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Por Raúl Kollmann La Policía Bonaerense está en estado de asamblea. Los mandos departamentales, los intermedios y los retirados admiten que lo de Ramallo fue un desastre, básicamente porque no hubo conducción ni coordinación alguna. Algunos efectivos tiraron a las gomas, otros a matar, la salida de los delincuentes no estaba bien prevista y la fuerza quedó aún más desprestigiada que antes. El ministro Osvaldo Lorenzo y los jefes policiales de más rango ya no tienen poder ni credibilidad. Durante todo el fin de semana, en quintas, domicilios particulares y en bares de Quilmes, Morón, San Martín, San Miguel, Escobar y La Plata hubo tumultuosas reuniones donde abiertamente se discutió sobre la situación de la fuerza. Los ex poderosos comisarios aprovecharon la oportunidad para volver a la ofensiva con un reclamo tajante: que vuelva a haber un jefe uniformado de la Bonaerense. Este fue --según coinciden tanto en la fuerza como en la dirigencia de la comunidad judía-- el mensaje de la nueva profanación de tumbas de La Tablada y también del copamiento del hospital de Morón: fueron operaciones protagonizadas o pagadas por policías para instalar la idea de que o vuelve a haber un jefe policial de uniforme o esto será el caos y el fin de la candidatura presidencial de Eduardo Duhalde. Todas las fuentes policiales consultadas por este diario anticipan peligros de todo tipo. Página/12 realizó ayer un detallado relevamiento sobre los síntomas del desbande que en las últimas horas se vive en la Bonaerense: * Osvaldo Lorenzo está completamente derrotado, más allá de que Duhalde lo ratifique o no. En la fuerza sostienen que debió estar en Ramallo supervisando minuciosamente la resolución del caso incluso en paridad con el juez. La falta de coordinación entre halcones y geos fue determinante en la tragedia y era su responsabilidad. * La muerte de un preso clave como Martín Saldaña demuestra igualmente la forma en la que Lorenzo --y en este caso también el juez Carlos Villafuerte Ruzo-- perdieron el control. Era evidente que había peligro de una venganza o un intento de silenciar al delincuente. * Los mandos policiales cercanos a Lorenzo también quedaron cuestionados, desprestigiados y sin poder alguno. Empezando por un hecho taxativo: no se sabe si continuarán en sus puestos o serán desplazados. * Los poderosos y millonarios ex comisarios de la Maldita Policía están a la ofensiva. En las reuniones con sus seguidores ya han hecho conocer su planteo básico: quieren que haya otra vez un jefe de la Bonaerense que no sea civil sino policía. "Uno va a la jefatura y no encuentra ni un policía, son todos civiles", se argumentó en una reunión realizada el sábado en Morón. Los porongas quieren incluso que la designación recaiga en un retirado -mencionan a Oscar "Coco" Rossi-, lo que les abriría las puertas para ubicar a sus hombres otra vez en la estructura. Para el jueves hay programadas reuniones oficiales en los círculos de oficiales retirados de varias zonas del Gran Buenos Aires. Se viene allí una gran polémica. * Dentro de la fuerza, los comisarios reclaman una urgente reunión general de todos los mandos departamentales, tanto de seguridad como de investigaciones."No podemos seguir así. Acá ahora todo el mundo tiene miedo de actuar. ¿Qué pasa si hay otro caso Ramallo? ¿Quién va a conducir? ¿Qué vamos a hacer?", le dijo a este diario un comisario con gran responsabilidad en la fuerza. "Tenemos miles de ex policías listos para pegarnos y hacer un desastre. Hacen cola", concluyó el alto oficial. * En la comunidad judía y también dentro de la fuerza existe la convicción de que la profanación de tumbas de La Tablada, como otras anteriores, fue pagada por policías para instalar todavía más la idea de que es necesario un jefe policial de la Bonaerense. Desde 1991 hasta ahora se