La explosiva
combinación de narcotráfico, asesinatos y política desató otro megaescándalo en
México después de que ayer se conoció la carta que el ex subprocurador de Justicia,
Mario Ruiz Massieu, escribió antes de suicidarse en Estados Unidos. En la nota (ver
aparte), Massieu señala directamente al gobernante Partido Revolucionario Institucional
(PRI) y al actual presidente, Ernesto Zedillo, como los responsables del crimen de su
hermano José Ruiz Massieu, el segundo hombre fuerte del PRI, en 1994. Y denuncia que los
procesos en su contra por lavado de dinero fueron fabricados por el gobierno mexicano en
represalia por sus acusaciones contra funcionarios priistas. En medio de la violenta
campaña para elegir en noviembre al candidato presidencial del PRI, la carta promete
complicar aún más la cruzada del partido por limpiar su imagen. Mario Ruiz Massieu se
suicidó el miércoles con una sobredosis de drogas en Estados Unidos, donde estaba bajo
arresto domiciliario desde 1995. Ese año, después de escapar de México, fue arrestado
en Nueva Jersey por un delito menor. La aduana descubrió que Massieu había declarado
menos plata de la que trasladaba. La detención abrió el camino a una investigación que
desembocó en la acusación de haber blanqueado nueve millones de dólares del
narcotráfico mexicano a través de un banco en Texas. Paralelamente, México pedía
cuatro veces sin éxito su extradición por otro delito. En setiembre de 1994, su hermano
fue asesinado cuando él era subprocurador de Justicia. Meses después, fue acusado de
trabar a través de intimidaciones y torturas las investigaciones del
escandaloso caso por el cual Raúl Salinas de Gortari, hermano mayor del entonces
presidente del país, fue condenado a 27 años de prisión como autor intelectual de la
muerte.El diario mexicano Reforma, que reveló la polémica carta de Massieu, publicó
ayer una entrevista con el ex jefe de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Tom
Cash. El ex funcionario norteamericano declaró que la muerte de Massieu debe ser
una muy buena noticia para los Salinas, porque se lleva con él los
secretos sucios de la familia. Según las fuentes citadas, varios testigos
protegidos por el Departamento de Justicia estadounidense implicaron al ex procurador
como parte de una maraña de complicidades que habrían ayudado al clan Salinas a
obtener cerca de 500 millones de dólares provenientes del narcotráfico.El
secretario de la gobernación de México, Diódoro Carrasco Altamirano, relativizó las
implicaciones políticas de la carta. Pero su esfuerzo pareció opacarse cuando el
procurador de Justicia Jorge Madrazo, señalado en la nota de Massieu como uno de sus
asesinos, salió al cruce de las denuncias. Su actitud de
psicópata demuestra que Massieu siempre trató de eludir sus culpas y
así lo hizo en su mensaje póstumo, contraatacó. Y ante la inminencia de las
elecciones internas del PRI el próximo 7 de noviembre, Madrazo procuró evitar que la
cercanía del narcotráfico empañe la inédita decisión de Zedillo de no nombrar a su
sucesor a dedo. Por eso lanzó una advertencia a los cuatro precandidatos para que eviten
cruzarse acusaciones irresponsables sobre sus presuntas relaciones con el
narcotráfico.
Un fiscal más allá de la muerte A quien corresponda:Soy absolutamente inocente de todos los cargos que
se me han hecho. El gobierno me acusó ilegal e injustamente, para lo que fabricó pruebas
y compró testigos. Ernesto Zedillo no perdonó que denunciara a los dirigentes del PRI el
23 de noviembre de 1994. Se vengó por eso. Para encontrar a los homicidas de mi hermano
hay que iniciar una investigación que empiece por Zedillo.El y yo supimos que no era
ajeno a los dos crímenes políticos de 1994. A mi hermano, José Francisco, lo asesinaron
miembros del PRI y lo sabe muy bien el presidente Ernesto Zedillo que mucho tuvo que ver
para ello.Soy yo y sólo yo, quien decide cuándo me ausento de la vida para recobrar la
libertad. Los homicidas son ellos. Los que me la han quitado. Amo la vida en libertad. No
la sometida a las arbitrariedades del gobierno. Esta no la necesito. Mis asesinos son
Ernesto Zedillo, Antonio Lozano, Pablo Chapa, Jorge Madrazo, José Luis Ramos Rivera y sus
cómplices, entre los que destacan el traidor Jorge Carpizo, y las personas que se han
prestado a la fabricación de pruebas. Así como algunos elementos de la prensa
mexicana.Amé la vida y me fui cuando me cansé de amarla sin vivirla. Deseo que al irme
deje por fin Ernesto Zedillo en paz a mi familia y se detenga la persecución en su
contra.A todos los que me quisieron, gracias y Dios los bendiga, a los que me
persiguieron, Dios los perdone.Mario Ruiz Massieu. Nueva Jersey EE.UU. 1999 |
|