Por David Cufré Este escándalo es el
final que merecía la concertación, vociferaba el diputado aliancista Darío
Alessandro, tratando de imponerse a los gritos de sus pares del justicialismo. La sesión
plenaria de ocho comisiones de la Cámara baja, convocada para conocer las opiniones de
distintas cámaras empresarias sobre el plan Duhalde, derivó en una suerte de riña de
gallos. Antes de ese final tragicómico, representantes de las pequeñas y medianas
empresas, del comercio y de la industria, se habían distanciado de aquella propuesta del
gobernador. Más bien, los empresarios aprovecharon su visita al Congreso para insistir
con sus demandas históricas. En lugar de ser un ámbito para la discusión seria,
el justicialismo montó un show para hacer propaganda política, le dijo a
Página/12 el diputado aliancista Juan Pablo Baylac. Trajeron a un provocador para
arruinar la sesión, porque la Alianza no tiene propuestas para confrontar con la
concertación que propone Duhalde, retrucó el presidente de la bancada oficialista,
Humberto Roggero, en diálogo con este diario. El diputado se refería al hecho que
detonó en final escandaloso. Se produjo cuando el presidente de la Comisión de
Presupuesto y Hacienda, Oscar Lamberto, le negó la palabra al titular de Fedecámaras,
Rubén Manusovich, quien exigía que se escuchara su opinión sobre el programa del
candidato del PJ.Sólo invitan a quienes están condicionados políticamente y son
afines al Gobierno, dijo Manusovich, como si estuviera dando un discurso en Plaza de
Mayo. De ahí en más, el aquelarre. Andá a tomar caipirinha, le espetó
Baylac a Arnaldo Valdovinos (PJ), en alusión a la influencia que la Alianza le adjudica
al publicista Duda Mendonça. La ex titular de Ctera, Mary Sánchez, se prendió a la
pelea, mientras Manusovich seguía denunciando que el oficialismo lo censuraba.
Terminen con el show, se quejó Emilio Martínez Garbino (PJ). Y Marcelo
López Arias (PJ), de cara a las cámaras de televisión, le prometía a Manusovich que
sería invitado a exponer la próxima semana ante el plenario de comisiones. En medio de
tanto descontrol, Lamberto decidió levantar la sesión, lo que derivó en más gritos,
acusaciones y chicanas. Manusovich no había sido convocado para hoy (por
ayer), fue la justificación que ensayó Lamberto. A Osvaldo Cornide (de la
Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias) tampoco lo habían invitado, pero
igual lo dejaron hablar, retrucó Baylac, quien sostuvo que Cornide tuvo espacio por
su reconocida adscripción al menemismo.Cuando los ánimos estuvieron menos caldeados,
legisladores oficialistas y de la oposición hicieron su evaluación política de los
hechos. Más allá de que unos y otros siguieron reprochándose mutuamente por el
papelón, coincidieron en que el justicialismo salió favorecido. Por un lado, porque los
diputados aliancistas fueron los más desmesurados, y eso puede empañar su imagen ante la
opinión pública. Por el otro, porque la pelea volvió a instalar en el centro de la
escena al debate por la concertación, justamente el objetivo que persigue el duhaldismo
con la propuesta. En cuanto a las opiniones de los empresarios sobre el plan de ocho
medidas lanzado por Duhalde, el motivo central del encuentro, en general fueron favorables
a la eliminación de los impuestos a los activos y a los intereses. Ese fue el punto que
generó mayores coincidencias. Así lo expresaron César Tortorella, de la CGE; Edgardo
Caracotche, de la CGI; Ovidio Bolo, de la Cámara de Comercio, y Raúl Lamacchia, de CAME.
En tanto, la Unión Industrial pidió una semana para definir su posición, una suerte de
alejamiento de la postura duhaldista después de que su titular, Osvaldo Rial, aceptara
integrar la lista de diputados del PJ en Buenos Aires. No es lo que se necesita, ni
en tiempo ni en profundidad, señaló Tortorella sobre el programa de Duhalde,
resumiendo la posición de la mayoría de los empresarios, quienes pretenden ayudas más
concretas por parte del actual gobierno.NOTA A
CRITICA DE DE LA RUA A LOS BANCOS EN LA
MEDITERRANEA
Evocando al crédito ausente
Por Claudio Zlotnik
Convencido de que las urnas confirmarán las encuestas preelectorales, Fernando de la Rúa
ya empezó a preparar el terreno para el día después de las elecciones. Ayer aprovechó
un encuentro con un grupo de banqueros para reprocharles que el sector financiero
está ausente; alejado del crédito. La amonestación levantó murmullos entre los
cien comensales que compartían un almuerzo organizado por la Fundación Mediterránea.
