Por Cecilia Bembibre
En la
última Feria del Libro, Carlos Fuentes convirtió el trámite de presentar su novela más
reciente en una ceremonia: leyó en voz alta un par de capítulos frente a una sala
colmada, que quedó cautivada por la riqueza de los tonos, de los gestos, del entusiasmo
con que el narrador compartía su historia. El acto recuperó un espacio discutido para la
narración oral, una disciplina de límites difusos, que cruza teatro y literatura. Hoy
comienza en Buenos Aires el segundo Festival de Narración Oral, organizado por Serca, que
convoca una veintena de narradores argentinos y extranjeros. Muchos de ellos tienen su
espectáculo estable en algún bar, otros son contadores itinerantes. Hasta el próximo
domingo, el teatro Cervantes, la Biblioteca Nacional y el Salón Dorado de la Legislatura
serán fogones del siglo XXI, donde los narradores presentarán sus trabajos, con entrada
libre y gratuita.El programa ofrece tal diversidad de orígenes, repertorio y estilo de
los narradores, que tal vez la profesión sea lo único en común. La lista de argentinos
incluye a Ana María Bovo (el domingo, con Cuentos de los buenos aires, en la Biblioteca
Nacional) y Ana Padovani (hoy, ver recuadro), pioneras de esta tradición en el país, y
abarca a artistas que hace años trabajan su rutina de narradores como Liliana Cinetto,
Marta Berenguer y Marta Llorente. Entre los extranjeros llegaron el canario Ernesto
Rodríguez Abad, el francés Pépito Máteo y el colombiano Jairo Aníbal Niño. Todos
ellos se distinguen por armar su propio repertorio, mientras que los viejos contadores lo
heredaban, justamente, por vía oral, aunque trabajan los textos en forma diferente: con
música, actos casi circenses, títeres o disfraces interpretan historias clásicas o de
su propia autoría. La presentación del español Rodríguez Abad Cuentos de El
Decamerón, domingo 19 a las 18, en la Biblioteca Nacional recrea el momento en el
que, hace casi seis siglos, un grupo de jóvenes compartió historias eróticas en una
quinta en las afueras de Florencia, mientras Europa era horadada por la peste. Es mi
versión de la obra de Bocaccio, en la que trato de llegar a la esencia del libro. Rescato
las historias eróticas, que es la clave en que generalmente se lo lee, pero sobre todo la
poesía. Como Las mil y una noches, El Decamerón presenta a la narración como un modo de
sobrevivir, comentó el autor. Cuentos colorados es el nombre que el
español Oswaldo le dio a su espectáculo de cuentos y malabarismo. Los cuentos son
una suerte de excusa para participar de un juego con el público. Con malabares ilustro el
texto. Uno de los desafíos de los narradores actuales es proponer una lógica opuesta a
la de los medios masivos, para un público habituado a lo audiovisual. Es por eso que lo
ideal es hacer espectáculos donde haya poca gente, y que esté muy cerca del
narrador, contó.Re Mi llegó de Puerto Rico con su espectáculo Busca un sueño,
una propuesta interactiva que se presenta mañana a las 14, en el Teatro Nacional
Cervantes. El narrador adelantó a Página/12 que mi espectáculo está dirigido al
público de todas las edades. Los chicos, especialmente, se convierten en personajes de
los cuentos y tocan instrumentos para acompañar a la historia. Y eso les da un
protagonismo que no suelen tener cuando hay adultos. Máteo, quien se presenta
también mañana, a las 16 y en el mismo teatro, traduce al español sus propias
historias, originalmente en francés, con un estilo cercano al absurdo y con un despliegue
de gestos que emplea para suplir su distancia con el idioma.
Para ir
Esta es la programación de hoy del Festival de Narración Oral
14 hs.
Cuentos de aquí para allá, de Ana Padovani (Argentina)Cuentos
colorados, de Oswaldo (España)
16 hs.
Cuentos africanos, de Ernesto Rodríguez Abad (España)Niños con
alas, de Celso Sisto (Brasil). En el Teatro Cervantes. Con traducción simultánea
al lenguaje de señas
19 hs.
El Borges de la esquina rosada. Charla-espectáculo sobre Borges Borges
y la filosofía. Mesa redonda a cargo de Graciela Dubrez, Edgardo Gutiérrez, Luis
Jalfen y Alejandro Rozitchner. En el Salón Dorado de la Legislatura. |
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