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Por Carlos Stroker No fue un allanamiento, no fue un allanamiento, decía por todos lados el secretario general de River, José María Aguilar, luego de que a la sede del club ingresaran el vocal de la comisión directiva Daniel Kiper y un oficial de Justicia para solicitar la documentación con respecto a la transferencia de Marcelo Gallardo al Mónaco de Francia. Pero la versión sobre el allanamiento ya parecía imparable. Todo comenzó cuando Kiper se presentó ante el juzgado número 64, a cargo del juez Federico Quinteros, para pedir la investigación de la transferencia de Gallardo. Como el juez pidió la exhibición de documentación, a las 16 de ayer Kiper y el oficial de Justicia llegaron al la sede y se acercaron a la oficina del abogado del club y pidieron ver la carpeta de la transferencia de Gallardo al Mónaco de Francia. Luego de verla, hubo intención de llevarse el material al juzgado del doctor Quinteros, pero el letrado no lo permitió, ya que en el escrito del juez sólo se solicitaba la muestra de los papeles. Fue sólo una medida cautelar y nada más que eso, dijo Aguilar a Página/12, mientras el abogado le mostraba los faxes, contratos y todo lo vinculado con el pase del ex volante millonario. Gallardo fue vendido hace seis meses al Mónaco en una cifra superior a los nueve millones de dólares. En River estaban preparando todo para el encuentro de hoy ante Lanús y de pronto la tranquilidad se vio sacudida por la llegada de la Justicia. Kiper, como hombre de la Comisión Directiva, está habilitado para exigir la presentación de nuevos documentos. Dentro de la lucha política de River, algunos dirigentes intentan saber si hay algún ocultamiento en el monto de los pases. Desde hace varios días algunos altos dirigentes de River tal el caso de Alfredo Davicce han estado hablando con la prensa para explicar cómo se hicieron las operaciones más resonantes del club. Pero no sólo eso, sino que también desde la AFIP los sabuesos siguen de muy cerca todo lo referido a las ventas, entre ellas la de Ariel Ortega, que en su momento se hizo extrañamente en Brasil. Respecto de su accionar, Kiper señaló con claridad sus intenciones. Estuve aquí (en River) realizando un procedimiento judicial, dijo, para agregar: Vine a cumplir con una medida del juez, a ejercer el derecho que tengo. Me preocupa el empobrecimiento del club y el enriquecimiento de ciertos dirigentes que eran pobres el día de ayer, cuando asumieron la conducción y que ahora son millonarios, tienen cuentas en Suiza y están llenos de bienes, remató el dirigente. Pero este episodio no fue todo. A las pocas horas de lo sucedido con el oficial de Justicia, varios socios entre ellos el ex vicepresidente José Ballotta y el ex vocal Horacio Roncagliolo presentaron un escrito al presidente del club, David Pintado. Entre otros puntos, en él le solicitan información comprometida oportunamente a suministrar por usted sobre la pertenencia o titularidad de representación, en un número aproximado a 30 jugadores amateurs, por un miembro titular de la actual Comisión Directiva.
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