Por Fernando Cibeira Desde Resistencia, Chaco El título del ensayo podría
ser De cómo la provincia que nació con el nombre de Presidente Perón se
convirtió en la capital nacional de la Alianza. El hecho sucedería en la jornada
electoral de hoy si, como todo parece indicarlo, Chaco fuera el único distrito que les
aporte una alegría a Fernando de la Rúa y su gente. Para que el ensayo llegue a una
respuesta adecuada debería tener en cuenta una combinación de factores. Los más
importantes: la crisis dirigencial de un peronismo dominado durante años por caudillos a
la vieja usanza y la carismática aparición del radical Angel Rozas. Luego de cuatro
años de gestión y con las encuestas que le dan una intención de voto superior al 60 por
ciento, lo de Rozas ya no puede considerarse una casualidad. Tenemos al candidato
más peronista de la provincia, se enorgullece uno de sus operadores.
Aquí no hay una fuerte inclinación hacia mi partido, no es mayoritario,
aceptó Rozas ante Página/12 el viernes en su residencia, poco antes de salir apurado
hacia el interior de la provincia a uno de esos actos oficiales que los gobernadores
suelen reservarse para los días de veda electoral. Por obvias razones, para el análisis
Rozas no incluye el mérito de su figura y argumenta que el PJ subestimó a la
gente, sobre todo a la gente humilde. Pensaron que con la marchita y los símbolos los
tenían convencidos para siempre.
Con todo, la mirada de Rozas no incluye algunos de los intencionados guiños de su
campaña. Por ejemplo, que en sus afiches no se encuentra un escudito radical ni con lupa.
Y más aún. Que en algunos pueblos del interior, antes de que empiecen sus actos se pasa
la marcha peronista como si fuera lo más normal del mundo. Según el encuestador Enrique
Zuleta Puceiro quien trabaja en la provincia desde hace tiempo, el
discurso de Rozas tranquilamente podría ser peronista.
No le va mal. Su triunfo de hoy en primera vuelta está asegurado y el escenario para el
acto de festejo que encabezará junto a De la Rúa y Carlos Chacho Alvarez
está listo. Las expectativas están puestas en si los chaqueños aumentarán su poder con
más intendencias de las pocas que están en manos de la Alianza, incluyendo la de
Resistencia. Nuestro mérito fue que supimos meternos en la base peronista,
explicó Hugo Maldonado, jefe del bloque de legisladores de la Alianza.
Cuando Rozas ganó en el 95, el candidato del PJ era Florencio Tenev, quien había
hegemonizado el peronismo junto a Deolindo Bittel en el estilo caudillesco típico de
algunas provincias del norte. Los chaqueños ya los habían castigado en el 91,
cuando votaron a Acción Chaqueña, la fuerza del ex coronel José Ruiz Palacios. Pero el
triunfo de Rozas y la muerte de Bittel marcaron la llegada anticipada de una camada joven
de peronistas encabezada por una liga de intendentes que se fue desdibujando. Hoy, una
parte de ellos se encolumnó detrás de la candidatura de Jorge Capitanich, un joven
contador que armó una alianza junto a Acción Chaqueña, regalándole a Rozas la franja
de centroizquierda.
El problema ahora para los renovados peronistas es cómo desbancar al gobernador que les
supo birlar el electorado cautivo con una fórmula ganadora: obra pública y sueldos al
día. Además se preocupó en atender las necesidades de los más desclasados con un plan
de alfabetización y de vivienda. Chaco sufre unos records de terror: los más altos
índices de analfabetos, mortalidad infantil y necesidades básicas insatisfechas del
país.
Aunque últimamente los pases de partido a partido son cosas de todos los días, el estilo
Rozas provocó un número ascendente de saltos del PJ a la Alianza. Ya cerramos el
libro de pases, bromeó un operador delgobernador. Es que como el panorama pinta
para que el justicialismo pase una buena temporada lejos del poder, no son pocos los que
desconfían de las intenciones de los conversos. El último caso fue hace dos semanas. El
ex diputado nacional Claudio Mendoza anunció junto a Rozas que se iba del peronismo para
sumarse al Frepaso. Mendoza tuvo su cuarto de hora de fama cuando en el Congreso se opuso
a la privatización de YPF, pero lo más curioso es que es el cuñado de Capitanich.
