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 Diez mil
paramilitares indonesios armados hasta los dientes son el principal peligro que deberá
enfrentar la Fuerza Internacional de paz para Timor Oriental. Y los paramilitares no
están solos, porque cuentan con el apoyo oficioso de las Fuerzas Armadas indonesias. Y ya
anunciaron que lucharán hasta la muerte en una "guerra santa" contra la
invasión extranjera. Enrico Guterres, el vicecomandante de los paramilitares, aseguró que sus fuerzas no serían "empujadas fuera del territorio". El líder del Ejército indonesio en Timor Oriental, general Kiki Siahnakri, dijo que la mayoría de sus tropas serían retiradas para el sábado que viene. Pero fuentes de los guerrilleros independentistas timorenses contradijeron esta versión. "Los soldados no se están movilizando en lo más mínimo", aseguró Ano Loy, miembro del Consejo por la Resistencia de Timor Oriental. La fuerza internacional de paz (Interfet) puede tener problemas desde el momento mismo en que aterrice el primer avión Hércules en el aeropuerto de Dili, capital de Timor. El aeropuerto está muy expuesto, y las primeras tropas que lleguen tendrán bien poco con qué guarecerse. A los analistas occidentales los preocupa especialmente que los paramilitares usen a los civiles que quedan como escudos humanos. Se espera que la mayoría de los ataques venga de las colinas que rodean Dili. Esto se volverá más significativo una vez que Interfet se despliegue fuera de Dili, ya que el territorio es ideal para emboscadas contra las fuerzas internacionales, que llevarán armamento ligero. Si las tropas indonesias favorecen a los paramilitares más allá de lo que han venido haciendo, es seguro que el conflicto será largo y sangriento. La Cruz Roja estimaba ayer que 800.000 de los 850.000 habitantes que quedaban en Timor Oriental habían huido a las colinas, o estaban en Timor Occidental. Esta población enfrenta una catástrofe humanitaria. No tiene alimentos ni agua ni medicinas. Y soporta un clima húmedo y cálido, como de sauna, después de cinco meses sin lluvias, que ya favoreció la difusión de una malaria ubicua que contagian los mosquitos.
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