Por Fernando Cibeira
Desde Chaco
Hay
que entender que esto es como los velorios, ¿no? Mientras está el cuerpo presente están
todos, después, al otro día, cada uno rehace su vida y vos te quedás solo con el
muerto, reflexiona el gobernador reelecto de Chaco, Angel Rozas. La noche anterior
es decir, apenas unas horas atrás en el mismo hall de su residencia donde
ahora habla estaban Fernando de la Rúa y Carlos Chacho Alvarez festejando su
victoria record, mientras en las demás provincias los candidatos radicales iban cayendo
de a uno y Eduardo Duhalde explicaba cómo ahora remontaría las encuestas. Rozas está de
vuelta solo y duda acerca de si hizo bien en no pegar afiches en la Capital Federal
promocionando su triunfo, cuestión de darle aire a la ambición presidencial que espera
cristalizar en algún momento del próximo siglo. Hechos así no se dan todos los
días en la vida política y uno tiene que aprovechar estos filones, explica. Pero
se responde: No soy un loquito de la política, yo sé los tiempos. Y ahora hay que
pensar en el 24 de octubre. Y como sabe los tiempos, Rozas no se cansa de repetir
que antes de ponerse a pensar en cómo llega a la Rosada tiene que repetir una buena
gobernación en la provincia, a la que ahora se prometió otorgarle un perfil industrial.
Antes tiene que renegociar una peligrosa deuda de mil millones de pesos sin dejar de tener
sueldos al día y no detener los planes sociales que lo ponen tan orgulloso. No
puedo aspirar a que De la Rúa y Chacho se queden acá a vivir. Los problemas puntuales
del Chaco me los tengo que bancar yo, es lógico que así sea. Lo importante es que cuando
golpeemos la puerta por cuestiones razonables, nos atiendan. Yo creo que me van a atender,
¿no?, explica.En su momento usted pidió lugares para dirigentes del interior
en la conducción y en el comando de campaña de la Alianza y nunca le respondieron.
¿Siente que lo escuchan?Siempre insistí en la necesidad de una mesa federal de la
Alianza. El 24 de octubre, después de que ganen De la Rúa y Chacho, la Alianza debería
hacer una convocatoria a los líderes regionales para tener una visión más amplia y
federal.¿Cómo va a hacer para imponer su proyecto presidencial?La única
manera de llegar de acá hasta allá es haciendo un trabajo de base que permita el
reconocimiento de la gente. Es difícil que alguien generosamente te abra las puertas.
Nadie te va a decir: ¿Así que usted quiere ser candidato? ¿Por qué no viene y
nos explica?. No existe esto en la política. Entonces hay dos alternativas: entrás
con el apoyo de los dirigentes o entrás con el apoyo de la gente. Cuando quise ser
gobernador de Chaco, me dediqué a buscar el apoyo de la gente. Había muchos a los que no
les gustaba mi cara pero no les quedó más remedio que aguantarme porque la gente me
apoyaba. En cambio, hay muchos que son candidatos de los dirigentes. Es más fácil. Se
habla por teléfono, los invitás a tu casa a comer un asado, tomás champán. Yo no
aspiro a eso.¿Por qué no pegó afiches suyos en la Capital Federal como en la
anterior elección?Los tendría que haber puesto porque nadie se va a encargar de
promocionar esta victoria. Esta victoria no se consigue todos los días en cualquier lugar
del país. Es una ingenuidad creer que en la política existe la generosidad. Hay que
luchar y si la gente ve que tenés algún perfil con posibilidades se te suman. Yo debiera
hoy estar promocionando en la Capital. Para nosotros la Capital es La Meca. ¿Y por
qué no lo hizo?No quiero molestar a nadie. Estamos a muy pocos días de una
elección nacional y no quiero causar ninguna preocupación. Por ahí algunos van a decir
que recién gané una elección y ya estoy pensando para dentro de cuatro años. Pero
estos hechos no se dan todos los días en la vida política y la publicidad en política
hay que hacerla. Tiene que ser el reflejo de los hechos, ¿no? ¿Qué estaría diciendo
hoy si pongo un afiche? Que gané, y es cierto. Que gané por una diferencia que ni en la
época de Perón en una provincia que se llamaba Presidente Perón se había dado, y
también es cierto. Yo no estaría inventando nada publicitariamente. Pero, bueno, creo
que ahora hay que concentrarse en el 24 de octubre.Justamente, como estaba en una
provincia que se llamó Presidente Perón, Rozas hizo una campaña atípica para un
radical y se preocupó de que las obras de su gobierno se sintieran en los sectores más
humildes, tradicionalmente cautivo del PJ. Así no sólo consiguió ganar por una
diferencia enorme, sino que también obtuvo decenas de intendencias que estaban en manos
del justicialismo. Pero su ligazón con el justicialismo no es sólo electoral. Con cierta
admiración, Rozas explica que las razones por las que el PJ gana en muchas provincias en
las que la UCR no logra desbancarlo tienen una raíz casi de filosofía de vida.El
peronismo nace del vientre del poder. No se bancan ser oposición, no lo soportan. Y al
radical, si vos lo dormís para que diga la verdad, el tipo prefiere ser la oposición.
Quiere levantarse a la mañana y decir está mal esto, está mal aquello, y no le erra.
Ahora, cuando te toca gobernar, además tenés que inventar algunas cosas y hacer algunas
cosas. Nosotros tenemos una cultura de muchos años de oposición. Creo que a partir de
Alfonsín ha habido un cambio. Para pelear con los justicialistas hay que tener mucha
ambición de poder. Son una máquina de trabajar y una máquina electoral. Nosotros
tenemos mucha gente que viene del justicialismo y los reconozco en el acto por cómo
trabajan. Los nuestros son más de las maripositas, los arbolitos. En cambio, ellos tienen
mucho oficio. Da gusto trabajar con algunos. |