Un country en Panamericana habríasido
escenario del pago de coimas

Una nueva denuncia por coimas en la adjudicación de contratos viales por peaje da detalles de la forma en que Eduardo Baglietto, de Techint, le habría pagado 5 millones de pesos a Roberto Dromi. Involucraron a Rodolfo Barra.

Roberto Dromi, ex ministro de Obras Públicas, y Rodolfo Barra, que lo acompañó como secretario.La denuncia le imputó el cargo de asociación ilícita junto a un grupo de empresarios de la construcción.

La denuncia por el cobro de coimas por 7 millones de pesos en las concesiones de rutas por peaje contra Roberto Dromi, y contra una serie de empresarios de primer nivel del rubro de la construcción por su presunto pago, fue formalizada ayer ante la Justicia con una novedad. El ex subsecretario de Obras Públicas Rodolfo Barra fue incluido entre los denunciados como “partícipe en la negociación”, según relató a Página/12 Roberto Azaretto, titular de la Asociación en Defensa del Usuario de Servicios Públicos, que formuló la denuncia judicial. Según relata minuciosamente la denuncia, Eduardo Baglietto (grupo Techint) “utilizó, para la entrega de una suma de cinco millones de pesos a Dromi, una casa de su propiedad en un country cercano a la ruta Panamericana”. Los denunciantes prometen mayores precisiones. La denuncia le imputa a los ex funcionarios Dromi y Barra –éste es actualmente titular del organismo regulador de aeropuertos, Orsna– “haber percibido en 1990 coimas por 7 millones de pesos para favorecer a distintas empresas en la licitación de corredores viales por peaje y en otro proyecto”, en referencia a la red de accesos metropolitanos. La presentación incorpora las afirmaciones de Guillermo Laura en el mismo sentido y alerta, además, sobre “irregularidades en las actuales renegociaciones de contratos de concesión de rutas, y solicita que se indaguen maniobras ilegales en las que habrían incurrido la Subsecretaría de Obras Públicas y la Jefatura de Gabinete”, a cargo de Raúl Costamagna y Jorge Rodríguez, respectivamente. La presentación reclama que se determine “si Dromi incurrió en negociaciones incompatibles con la función pública, desempeñándose junto a Barra como asesor legal de Dycasa, una de las sociedades comerciales beneficiadas por la concesión de las rutas 3 y 205”. También reclama que se dilucide “si el ingeniero Rodolfo Perales, ex funcionario de Dromi (en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos) y actual titular de la Cámara de Concesionarios Viales, también estuvo relacionado con la empresa Dycasa durante su permanencia en la función pública y si aprovechó esa posición durante el referido proceso licitatorio”. A Perales y Eduardo Baglietto, actual titular de la Cámara Argentina de la Construcción y directivo de Techint, los denunciantes le imputan la responsabilidad “de haber oficiado de recaudadores (de fondos) para (el pago de) sobornos”. En la presentación judicial, se afirma que “el primero reunió cinco millones de pesos para la concesión de peajes, utilizando para la entrega de esa suma a Dromi una casa de su propiedad, en un country cercano a la ruta Panamericana. El segundo colectó dos millones para el programa Red de Accesos Metropolitanos, obra que no llegó a concretarse”. Perales se defendió ayer mediante una carta de lectores publicada en La Nación, en la que descalifica a Laura (quien formuló públicamente la denuncia) y le imputa como motivación personal “intentar cobrarle al Estado honorarios estimados en 60 millones de dólares por haber pergeñado el famoso Proyecto 10”. Azaretto, en diálogo con Página/12, señaló que “lo de Perales es un grave error, él está involucrado en este grupo de gente que pasó del Ministerio a las empresas beneficiadas con los contratos, por eso pedimos que se le impute el cargo de asociación ilícita a todos ellos. Yo creo que, al final de todo este proceso, Perales la va a pasar mal. Tenemos gran optimismo, no hay dudas de que podremos demostrar que lo que decimos en la denuncia no son pavadas”.

