Por Fernando Almirón
Desde La Rioja
El
arrollador triunfo del justicialismo en las elecciones provinciales del domingo no indica
que el PJ cuente con la misma convocatoria en las elecciones nacionales de octubre. Según
una encuesta del propio oficialismo, aquí el candidato de la Alianza, Fernando de la
Rúa, le pisa los talones a Eduardo Duhalde en la intención de voto presidencial. Los
riojanos no quieren a Duhalde y desconfían de él desde los tiempos en que se trenzaba en
duras internas con Carlos Menem, quien el domingo, a la hora de los festejos y al tanto de
la situación, llamó desde los balcones de la Casa de Gobierno provincial a apoyar la
fórmula del justicialismo sin recoger más que unos tibios aplausos. Las peleas internas
siguen y son también peleas de familia: la protagonizan el Presidente, su hermano y desde
el domingo uno de sus sobrinos.Angel Maza fue reelecto con el 67 por ciento de los votos,
mientras que el aliancista José Luis Bellia alcanzó casi el 28 por ciento, conservando
el caudal histórico del radicalismo. Algo similar ocurrió en la renovación de bancas en
la Legislatura y en la intendencia capitalina. Se podría afirmar que el electorado
riojano votó para que todo siga igual, ya el reparto del poder quedó tal como estaba
antes de las elecciones. Los cambios pasaron por las internas del PJ local que conduce con
mano férrea Eduardo Menem, quien una vez más dejó afuera de los cargos provinciales
más importantes a los hombres que representan a su hermano el Presidente. Sin embargo,
los propios dirigentes eduardistas aseguran que el justicialismo no habría
logrado aquí la elección que hizo sin el apoyo en la campaña de Carlos Menem, que
convocó a más de 20 mil personas en el acto de cierre del miércoles pasado con la
excusa de su despedida de la presidencia en la provincia. Es posible que de ahora en más,
ya alejado de la Casa Rosada, para entretener los meses que pasará en Anillaco, Menem le
dedique más tiempo en la interna que lo enfrenta con su hermano. Según fuentes cercanas
a su entorno personal, apenas deje la presidencia, Menem se quedará en Anillaco hasta
marzo o abril, y después iniciará una gira de conferencias que ya le estaría
organizando un grupo de contactos internacionales coordinado por Alberto Kohan. Sin
embargo, la preocupación del presidente Menem, quien encabezó los festejos del
oficialismo riojano, avanzó por ahora hasta las elecciones de octubre. El domingo, en su
discurso ante un pequeña multitud convocada frente a la sede de gobierno provincial,
resaltó una y otra vez la identidad peronista del pueblo de La Rioja, e instó a su
pueblo a apoyar la fórmula Duhalde-Ortega en la elecciones de octubre. Ocurre que, según
una encuesta a cargo de la consultora Julio Aurelio, que se realizó a principios de
agosto en la provincia, De la Rúa le estaría considerando el territorio de que se
trata pisando los talones al bonaerense. Concretamente la muestra le otorga un 52,4
por ciento de intención de voto para Duhalde y un 37,1 para De la Rúa. Adrián Menem,
quien le negó un reportaje a Página/12 por recomendación de su padre, hizo una
excelente elección. La lista a diputados nacionales que encabezaba obtuvo siete puntos
más que los que logró el PJ en octubre de 1997 (57 contra 64 por ciento). En La Rioja
todos destacan que su padre no escatimó fondos para instalar la imagen de su vástago,
quien desde hace quince años vive en la Capital Federal y sólo viene a La Rioja a
pasar las Fiestas, según aseguró Ricardo Quintela, opositor de Eduardo en las
internas del PJ provincial. Sin ir más lejos, en los inmensos carteles en los accesos de
la ciudad capital, sobre el mismo fondo, como retratados en una misma toma, aparecían los
candidatos a la gobernación vestidos de oscuro junto a Adrián, de camisa blanca y del
doble de tamaño que sus compañeros. Como inflado a punto de estallar. El domingo por la
noche, junto a su padre senador, su tío presidente de la Nación, su padrino reelecto
gobernador (Angel Maza), Adrián, en un ensayo de la oratoria que llevará al Congreso,
convocó con énfasis desde la gobernación riojana a triunfar en las elecciones de
septiembre, las que acababan de terminar. Y siguió hablando como si tal cosa
mientras un frío estupor corrió entre los presentes y él repetía ¡A triunfar, a
triunfar!. |