Fiel a su estrategia de campaña, evitando entrar en rencillas con los hombres del
establishment, De la Rúa soltó una aclaración inmediatamente: No quiero atacar a
ningún sector. Pero entiendan que es la realidad, les dijo. Fue entonces que el
murmullo mutó en risas nerviosas. Te está hablando a vos, le dijo Jorge
Brito (Banco Macro) a Guillermo Stanley (Citibank) en un tono de voz lo suficientemente
alto como para que se escuchara a varios metros. De la Rúa continuó su discurso. De
alguna manera, ya les avisó a los banqueros que mantendrá la presión ejercida, con poco
éxito, por Carlos Menem. Uno de mis principales objetivos es que bajen las tasas de
interés, apuntó el candidato. Durante su oratoria de treinta minutos, pronunciada
mientras los invitados que habían pagado cien pesos para escucharlo degustaban canelones,
De la Rúa no se movió de las ideas-fuerza de su campaña: habló de lograr eficiencia en
el gasto público, lanzar un shock de confianza, de ir bajando el déficit
fiscal y el denominado riesgo-país y de que la Argentina va a honrar
sus deudas ante los acreedores.Si gano, se van a eliminar los gastos
reservados. Y los fondos hacia las provincias a través de los ATN se limitarán a los
casos de emergencia, prometió De la Rúa buscando dar el perfil de gobernante
austero. La referencia del aliancista es todo un guiño al capítulo del proyecto
presupuestario para el 2000, en el cual se contempla la reducción de los gastos
reservados y de los ATN.A la hora de las preguntas, banqueros y empresarios quisieron
saber si la Alianza no tendrá problemas para gobernar con mayoría del PJ en el Senado y
en las provincias. Creo en el patriotismo de los hombres del justicialismo. Frente a
la magnitud de la crisis, nadie puede amenazar ni poner trabas, se ilusionó De la
Rúa.¿Va a avanzar con la reforma laboral? preguntó un empresario.Sí,
pero no hay que pedir una reforma extrema, que les genere incertidumbre a los
trabajadores. Hay puntos para analizar, como la funcionalidad del trabajador, los
contratos a plazo fijo y la descentralización gremial contestó el
candidato.No sé si hay grandes contribuyentes aquí. Pero desde ya les digo que lo
que ese sector tributa en impuestos es muy poco. Y que va a tener que contribuir
más, les advirtió De la Rúa a sus anfitriones. Fue el final del encuentro. A los
postres, empresarios y banqueros agasajaron al candidato con una torta de cumpleaños
(ayer cumplió 61). ¡Pida los tres deseos!, le gritó una empresaria. De la
Rúa se los guardó en la intimidad. Aunque su amplia sonrisa delataba al candidato
presidencial.
REUNION CON BRASIL PARA EVITAR LA GUERRA
COMERCIAL
Llegó una misión de paz
Los
principales negociadores comerciales de Argentina y Brasil se reunirán hoy en Buenos
Aires para buscar soluciones urgentes, según explicó un funcionario del
vecino país, a los conflictos abiertos entre ambos países en los rubros de calzados,
textiles y siderúrgicos. La rueda de negociación, que encabezarán los responsables de
relaciones económicas internacionales de ambos países, Jorge Campbell y Jorge Graca
Lima, fue definida como una misión de paz, después de que ayer trascendieran
en Río de Janeiro que se preparaba una guerra comercial contra Argentina en
represalia a las trabas impuestas al ingreso de productos brasileños. Según publicó
ayer el diario O Globo, el gobierno brasileño habría ordenado a sus técnicos elaborar
una lista de productos argentinos cuyo ingreso en Brasil será sometido a restricciones,
ante el fracaso de las negociaciones. Según menciona el artículo, dicha lista iba a
incluir alimentos y medicamentos. Los representantes brasileños habrían intentado
convencer a las autoridades argentinas de aplazar por 60 días la entrada en vigencia de
las medidas restrictivas a la importación de calzados brasileños, que causarían
perjuicios estimados por el sector en 80 millones de dólares. El gobierno del país
vecino esperaba poder congelar los diferendos bilaterales hasta el término de
la campaña electoral.Como alternativa para evitar un nuevo conflicto, Brasil resolvió
enviar una misión de paz a la Argentina que encabezan el subsecretario de
Integración, José Alfredo Graca Lima, y el titular de la Secretaría Ejecutiva de la
Cámara de Comercio, José Botafogo Goncalves. Estamos buscando soluciones
urgentes, declaró Graca Lima en conferencia de prensa, donde destacó que la
principal urgencia es encontrar una salida a las trabas argentinas a las importaciones de
calzado. No fue posible obtener una satisfacción por la vía de la persuasión, a
tal punto que el gobierno decidió enviar una misión a Buenos Aires para contactar a
nuestros homólogos y buscar una solución de emergencia para una cuestión de
emergencia, acotó el diplomático brasileño.
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