LOS TRES ASPIRANTES A LA ROSADA RINDIERON EXAMEN ANTE LA CAC
Duhalde ganó el duelo de candidatos

Eduardo Duhalde fue, sin dudas, el candidato más aplaudido de los que asistieron a la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción, quizás porque sentenció que al ajuste sólo deben hacerlo “el Estado y el sector financiero”. Domingo Cavallo fue escuchado con especial atención, pero consiguió incomodar a más de uno cuando planteó su propuesta de limitar el peaje a las autopistas a construir. Carlos Menem clausuró el Congreso tranquilizando a las empresas: “el Presupuesto prevé fondos para que Vialidad cumpla con todas sus obligaciones”, prometió. El miércoles le había tocado al ministro de Economía, Roque Fernández, defender el proyecto de Presupuesto, que dispone un drástico recorte en los recursos del Fonavi y del Fondo del Conurbano. Todos los discursos que ayer se escucharon en el Sheraton tuvieron un tinte electoral. Duhalde reiteró su propuesta de concertación y de “shock productivo”, que incluiría una larga lista de obras públicas. De remate, el candidato justicialista sorprendió con su sentencia de que “apostar a la producción es desembarazar de impuestos a las empresas”.Cavallo, quien aprovechó la tribuna para desarrollar casi íntegramente su propuesta electoral económica, también se mostró partidario de una drástica eliminación de impuestos y una reforma laboral que habilite las discusiones por empresa. Pero, a diferencia del gobernador bonaerense, el candidato de Acción por la República precisó cómo propone financiar las obras de infraestructura: con un impuesto a las naftas. Y qué haría con el peaje en caso de llegar al gobierno: limitarlo para obras “totalmente nuevas”. La frepasista Graciela Fernández Meijide y el radical Nicolás Gallo también fueron oradores de la convención en la que, el día anterior, Fernando de la Rúa alentó a los constructores, al cuestionar el plan para construir 10 mil kilómetros de autopistas (Plan Laura) y prometer aumentar la inversión pública.Gallo –posible ministro de Obras Públicas de la Alianza– abogó por definir un plan de obras en lugar de la discusión estéril sobre qué obra sí y cuál no. Meijide fue al grano más desembozadamente, criticando al Plan Laura como un “programa de obra faraónico” que hay que descartar.

SE FRENO LA CAIDA DE LA INDUSTRIA
Y en agosto resucitó

En agosto se detuvo la caída de la producción industrial. Al menos en la comparación con el mes anterior. El secretario del área, Alieto Guadagni, aseguró ayer que “comienzan a aparecer signos alentadores” que preanuncian el fin de la recesión. La actividad de las industrias registró un alza del 4 por ciento respecto a julio, en la estimación que excluye los factores estaciones, y un 6 por ciento con estacionalidad. Sin embargo, el mejor clima que destaca Guadagni no alcanzó para evitar que la producción se ubicara un 7 por ciento por debajo de la de agosto del ‘98. “Los datos de agosto presentan signos alentadores que parecen indicar el inicio de un cambio de tendencia”, subrayó el funcionario. “Por ejemplo”, dijo, “la producción de aluminio aumentó un 15 por ciento con relación a igual mes del año pasado. En otros sectores, en cambio, el avance se dio respecto a julio último, pero se mantuvo la caída en comparación con el octavo mes del año pasado”.Es el caso de los despachos de cemento, con un alza de 12,3 por ciento sobre los valores de julio y una disminución de 3,4 puntos respecto a agosto del ‘98. Ocurrió lo mismo con las ventas de acero, con una suba del 15 por ciento y una merma de 29,5. Otro hecho remarcado por Guadagni es que si se excluye en agosto la performance del sector automotriz, con fuerte incidencia sobre el índice de actividad industrial global, éste bajó apenas un 0,5 por ciento.

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