La Universidad de Buenos Aires le torció el brazo al decano de Ciencias Económicas, con el rector Oscar Shuberoff a la cabeza de la pulseada (ver nota aparte). Ayer, por 22 votos a favor y sólo dos en contra, el Consejo Superior suspendió las elecciones en las que los 59 mil estudiantes de Económicas estaban eligiendo a sus representantes en el consejo directivo. El decano Juan Carlos Chervatín había desconocido una resolución en el mismo sentido tomada por el consejo de la facultad y había inaugurado los comicios el lunes pasado, cuando estalló el conflicto que dejó a varios estudiantes con serias lesiones. Además, el Consejo Superior instruyó al decano para que esclareciera aquellos hechos de violencia. Al aceptar las resoluciones de la universidad y cerrar las urnas en la tarde de ayer, Chervatín logró gambetear la expulsión que lo acechaba: el bloque de consejeros de la Alianza aceptó anoche, aunque con reparos, levantar el pedido de destitución. “Fue una decisión muy positiva que va a permitir pacificar los ánimos. Si el decano acata la resolución y suspende las elecciones, seguiremos trabajando todos juntos”, comentaba a Página/12, por la tarde, el vicedecano Carlos Degrossi, uno de los consejeros que había impulsado la destitución de Chervatín por desacato. Sin embargo, la suspensión de los comicios provocó una nueva vuelta de tuerca: ahora, la mayoría de las agrupaciones estudiantiles de la facultad se opone al impasse electoral. Pasado el mediodía, el máximo órgano de la universidad se reunió en la sede del Rectorado. Con un ojo todavía morado, el consejero superior Leandro Gil –uno de los estudiantes de Franja Morada que sufrió agresiones– pidió que se tratara sobre tablas el capítulo Económicas. La propuesta fue aprobada y el decano de la Facultad de Derecho, Andrés D’Alessio, presentó un proyecto para suspender las elecciones estudiantiles de esa facultad hasta que se resuelva la situación. Sólo hubo dos votos en contra: fueron los del propio decano Chervatín y de un consejero del Movimiento Nacional Reformista (agrupación que, en Económicas, con el nombre “Manuel Belgrano”, apoya a la actual gestión). La amplitud del resultado –se comentaba ayer en Rectorado– dibuja claramente que Shuberoff le bajó el pulgar a su viejo amigo Chervatín. Ahora, la Comisión de Interpretación y Reglamento de la UBA deberá decidir si la elección continúa o se convoca una nueva. Es decir, debe resolver si la lista de Alianza-Franja Morada que avaló el decano (en desmedro del consejo directivo de su facultad) es o no válida. El decano había inclinado la balanza a favor de un sector de Franja que respondería a Enrique Nosiglia, mientras dejaba afuera a la lista de más tradición en la facultad, apoyada por la mayoría de los consejeros. Dada la votación de ayer y el pulgar invertido del rector, el sector que hasta ahora miraba los comicios desde afuera ya se considera adentro de la elección. Pero habrá que esperar al menos quince días, hasta la próxima reunión del Consejo Superior.Por otro lado, ayer el centro de estudiantes decidió también levantar los comicios para renovar sus autoridades, que se estaban haciendo en conjunto con los de claustro. La Justicia había hecho lugar a una medida cautelar y las había suspendido, pero el centro había hecho caso omiso de la medida. Pero ayer la UBA presionó y se cerraron las urnas hasta que la Justicia decida. Además, el decano se había comprometido a hacerlo para acercar posiciones con sus consejeros. “La facultad no puede facilitar la elección del centro de estudiantes porque estaría vulnerando una medida judicial”, ratificó el vicedecano.Las decisiones de la UBA y de la Justicia de suspender las elecciones fueron repudiadas por casi todas las listas estudiantiles en disputa. “Se está imponiendo la interna de una corriente o partido por sobre este proceso democrático y por sobre las voluntades de los estudiantes o las agrupaciones involucradas en el proceso electoral”, denuncia una cartaredactada por las diversas agrupaciones. “Es una barbaridad que por un problema de Franja Morada ahora haya que suspender todo. Ya votaron casi 20 mil personas, hace tres días que personal de la facultad está trabajando y ahora hay que tirar todo a la basura”, protestó en diálogo con este diario la consejera Cecilia Nahón, de la independiente TNT. E insistió: “De las doce listas, los únicos que querían suspenderla eran los del sector de Franja que se quedó afuera”.

