobierno nacional. Y dicen que
en realidad, esos giros extraordinarios son para compensar el punto que perdieron en el
reparto de la coparticipación federal. Sin embargo las cuentas no cierran. La provincia
recibe unos 18 millones coparticipables, y gasta 32 millones sólo en sueldos. El déficit
se equilibraría con una partida de 10 millones de dólares mensuales que Domingo Cavallo,
cuando era ministro de Economía, incluyó en el presupuesto nacional bajo el rubro
transferencia a las provincias en un plural muy singular ya que el beneficio
alcanzó durante años sólo a La Rioja. En realidad se trató de una ayudita para su
amigo y entonces pollo político, Angel Maza, quien llegó a la gobernación con los
colores del actual candidato presidencial, antes de que Maza le jurara fidelidad a Eduardo
Menem, su actual conductor. A esto habría que sumarle 8 millones mensuales en
compensación por el recorte de coparticipación y 98 millones que a lo largo de un año
llegaron a la caja provincial a través de losAportes del Tesoro Nacional que distribuyó
con conveniente discrecionalidad el Ministerio del Interior, rápido como una moto para
cumplir con los deseos presidenciales. Todavía quedan unos pocos volantes con el retrato
de los candidatos junto a los cordones de las veredas contra los que se suceden largas
hileras de motos, motonetas y ciclomotores, la nueva pasión de 85 mil riojanos que zumban
por la ciudad que ya no volverá a recuperar la tranquilidad. Menos ahora que ya no
estará Menem para rellenar con billetes frescos los baches de su economía. |