Yo soy amigo de Carlos Menem y respeto a mi cuñado, pero como Rozas y muchos
peronistas creo en la libertad y en la justicia social, dijo Mendoza a Página/12.
Como para no desmentir a quienes lo ven como un peronista, los enemigos internos de Rozas
que ya los tiene lo acusan de los mismos males que habitualmente se le
endilgan al PJ. Lo acusan de personalista, mandón y autoritario. Los que quieran
crecer tienen que trabajar, dijo el candidato a un diario local. Yo me puedo
dar el lujo de decir Querido: cuando yo llevaba 30 puntos trabajaba 14 horas por
día, vos que llevás tres puntos estás acostado. Tengo una prepotencia de trabajo
muy fuerte y algunos creen que eso es soberbia. Durante toda la campaña, Rozas no
dejó de repetir que quiere llegar a presidente.
FINAL ABIERTO EN MISIONES CON DENUNCIAS DE
FRAUDE
Rodríguez Saá va por el record en San Luis
Además
de La Rioja y Chaco, hoy habrá elecciones en otras dos provincias, que se suman a una
serie de distritos en los que se convocó a comicios anticipados. En San Luis, el eterno
gobernador justicialista Adolfo Rodríguez Saá aparece como favorito para obtener su
quinto mandato al frente del Ejecutivo provincial. En Misiones las cosas están menos
claras: aunque el aspirante del PJ, Carlos Rovira figura primero por un leve margen, la
Alianza todavía guarda esperanzas de sorprender con un triunfo inesperado.
Si se confirman los pronósticos de los encuestadores, el puntano Rodríguez Saá
obtendrá un título inédito en la política argentina: el de ser el único dirigente al
frente de un Ejecutivo provincial por cinco mandatos consecutivos. El gobernador pudo
llegar a esta instancia porque la Constitución local, reformada en 1987, le permite su
reelección indefinida. Además del cargo mayor, los 220 mil puntanos elegirán hoy dos
diputados nacionales, cinco senadores, 21 legisladores provinciales y las autoridades de
39 municipios. Aunque la totalidad del PJ apoya a Rodríguez Saá para gobernador, el
oficialismo dividió sus esfuerzos en el resto de las postulaciones. El hermano del
gobernador, Alberto Rodríguez Saá, lidera una corriente que impulsa candidaturas
diferentes para diputados nacionales.
La Alianza lleva como candidato a Walter Ceballos, un diputado provincial que encabezó
varias denuncias contra la gestión justicialista. En el cierre de la campaña, Ceballos,
que estuvo acompañado por Carlos Chacho Alvarez y Federico Storani, apuntó
al levantamiento que sufrió el spot proselitista de la Alianza en los canales de la
televisión local y acusó directamente al gobernador de ejercer censura.
En Misiones, las 541.673 personas habilitadas para votar deberán definir, además del
próximo gobernador, cuatro diputados nacionales, 20 provinciales y los intendentes de 75
comunas. La ley de lemas permitió que se presentaran 542 sublemas, pero la pelea
principal se centra en los dos candidatos a gobernador. El postulante del PJ es el actual
intendente de Posadas, Carlos Rovira, aliado del actual mandatario Ramón Puerta, que se
presenta para diputado. La Alianza candidatea a Ricardo Cacho Barrios
Arrechea, un dirigente radical que en los últimos días contó con el respaldo de
Fernando de la Rúa, quien lo acompañó en el último tramo de la campaña.
Algunas encuestas señalaban una leve ventaja a favor del PJ, por lo que la cúpula
aliancista mantiene viva la esperanza de que Misiones se convierta en un triunfo similar
al que obtuvieron en San Juan. Quizás por este clima de comicio reñido, en los últimos
días la oposición denunció al oficialismo, al que acusó de entregar sin control
documentos de identidad a ciudadanos paraguayos para puedan emitir su voto.
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