DIALOGO CON SHUBEROFF, QUE CRITICO A CHERVATIN
“El decano se inmiscuyó”

Por Cecilia Sosa

“Para la UBA, la violencia es grave y en eso no hay amigos”, se plantó el rector Oscar Shuberoff, en una entrevista con Página/12, instantes después de que el Consejo Superior suspendiera las elecciones estudiantiles de Ciencias Económicas. Cuando el rector dice amigos, no sólo se refiere a que la crisis se desató en el seno de la agrupación radical que lo sostiene (Franja Morada). También incluye a varias personas muy cercanas a él. Entre ellas, en un rincón del ring, al propio decano Juan Carlos Chervatín. Y, en la otra esquina, a dirigentes estudiantiles y funcionarios de la UBA que integran el sector de Franja desdeñado por Chervatín. A quien acusó duramente: “El decano se inmiscuyó en el conflicto estudiantil y quedó incapacitado para resolverlo. Por eso, tuvo que intervenir el Consejo Superior”, dijo Shuberoff, antes de confesar que sufría “dolores musculares a causa de la tensión”. –Era sólo una elección estudiantil y hubo varios estudiantes heridos. –En este tipo de actos hay intereses legítimos en juego. Pero la violencia no es legítima, es perversa: hay chicos lastimados. En la facultad o en las cercanías, eso no me interesa. Hemos ordenado a la facultad la confección un sumario para investigar los hechos. Nadie debe sentirse autorizado a usar la violencia. Esta sociedad pagó muy caro los hábitos violentos para que algunos intenten restaurarlos. Y esto es muchísimo más grave cuando ocurre en la universidad que, muchas veces, ha dado lecciones civiles al conjunto de la sociedad. No podemos hacernos los distraídos. –¿Cree que el conflicto está resuelto?–Sí. La suspensión de las elecciones va a permitir que vuelva a reinar la normalidad. El Consejo Superior ahora deberá decidir si se anula la elección y se ordena una nueva, o si se le confiere validez y continúa. En cualquier caso, el decano y el consejo directivo se han comprometido a acatar la decisión sin acudir a la Justicia. –¿Cómo evalúa la actuación del decano Chervatín en el conflicto?–El decano quedó involucrado en el conflicto estudiantil, ése fue el problema. En lugar de resolver, se inmiscuyó como parte y quedó incapacitado para decidir. Al tomar partido por un sector y desconocer al otro, que era apoyado por los dos tercios del consejo directivo, el conflicto quedó sin juez. Por eso, fue imprescindible que el Consejo Superior impusiera orden. Es excepcional que este tipo de cuestiones lleguen al Consejo. –El conflicto surgió en la Franja Morada. ¿Esto lo afecta de modo personal? –Está involucrada gente con la que además de tener una solidaridad política, siento afecto personal. Pero para el Consejo Superior la violencia es grave y en eso no hay amigos. –Las elecciones para el centro de estudiantes continuaron a pesar de que la Justicia las había suspendido. –Es un hecho grave. El centro de estudiantes siguió adelante cuando se había interpuesto una medida cautelar. Esto constituye un delito y deberá ser sancionado por la Justicia. –¿Cree que las autoridades son cómplices? –Indirectamente, sí. Las elecciones del centro de estudiantes y del consejo directivo se celebran de manera conjunta y, si bien el decano no es el responsable, su situación se complica al seguir brindando la infraestructura y los empleados no docentes de la facultad para llevar adelante los comicios.

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