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Un grupo comando de al menos siete hombres, que ayer por la tarde intentó rescatar a un delincuente atendido por una herida de arma blanca en el Hospital de Morón, baleó a dos suboficiales de la Bonaerense que se encontraban de custodia en la puerta del quirófano. Los dos policías cayeron en el pasillo sin llegar a accionar sus armas y poco después murieron. En el hospital se registraron escenas de pánico luego de que se escucharan los disparos y fueran cerradas las puertas para evitar la fuga de los comandos. Los atacantes no lograron su objetivo pero alcanzaron a ganar la calle y desaparecer a bordo de dos automóviles. Luego, la policía detuvo a dos presuntos integrantes del grupo. Minutos después de las 16, el grupo comando entró al Hospital de Morón por la puerta que da sobre la calle Córdoba 755, casi esquina Monte. El grupo, integrado al menos por siete hombres --las fuentes policiales consideraron como muy probable que contaran con apoyo en el exterior--, inmediatamente se dirigió hacia los quirófanos. Allí atendían a Luis Ramírez, un detenido que había sido trasladado desde las seccional de Morón hasta el hospital para ser atendido por una herida de arma blanca recibida en uno de sus brazos durante una pelea entre presos. En la puerta de la sala habían quedado de consigna el cabo Silvio Aguilar y el sargento primero Miguel Angel Medina. Al llegar al quirófano, el grupo apenas dio tiempo a reaccionar a los policías. El enfrentamiento impidió que los delincuentes lograran liberar a su cómplice, pero terminó con la muerte del cabo y del sargento. Según los testigos, el tiroteo fue muy intenso. "Se escucharon ruidos y se cerraron todas las puertas del hospital, fue un momento de mucho miedo", relató una mujer que se encontraba en la institución con su hijo de diez años. "Yo estaba en la guardia pediátrica junto a otras diez personas y había más gente en la sala de neonatología. De repente, sentimos ruidos, se generó un gran tumulto y se cerraron las puertas. El nene y yo nos tuvimos que tirar debajo de las camillas porque decían que habían entrado ladrones. Mi nene estaba muy asustado. Las enfermeras corrían por todos lados. Lo que menos podíamos pensar fue que pudiera haber tiros dentro del hospital. Estaba desesperada", relató la mujer. Otra testigo que estaba en la seccional aseguró haber visto cuando llevaban a Ramírez hacia el hospital. "Tenía el brazo herido y perdía mucha sangre --sostuvo--. La policía llamó al hospital. Aparentemente les dijeron que no había ambulancias y que lo tenían que llevar hasta allá. Los policías no sabían qué hacer, pero el delincuente se quejaba y lo trasladaron." Según los investigadores de la Jefatura Departamental del Conurbano Oeste, se sospecha que el rescate estuvo planificado con antelación y que Ramírez habría provocado la pelea en la seccional para ser trasladado al hospital, donde sabía que intentarían rescatarlo. Luego del tiroteo y frustrado su objetivo, los delincuentes abandonaron el edificio aprovechando la confusión reinante, subieron a un Volkswagen Polo blanco y a un Peugeot, y desaparecieron. Según los investigadores, uno de los cómplices de Ramírez habría resultado herido. La policía desplegó un amplio operativo, y al cierre de esta edición se informó que habrían sido detenidos dos hombres, uno de ellos de 25 años. Además, la policía halló un Daewo blanco, con las puertas abiertas y manchas de sangre, aunque todavía no se ha confirmado que haya sido utilizado en la fuga. Luis Ramírez, de 26 años, había sido detenido hace poco menos de un mes tras una espectacular persecución, después de intentar cometer un asalto en la zona de Castelar junto a varios cómplices. El grupo fue descubierto y perseguido por un patrullero de recorrida. La persecución llegó al centro de Morón, hasta que finalmente Ramírez fue detenido junto a uno de sus compañeros. Ambos quedaron alojados en la comisaría 1ª de la misma localidad, donde ayer se produjo la presunta reyerta.
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