Por Pablo Ferreira (Enrique) Crotto está
echando leña al fuego para ocultar la importancia del paro, destacó ayer ante
Página/12 el transportista de cargas Carlos Di Nunzio, para quien no hay ningún peligro
de que se produzca desabastecimiento con motivo de la medida por tiempo indeterminado que
realiza el sector. El titular de la Sociedad Rural, invocando los perjuicios que
producirían cortes de rutas, intimidaciones e impedimentos al movimiento de
productos, requirió ayer al Gobierno su inmediata intervención,
incluyendo el uso de la fuerza pública. La respuesta oficial, dada a conocer por Armando
Canosa, secretario de Transporte, fue ordenar el despliegue de tropas de Gendarmería en
la localidad de Chivilcoy, para despejar los piquetes. En tanto que Miguel Toma, su par en
Seguridad Interior, remitió radiogramas en igual sentido a todas las policías
provinciales. El lockout iniciado el último domingo por una docena de confederaciones de
transporte de cargas tiene como uno de sus reclamos centrales la eliminación del impuesto
para el Fondo de Incentivo Docente, cuya prórroga finaliza el próximo 15 de noviembre.
Además, incluye las exigencias de una rebaja del 50 por ciento en los peajes y la
eliminación del componente impositivo del gasoil. La medida, tal como se encargó de
aclarar ayer la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), a la
que están adheridos los huelguistas, no cuenta con el respaldo de las centrales
nacionales del sector. La cámara arremetió con dureza, al mismo tiempo, contra los
activistas que llevan a cabo piquetes en rutas del interior. No pueden arrogarse la
facultad de cercenar los derechos del resto de los transportistas y de la comunidad en su
conjunto, enfatizó.La respuesta de los disidentes no se hizo esperar. Según Di
Nunzio, las diferencias entre los miembros de Catac se origina en que la cúpula de esta
entidad habría negociado por debajo de la mesa con el Gobierno el paro del 5 de julio,
impidiendo que se derogue el impuesto para el Incentivo Docente. También recordó que los
caciques de la confederación intentaron hacer fracasar la actual medida de fuerza
prorrogando el paro decidido por toda la dirigencia del transporte recién para el
próximo 15 de noviembre. Hubo un arreglo bajo cuerda, aseguró Di Nunzio. De
todos modos, de acuerdo con la evaluación realizada por los camioneros, entre 110 y 200
mil transportes se mantienen paralizados en todo el país. Y, en tanto no reciban
respuestas favorable a sus reclamos, están dispuestos a continuar con la
protesta.Se está impidiendo el tránsito de hacienda, leche y otros productos
perecederos, puntualizó ayer Crotto al reclamar al Gobierno que se adopten en forma
urgente las medidas necesarias para impedir esos ilícitos y garantizar
el respeto a los derechos constitucionales afectados. Crotto rechazó los
cortes ocurridos en algunas rutas nacionales en una nota dirigida al ministro del
Interior, Carlos Corach, donde destacó los perjuicios irreparables que esos
hechos producen a los productores agropecuarios. Se (los) está obligando a tirar
los elementos que transportan a la vera del camino, asegura el texto.Por su parte,
el secretario Canosa, quien elevó una denuncia a la Procuraduría General de la Nación
por la comisión del delito de amenazas, interrupción de rutas, y delitos contra la
seguridad, señaló ayer que hubo agresiones en Junín, Chivilcoy y algunos lugares
de Santa Fe. Hay amenazas para que la gente adhiera contra su voluntad al paro. Ayer
hubo agresiones y se hirió a un periodista en Pergamino, sostuvo. Por otro lado,
informó que está actuando la Secretaría de Seguridad Interior, cuyo
titular, Miguel Angel Toma, está enviando tropas de Gendarmería tras hacer
una denuncia ante la Justicia para que se ordene el despeje de los caminos. Por su parte,
este funcionario explicó en declaraciones radiales que su secretaría cursó
instrucciones a toda las policíasprovinciales con la finalidad de prevenir que se
produzcan nuevos cortes de rutas.Por su parte, el secretario general del Federación
Nacional de Camioneros, Hugo Moyano, negó que su gremio tuviera alguna participación en
el paro y deslindó toda responsabilidad sobre las presiones sufridas por los camioneros
en las rutas. Algunos empresarios del transporte han salido en forma violenta y los
trabajadores son prepoteados, hubo intimidaciones con armas en la cabeza, tiros al aire y
esas cosas, se lamentó.
Menos cabezas La protesta convocada por los productores pequeños y medianos nucleados en
la Federación Agraria Argentina y que finaliza esta medianoche viene teniendo una amplia
repercusión en los mercados de hacienda y cereales y en las operaciones comerciales y
financieras del sector. Por caso, en el Mercado de Liniers se registró ayer un exiguo
ingreso de 868 cabezas vacunas. Las razones de la reducida oferta ganadera fue atribuida,
en parte, a la paralización de actividades que cumplen, también desde el domingo, una
decena de federaciones de transportistas de cargas. René Bonetto, titular de la FAA,
deslindó responsabilidades respecto de la intercepción de camiones que se está
realizando en diversos puntos del país. El dirigente aclaró que las movilizaciones,
marchas, concentraciones y misas que se desarrollan en diversas provincias son
espontáneas y pacíficas. Bonetto subrayó que la entidad dejará en libertad
de acción a sus afiliados, para que continúen en el plan de lucha si deciden
adherir a la protesta por tiempo indeterminado que resolvieron los transportistas de
cargas agropecuarias. |
PROMESA DE AUTORIZAR CHARTERS
Los colectivos no paran
Las
empresas de transporte de pasajeros de corta y larga distancia resolvieron levantar la
medida de fuerza prevista para esta noche a las 22 en protesta por la falta de control de
micros ilegales. La decisión de suspender el lock out fue adoptada ante una singular
promesa oficial para compensarlos por esa competencia desleal: la Secretaría de
Transporte admitiría que los autotransportistas regulares despachen también servicios
charters, no sujetos a horario ni recorrido fijo.Las discusiones entre el
Gobierno y los empresarios tuvieron lugar ayer, en un encuentro que reunió al secretario
de Transporte, Armando Canosa, y el de Seguridad Interior, Miguel Toma, con la Federación
Argentina de Transportistas de Pasajeros (Fatap) y de la Cámara de Empresarios Argentinos
de Pasajeros (Ceap).Antes del encuentro, Canosa había advertido públicamente que el
Gobierno no va a tolerar una medida de fuerza y que, si el lock out se llevaba
a cabo, se aplicarían las sanciones correspondientes. Pero más disuasiva que
esa amenaza habría resultado la oferta oficial de permitirles a los empresarios correr
nuevos servicios no regulares para competir con la actividad de los micros
truchos.Habría quedado como un aspecto secundario el control que la Comisión
Nacional Reguladora del Transporte (CNRT) debería ejercer sobre la actividad de los
colectivos irregulares.De cualquier modo, Fatap y Ceap condicionaron la suspensión de su
medida de fuerza a que el Gobierno efectivamente haga algo para atenuar los efectos de esa
competencia. Según dejaron en claro los gremios patronales, el martes próximo habrá una
nueva reunión para evaluar la situación del sector en la que también participarán
Canosa, el titular de Seguridad y Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Osvaldo
Lorenzo, y los principales responsables de la Policía Federal y la Gendarmería.
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