MENEM NO VIAJO A ISRAEL PORQUE TEMIA REACCIONES Un berretín que no pudo ser
El Presidente
fantaseaba con terminar su ciclo a toda orquestaviajando a Estados Unidos y a Israel. Pero
un informe de Inteligenciale advirtió que en Israel habría movilizaciones en su contra.
Una imagen que no habrá de repetirse en
este siglo: el Presidente en el Muro de los Lamentos.
Por Raúl Kollmann
La cita estaba acordada: el
primer ministro de Israel, Ehud Barak, iba a recibir a Carlos Menem el 6 de octubre
próximo. El Presidente quería concluir su mandato con un nuevo periplo “para la
posteridad” y los lugares emblemáticos para la despedida eran Washington y el Medio
Oriente. Oficialmente alguien deslizó que Barak no tenía lugar en la agenda y por esa
razón el primer mandatario argentino canceló el viaje. La verdad es otra: Menem anuló
la visita a Jerusalén a raíz del informe del Departamento de Estado norteamericano en el
que se afirma que en la Argentina “el antisemitismo sigue existiendo”. Al primer
mandatario le presentaron un dossier de Inteligencia en el que se señala que durante su
estadía en Israel habría una movilización contra Menem por ese informe sobre
antisemitismo y también por la falta de resultados en la investigación de los atentados.
Con esos datos a la vista, y ante el temor a un repudio, Menem resolvió no viajar.Tanto
la embajada de Israel en la Argentina como la Cámara de Comercio Argentino-Israelí
estaban preparando entusiastamente la visita de Menem a Jerusalén. Nadie sabía que el
viaje había sido cancelado en forma unilateral por el gobierno argentino. Tras las
primeras versiones de la anulación, llegó a la embajada una comunicación oficial en la
que se anunciaba lo decidido por Menem, claro que explicando que en realidad el primer
mandatario quería quedarse en la Argentina para acompañar a Eduardo Duhalde en las
últimas semanas de la campaña electoral. En la propia delegación diplomática, el
argumento sonó extraño: en los próximos días Menem viaja dos veces a Estados Unidos y
una a Colombia. Además es conocida la tensión que existe entre la Casa Rosada y el
candidato justicialista por lo que los motivos alegados para cancelar el viaje parecían
poco creíbles.En diálogo con una altísima fuente del Poder Ejecutivo, Página/12 pudo
confirmar que el Presidente suspendió la visita por el efecto del informe del
Departamento de Estado sobre libertad religiosa. En verdad, el texto hace imputaciones a
la Argentina no tanto por la existencia de un clima de antisemitismo sino por una serie de
hechos que evidencian brotes neonazis:u Las profanaciones de cementerios, incluyendo tres
consecutivas en La Tablada y otra en Liniers. El documento marca la denuncia realizada por
Página/12 sobre la participación de efectivos de la Policía Bonaerense en por lo menos
dos de esas profanaciones.u El informe menciona el caso de los tres skinheads que
golpearon a Claudio Salgueiro y que tras ser condenados consiguieron la anulación del
fallo por parte de la Cámara de Apelaciones. El cuestionado fallo señala que el grito de
“judíos de mierda” no constituye un acto de discriminación sino que es
“un grito de guerra”.u Hay mención también a un grupito detenido y condenado
en Morón, a otro grupito en Jujuy y varios incidentes en otros puntos del país.Más
allá del texto del Departamento de Estado, lo que alarmó al Presidente es un informe de
Inteligencia que le acercaron sobre la posibilidad de que se organice una manifestación
de repudio a su presencia en Israel. En rigor, se menciona que podrían reclamarle a Menem
por la subsistencia de focos antisemitas, por el fracaso en la investigación de los
atentados y también por la falta de castigo a los militares responsables por la
desaparición de judíos argentinos durante el Proceso. El cuadro podría ser muy
desfavorable: centenares de personas, con carteles, manifestándose delante de su hotel. A
raíz de ese informe, Menem resolvió cancelar el periplo, aunque todo se hizo en forma
desprolija. Por un lado, desde la Casa Rosada se dejó trascender que Barak no tenía
lugar en la agenda y por el otro se argumentó lo de la imposibilidad de viajar por
exigencias de la campañaelectoral justicialista. La realidad es que Menem no quiso correr
riesgos y por eso el viaje presidencial “para la posteridad” quedó en la nada.