produjeron ocho profanaciones. En cinco de ellas hay policías sospechosos y en dos hubo policías detenidos. "Todas las internas, los líos con el poder político, siempre los saldan profanando tumbas judías", sentenció uno de los máximos responsables de los cementerios de la comunidad. Los dirigentes de la DAIA y la AMIA coinciden en este análisis. * En la fuerza también consideran más que sospechoso el copamiento del Hospital de Morón por una banda de ocho personas. Supuestamente fueron a rescatar a un detenido, Luis Ramírez, alojado allí porque recibió un puntazo en su celda. "No tenía una herida tan importante como para internarlo, la banda del rescate era demasiado grande y ni siquiera se preocuparon en serio de rescatar a Ramírez, a quien finalmente no se llevaron. Da toda la impresión de que fue para asestar otro golpe. A los policías, en actividad y retirados, no hay cosa que los indigne más que un policía muerto. El objetivo era armar más quilombo", sostuvo indignado otro comisario de la zona de Morón. La realidad es que la catastrófica actuación policial de Ramallo produjo la parálisis de la fuerza, un estado asambleario y, sobre todo, una furibunda ofensiva de los millonarios ex jefes de la fuerza que siguen teniendo enorme influencia. Lo resume otra vez el comisario de Morón: "En el caso de Ramallo se reaccionó como antes, como policía de gatillo fácil. Se probó que los métodos no variaron mucho, pero lo más grave es que nadie ve cómo cambiar las cosas ni quién puede conducir ese cambio. Encima, la vieja mafia espera a la vuelta de la esquina". RESPALDO DE EDUARDO DUHALDE AL MINISTRO
LORENZO Duhalde junto a Romá, el intendente
Por Horacio Cecchi La visita de Duhalde tuvo lugar después de tantear cuidadosamente el clima en Villa Ramallo. El viernes, cuando se encontraba a medio camino del pueblo, la muerte de Saldaña en el calabozo de la comisaría 2ª local lo decidió a abortar el viaje y a enviar como emisario a Balito Romá. El vice, ex intendente de Ramallo, se cargó con todas las facturas comunitarias. Y paradójicamente, las más duras vinieron del lado de algunos concejales del PJ, alineados en el sector pierrista desplazado de las precandidaturas a intendente. "Hermano, vos venís para cortar una cinta de 50 metros de asfalto, pero cuando las papas queman te borrás", le echaron en cara en la reunión con el Foro. El sábado por la tarde, algo más distendidos los ánimos, Roberto Comolli, presidente de la Junta de Seguridad de Ramallo, recibió el llamado del Defensor de Seguridad de San Nicolás, Oscar Marchi. "Un representante del gobierno de la provincia quiere reunirse con el Foro", deslizó. Comolli, también integrante del Foro local, aceptó el encuentro y fijó lugar y fecha: en su propia casa, el domingo, a las 11.30. A esa hora estaban los 17 representantes de las instituciones intermedias, pero Duhalde tanteó hasta último momento el clima. Ninguno de los presentes sabía quién era el funcionario que recibirían. "Oh sorpresa, cuando cayó Marchi lo hizo con el gobernador en persona. No lo esperábamos", aseguró Comolli a Página/12. La comitiva llegó en helicóptero hasta el Polideportivo de Ramallo, y cruzó en auto los 8 kilómetros que la separan de la Villa. Duhalde estaba acompañado por Romá, el intendente local Ricardo Ostuna y su secretario de Gobierno, Adalberto Pachioni. "La reunión fue tranquila. No hubo reproches. Duhalde vino a escuchar las opiniones de cada uno de nosotros. Y nosotros no hicimos más que reforzar una opinión casi unánime: las desinteligencias en la actitud policial bajo las órdenes del juez." Por su parte, Duhalde insistió con dos líneas de su estrategia: cargar contra Villafuerte Ruzo y sostener a Lorenzo después de descabezar los grupos especiales. "El juez es, por lo menos, responsable de la masacre por imprevisión", echó sobre la mesa además de asegurar: "Yo hubiera