OPINION
Darío, el último forjista
Por Mario Wainfeld |
Julio
Darío Alessandro, conocido en su vida pública como Darío Alessandro, murió a los 83
años en la noche del domingo 10. Y con él se fue el último representante del grupo
Forja que en su tiempo innovó el pensamiento político nacional y popular, que fue raíz
y por un rato savia del peronismo cuyos integrantes más conspicuos fueron
Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz.Darío Alessandro padre (valga el aditamento que
él no solía usar para distinguirlo de su hijo de igual nombre, actual diputado del
Frepaso) militó en el primer peronismo, fue intendente de Rojas, estuvo preso durante la
Revolución Libertadora. Fue elegido diputado nacional por el PJ de la provincia de Buenos
Aires en 1987 y mediando su mandato integró el Grupo de los 8 diputados (fue
el único hombre de su generación que lo formó), que denunció temprana y solitariamente
las flagrantes contradicciones entre el menemismo y las mejores banderas del peronismo.
Entonces rompió para siempre con el PJ. A ver si se entiende. Con más 70 años y tras
medio siglo de militancia, por diferencias ideológicas rompió con el partido al que
consagró su vida. Se fue, desnudo de equipaje y acompañó desde el llano al Frepaso,
poniendo lo que siempre fue su fuerte el pensamiento, las ideas, la sonrisa, el buen
humor, la mejor onda.En síntesis, como alguna vez escribió de él Miguel Bonasso,
desde el 45 hasta los albores del menemismo vinculó su vida política al
peronismo en sus facetas más combativas y progresistas.El viejo Darío
como por años lo apodamos muchos que tenemos dos o tres décadas menos de edad que él
cruzó en su persona un par de variables poco usuales en el mercado: fue un militante de
ley y un apasionado del debate político. Un lector pasional, ávido y minucioso. Un
hombre de bien que consagró buena parte de su vida y su pasión a la política sin
enriquecerse, sin menguar su coherencia y con un mínimo apego hacia los cargos públicos.
Un luchador, a quien anécdota chiquita pinta bien: cuando en 1985 Antonio Cafiero le
peleó por afuera la interna del PJ a Herminio Iglesias le pidió estar junto
a él... en el último lugar de la lista de diputados, despojado de la ambición de
obtener una banca pero dispuesto a acompañar simbólicamente la parada.Estos datos bastan
objetivamente para que su recuerdo resalte donde sobreabundan ambiciosos, chupamedias y
oficialistas eternos que se mantienen en su rol sin importarles si los gobiernos, las
ideas y los valores cambian. Pero agrego un condimento subjetivo más.Darío fue para
quienes lo conocimos un interlocutor ineludible, un consejero noble, un polemista
delicioso pero antes que nada un querible ejemplo. No fui su amigo personal pero con
frecuencias (y acuerdos) variables dialogué con él durante más de un cuarto de siglo.
Para redondear su recuerdo, como mis propios recursos no encuentran precisión, acudo al
rebusque de parafrasear a Discépolo: Darío fue para mí (y sé que para muchos otros que
hoy peinan canas) lo único en la vida política que se pareció a mi viejo. |
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