|
El chico deambula por la escuela enfundado en su guardapolvo blanco, manos en los bolsillos y mirada cabizbaja. Tengo miedo, es la primera vez... Tengo un montón de amigos candidatos y no sé a quién votar, confiesa. Es Marcelo González, de la Escuela Nº 20 Rosario Vera Peñaloza, del barrio porteño de Almagro. Un total de 18 mil pibes de entre 10 y 17 años entraron ayer al cuarto oscuro. El objetivo: elegir sus representantes para el primer Parlamento de los chicos y adolescentes de la ciudad de Buenos Aires. La experiencia se llevó a cabo en los barrios de Almagro y Caballito área del Centro de Gestión y Participación Nº 6 y se extenderá paulatinamente al resto de los centros de la ciudad. En los próximos días se conocerá el resultado de la compulsa. Para sesionar, los parlamentarios deberán esperar unas tres semanas.Después de un rato, Marcelo se decidió: Voy a votar al que fue el primer amigo que yo tuve. Los chicos repitieron algunos esquemas demasiado frecuentes entre los mayores: los candidatos eran en su mayoría varones y parecían más preocupados por las fotos y las declaraciones a la prensa que por explicar sus proyectos. Y algunos votantes demostraban más conciencia política que los propios candidatos. A mí me parece que está bien que los chicos expresen su opinión para la comunidad; era hora porque siempre hacían todo los grandes, los diputados, comentaba Nicolás Fernández Garbin, fiscal de la Escuela Nº 11 Marcelo T. de Alvear, mientras uno de los candidatos se explayaba frente a los periodistas:Mi slogan es Alianza de la Gruta. Tenemos las manos vacías y las vamos a llenar... de educación y de trabajo se reía, pícaro, Alejandro Cosa Es para mostrar que no somos aburridos aclaró. Uno de sus competidores, Leandro Mancusi, tenía un slogan no menos curioso: Para que la fiesta empiece para todos. Pe pe pe pe. A la hora de hablar de proyectos coincidían: la propuesta es escuchar las ideas de todos y tratar de cumplir las cosas que estén dentro de nuestros poderes. Los alumnos de los dos séptimos grados salían organizadamente al patio, tomaban un sobre sellado por la fiscal, luego firmaban una lista en la que se controlaba la identidad y por fin entraban a un aula transformada en cuarto oscuro. Sobre un banco aguardaban las curiosas boletas diseñadas a mano por los propios candidatos. Y a la salida, la presidenta de mesa les entregaba un papel que certificaba la participación de las elecciones.Los chicos votaron en 44 escuelas y en cinco ONG. En cada lugar se eligió un representante titular y un suplente quienes tendrán mandato por un año para conformar dos cámaras: una para los chicos de 10 a 13 años y otra para los de 13 a 17. Cada escuela se organizó de manera diferente. En la Nº 20, por ejemplo, participaron los quintos y sextos grados. Sentados en el patio, los chicos esperaban que una maestra los llamara por micrófono para emitir su voto. Ahí, la lista de candidatos superaba la quincena. Y en la Escuela Técnica Doctor Norberto Piñeiro había un sólo representante por cada curso, de primero a cuarto año, del nivel secundario.La propuesta tiene como antecedente la experiencia realizada en 1997, cuando junto a la elección de legisladores porteños se concretó la consulta todos votan y yo también, de la cual participaron chicos de 8 a 17 años. Y aprobaron, en su mayoría, la creación de Parlamentos Barriales, donde poder expresar sus ideas y participar en los problemas de la ciudad. Estos parlamentos, que ya están funcionando en término de las futuras comunas, son un elemento muy importante porque los chicos pueden tener una agenda más cercana a lo que es su vida y su barrio, explicó Cecilia Felgueras, secretaria de Promoción Social que, junto a la Secretaría de Educación y a Unicef organizaron el programa. Para Mario Giannoni, el secretario de Educación, los Parlamentos permitirán ampliar espacios de participación y no sólo incentivar el ejercicio de los derechos de los niños sino los de la responsabilidad. Ayer a la tarde se rumoreaba que el ganador de la Escuela 20 era Pablo Fernández. Es alumno de 5º D, tiene 11 años y propuestas: Poner en cadaesquina sectores con tierra para que los perros hagan sus necesidades, un policía en la puerta de cada escuela para que las madres se queden tranquilas, y correr la parada del 168 porque está frente a la escuela y es peligroso. A pesar de su bajo perfil, no pudo evitar los flashes. Me tengo fe en mi grado, pero hay tantos, dijo. Y corrió a sacarse una foto con todos los candidatos de la escuela. Los medios lo requerían.
ALERTA DE ESTADOS UNIDOS SOBRE EL EFECTO 2000 El efecto del año 2000, que puede ocasionar problemas informáticos, entraña poco peligro para la Argentina en cuanto a eventuales daños en los sistemas de telecomunicaciones, financieros y eléctricos, pero las interrupciones pueden suscitarse en servicios hospitalarios, que se otorgan a niveles municipales y provinciales. En un informe que anticipa lo que puede ocurrir en América latina, el Departamento de Estado de los Estados Unidos señaló que serán moderados los efectos en la Argentina, Colombia, Brasil, Panamá, Venezuela y en la República Dominicana. En general, el análisis de Washington reconoce que los países del continente estuvieron muy activos, especialmente durante el curso de este año, para tratar de remediar los posibles contratiempos. Los países de labor más destacada en ese sentido fueron México, Chile y Perú. En Colombia, los problemas pueden producirse en los equipos médicos, como ser las máquinas de diálisis, y en el transporte, mientras que la mayoría de los bancos privados y las empresas de telecomunicaciones están preparadas para afrontar el comienzo del nuevo milenio. El Departamento de Estado cree que México aparenta estar listo para superar los problemas del efecto del año 2000. Aprovecha para destacar que el modelo mexicano es un excelente ejemplo para los demás países. Ese método fue adoptado en consulta con el Banco Mundial. De todas formas, nada garantiza que México no vaya a tener problemas, pues puede haberlos en el sector altamente informatizado de las telecomunicaciones. El subsecretario de Estado, Thomas Pickering, descartó que los Estados Unidos esté pensando en cerrar alguna de sus representaciones diplomáticos por temor al efecto 2000.
|