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Por José Natanson Yo voy a ser tan generosa como sea Fernando (de la Rúa). Graciela Fernández Meijide deslizó esta frase durante una reunión reservada con un grupo de radicales bonaerenses, advirtiendo que su futuro gabinete estará tan abierto a la UCR como lo esté el gobierno nacional al Frepaso. Aunque ella se niega a especular sobre sus futuros ministros, lo cierto es que cerca de la candidata aliancista se maneja un puñado de nombres, entre los que sobresale el de su operador político dilecto, Rodolfo Rodil, como futuro ministro de gobierno. Los nombres en danza para ocupar cargos en un eventual gobierno nacional se acumulan a medida que De la Rúa crece en las encuestas. Algo similar ocurre en la provincia de Buenos Aires, en donde Fernández Meijide supera al justicialismo por una diferencia apenas menor a la registrada en todo el país. Sin embargo, a pesar de haber consolidado la ventaja, Graciela se niega a especular sobre los dirigentes que integrarán su gabinete. Primero hay que cazar el oso y recién después vender la piel, sostiene cada vez que la consultan por el tema. Esta metáfora no le impidió esbozar una serie de definiciones con base en las que finalmente decidirá los nombres de los funcionarios. La primera, la que más inquieta al poderoso radicalismo bonaerense, es que la voluntad de abrir el gabinete a la UCR estará vinculada a la apertura que produzca De la Rúa en el Ejecutivo nacional. Cerca de Graciela recuerdan que el acuerdo firmado antes de la interna abierta del año pasado incluía una cláusula que especificaba que los socios de la Alianza integrarán de manera equilibrada los gobiernos de la Nación y la provincia. Claro que, antes de sugerir nombres, los caudillos de la UCR provincial deberán definir las cosas entre ellos. La candidata ha asegurado también que los cargos más importante estarán reservados para personas de su extrema confianza. En este contexto se inscribe la posibilidad que en la Alianza todos dan como un dato cierto de que Rodil ocupe el Ministerio de Gobierno, el equivalente provincial del Ministerio del Interior. El diputado es el dirigente político más cercano a Graciela: fue su jefe de campaña para la interna abierta, piloteó en su nombre los tortuosos acuerdos de ingeniería electoral y es el nexo político con el radicalismo. Actualmente dirige el comando de campaña bonaerense. La tercera certeza de Fernández Meijide es que los ministros provinciales con funciones económicas deberán mantener un diálogo fluido y constante con el titular de Economía de una eventual gestión de De la Rúa. A diferencia del gobierno nacional, en donde Roque Fernández concentra todas las funciones, en la provincia de Buenos Aires el área está dividida en tres carteras Economía, Producción y Obras Públicas a las que se suma como lugar expectable la dirección del Banco Provincia. Varios técnicos, con perfiles y trayectorias distintas, podrían ocupar estos lugares. Arnaldo Bocco es uno de ellos. En la Alianza nadie duda de la idoneidad del economista, uno de los primeros técnicos importantes en asociarse al Frepaso. Graciela habla maravillas del actual director del Banco Ciudad y pone una sola objeción: Bocco no cuenta con un equipo importante de asesores que lo respalde. Otro frepasista con posibilidades de sentarse cerca de Graciela es Oscar Cuattromo, un economista especializado en temas vinculados a la producción y las pymes. En la otra vereda de la Alianza se ubica el radical Roberto Frenkel, ex jefe de asesores de Juan Sourrouille que trabajó junto a Fernando Henrique Cardoso en Brasil y actualmente dirige la fundación CEDES. La nómina se completa con Guillermo Rozenwurcel, un economista radical que cuenta con una ventaja fundamental: es un hombre de confianza de José Luis Machinea y trabaja en FADE, la fundación que dirige el casi seguro ministro de Economía de De la Rúa. Más allá de que Graciela se niegue a entrar en especulaciones, lo cierto es que sus equipos ya se encuentran trabajando. Hace un par de semanas,Bocco y Cuattromo se contactaron con dos jefes de la UCR bonaerense -Leopoldo Moreau y Juan Manuel Casella para pedirles el nombre de algún economista especializado en temas de producción. El equipo de la Alianza bonaerense se encuentra estudiando el organigrama del Ejecutivo provincial. Si bien no hablan de formular un rediseño tan radical como el que planea De la Rúa (ver aparte), los técnicos ya detectaron algunos problemas que planean modificar. El más importante, la concentración registrada en la Secretaría General de Gobierno. Esta dependencia, que funciona con autonomía del gabinete, centraliza planes y partidas claves: el Consejo del Menor y la Familia, los campeonatos deportivos, los programas de becas. Según sostienen cerca de Graciela, el objetivo de Eduardo Duhalde era manejar a través de un solo hombre de confianza Rubén Citara estos recursos, clave para alimentar aparatos políticos y presionar a los intendentes. La idea es distribuir las partidas en los ministerios y convertir a la Secretaría en un organismo de apoyo técnico para la gobernación.
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