Los Familiares con Cavallo
Familiares de las víctimas de la AMIA se entrevistaron ayer con el candidato
presidencial de Acción por la República, Domingo Cavallo, quien se comprometió a dar
todo su apoyo para esclarecer los atentados perpetrados en la Argentina. Familiares
inició así una ronda de encuentros con los candidatos presidenciales. Luis Dobnievsky,
su abogado, señaló que “Cavallo prometió revertir este fenómeno de que se
esconden las pruebas, se entorpecen las investigaciones y los terroristas siguen
impunes”. En verdad, Cavallo ya declaró una vez ante el juez Juan José Galeano
apuntando sus sospechas hacia Alfredo Yabrán. Entonces, el ex ministro sostuvo que el
supercartero dominaba las fronteras y así como había pasado mercancías, bien podía
haber ingresado explosivos y terroristas. El juez Galeano consideró poco sólida aquella
declaración. Un hombre del ex ministro, Franco Caviglia, también hizo presentaciones,
pero vinculando a los atentados a Monzer Al Kassar, sobre todo a partir de una compra de
explosivos en España.
La cita estaba acordada: el
primer ministro de Israel, Ehud Barak, iba a recibir a Carlos Menem el 6 de octubre
próximo. El Presidente quería concluir su mandato con un nuevo periplo “para la
posteridad” y los lugares emblemáticos para la despedida eran Washington y el Medio
Oriente. Oficialmente alguien deslizó que Barak no tenía lugar en la agenda y por esa
razón el primer mandatario argentino canceló el viaje. La verdad es otra: Menem anuló
la visita a Jerusalén a raíz del informe del Departamento de Estado norteamericano en el
que se afirma que en la Argentina “el antisemitismo sigue existiendo”. Al primer
mandatario le presentaron un dossier de Inteligencia en el que se señala que durante su
estadía en Israel habría una movilización contra Menem por ese informe sobre
antisemitismo y también por la falta de resultados en la investigación de los atentados.
Con esos datos a la vista, y ante el temor a un repudio, Menem resolvió no viajar.Tanto
la embajada de Israel en la Argentina como la Cámara de Comercio Argentino-Israelí
estaban preparando entusiastamente la visita de Menem a Jerusalén. Nadie sabía que el
viaje había sido cancelado en forma unilateral por el gobierno argentino. Tras las
primeras versiones de la anulación, llegó a la embajada una comunicación oficial en la
que se anunciaba lo decidido por Menem, claro que explicando que en realidad el primer
mandatario quería quedarse en la Argentina para acompañar a Eduardo Duhalde en las
últimas semanas de la campaña electoral. En la propia delegación diplomática, el
argumento sonó extraño: en los próximos días Menem viaja dos veces a Estados Unidos y
una a Colombia. Además es conocida la tensión que existe entre la Casa Rosada y el
candidato justicialista por lo que los motivos alegados para cancelar el viaje parecían
poco creíbles.En diálogo con una altísima fuente del Poder Ejecutivo, Página/12 pudo
confirmar que el Presidente suspendió la visita por el efecto del informe del
Departamento de Estado sobre libertad religiosa. En verdad, el texto hace imputaciones a
la Argentina no tanto por la existencia de un clima de antisemitismo sino por una serie de
hechos que evidencian brotes neonazis:u Las profanaciones de cementerios, incluyendo tres
consecutivas en La Tablada y otra en Liniers. El documento marca la denuncia realizada por
Página/12 sobre la participación de efectivos de la Policía Bonaerense en por lo menos
dos de esas profanaciones.u El informe menciona el caso de los tres skinheads que
golpearon a Claudio Salgueiro y que tras ser condenados consiguieron la anulación del
fallo por parte de la Cámara de Apelaciones. El cuestionado fallo señala que el grito de
“judíos de mierda” no constituye un acto de discriminación sino que es
“un grito de guerra”.u Hay mención también a un grupito detenido y condenado
en Morón, a otro grupito en Jujuy y varios incidentes en otros puntos del país.Más
allá del texto del Departamento de Estado, lo que alarmó al Presidente es un informe de
Inteligencia que le acercaron sobre la posibilidad de que se organice una manifestación
de repudio a su presencia en Israel. En rigor, se menciona que podrían reclamarle a Menem
por la subsistencia de focos antisemitas, por el fracaso en la investigación de los
atentados y también por la falta de castigo a los militares responsables por la
desaparición de judíos argentinos durante el Proceso. El cuadro podría ser muy
desfavorable: centenares de personas, con carteles, manifestándose delante de su hotel. A
raíz de ese informe, Menem resolvió cancelar el periplo, aunque todo se hizo en forma
desprolija. Por un lado, desde la Casa Rosada se dejó trascender que Barak no tenía
lugar en la agenda y por el otro se argumentó lo de la imposibilidad de viajar por
exigencias de la campañaelectoral justicialista. La realidad es que Menem no quiso correr
riesgos y por eso el viaje presidencial “para la posteridad” quedó en la nada.