dado más tiempo a la negociación". Sostuvo que "es imposible explicarse cómo dispararon y cómo permitieron que salieran del banco. Villafuerte Ruzo no puede seguir con el caso. No puede ser juez y parte". Después aclaró que tenía en estudio con sus diputados "pedir la remoción del magistrado ante el Consejo de la Magistratura". También defendió la actuación de la policía local "desplazada por el juez y por los grupos especiales", el GEO y los Halcones, descabezados el viernes. Después de dos horas, se retiró sin decir palabra sobre Lorenzo. Del ministro habló en la puerta de la casa, ante los medios. En una suerte de apoyo explícito y provisorio, sostuvo que Lorenzo "hizo lo que debía hacer. Estuvo en Ramallo el día anterior al desenlace apoyando la negociación". ATENTADO A LA COMUNIDAD JUDIA CON LECTURA
POLITICA La comunidad judía repudió la profanación de 62 tumbas del cementerio de La Tablada, descubierta ayer a la mañana, un día antes de la celebración del Yom Kippur. Miguel Angel Toma, secretario de Seguridad Interior, se sumó a la queja por el atentado y anunció que se aumentará la vigilancia en instituciones y entidades de la colectividad. El funcionario dijo que "se había recomendado a todas las fuerzas prestar particular atención a los cementerios" israelitas de la provincia de Buenos Aires, pese a lo cual se produjo el ataque. Las declaraciones de Toma no hacen otra cosa que reforzar la idea de que la profanación es parte de la dura lucha interna de la Policía Bonaerense. La comunidad teme que se la tome como campo de batalla de la situación de la fuerza de seguridad. El número de tumbas profanadas coincide con los meses transcurridos desde el atentado a la sede de la AMIA, que el 18 de julio de 1996 se cobró 86 víctimas, hoy se celebra el Día del perdón, la fecha más sagrada del calendario judío y durante toda la semana hay programadas distintas actividades que bien podrían ser blanco de nuevos atentados, entre ellas los Juegos Macabeos del próximo fin de semana. Los cuidadores del cementerio descubrieron los daños a las 62 tumbas ayer a la mañana. No hubo inscripciones y ningún grupo se adjudicó el ataque. Los mayores daños fueron las roturas de cabeceras y vidrios. El 24 de diciembre de 1996 las profanaciones incluyeron pintadas antisemitas. El primero de enero de 1997 se destruyeron veinticuatro lápidas del cementerio judío de Ciudadela. El último atentado fue el 25 de diciembre de 1997, justamente en el mismo sector atacado ayer. Aquel día también se rompieron fotografías de los difuntos. La causa por esas profanaciones estaba a cargo del juez Héctor Alí, quien la semana pasada fue baleado en un confuso episodio, caratulado como intento de robo. La nueva causa por el atentado de ayer está en poder del juzgado número 3 de Morón a cargo de Alberto Criscuolo. No hay detenidos y efectivos de la Policía Bonaerense trabajaron en el cementerio hasta las 15, en que fue cerrado hasta el martes por la festividad del Yom Kippur. Tras conocerse la agresión de La Tablada, el secretario Toma repudió el ataque y recordó que hace veinte días, y ante la proximidad del Yom Kippur, en la sede del organismo que conduce se reunió con el ministro bonaerense de Justicia Osvaldo Lorenzo, representantes de la Policía federal, Gendarmería y Prefectura para analizar las medidas de seguridad para estas fechas. Sin embargo, no dijo por qué esos dispositivos fallaron ayer en La Tablada. Por el contrario, echó nafta al incendio de la Bonaerense cuando explicó que "desde la Policía Federal, el comisario Luis Palacios, jefe de la Dirección de Investigaciones de la Unidad de Direcciones Antiterroristas, le había planteado a Lorenzo y a (ex secretario de Seguridad) Carlos Lufrano la necesidad de poner particular énfasis en el control de los cementerios judíos bonaerenses".
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