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TUVO QUE DESPLAZAR A SU MINISTRO DE JUSTICIA Y SEGURIDAD TRAS SOLO 45 DIAS
Duhalde llega con la lengua afuera

La masacre de Ramallo cortó la carrera de Osvaldo Lorenzo, que había reemplazado a Carlos Arslanian después del pedido de Carlos Ruckauf para que la policía se dedicase a “meter bala”. Luego de 72 horas de reflexión, Duhalde desplazó al funcionario que culpó al divorcio por el aumento del crimen.

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Por Diego Schurman
t.gif (862 bytes)  Carlos Soria asumirá hoy como ministro de Justicia y Seguridad bonaerense en reemplazo de Osvaldo Lorenzo. El gobernador Eduardo Duhalde tomó la decisión para renovar los aires en un área sensibilizada tras la masacre de Ramallo y ganar oxígeno para recomenzar la campaña proselitista. “Le pido a la Alianza que no ataque al nuevo ministro sino que lo ayude”, exclamó el candidato del PJ en una conferencia de prensa. “Es una decisión improvisada”, le respondió su competidor de la Alianza, Fernando de la Rúa.

Soria, de 50 años, es diputado justicialista en representación de Río Negro y ahora integra el lugar número 17 de la lista de candidatos a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.

Se relacionó con los temas de seguridad a través de proyectos legislativos, y entre ellos se recuerda uno de principios de abril, que elaboró con la anuencia de Duhalde para endurecer la legislación. La iniciativa, una consulta popular vinculante que nunca prosperó, contemplaba un agravamiento de las penas y el otorgamiento de mayores facultades para la policía (ver más información en esta página).

El elegido de Duhalde conoce el trabajo de la Policía Bonaerense gracias a su papel de presidente de la comisión bicameral que investiga los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA. Políticamente adquirió notoriedad por el giro que lo convirtió en un hombre de consulta del duhaldismo luego de haber militado fervientemente en las filas menemistas.

A pesar de sus continuas arengas contra la violación de la Constitución, sus colegas en el recinto recuerdan cuando estampó su firma en una presentación judicial en Río Negro a favor de una nueva reelección de Menem. Soria tampoco fue ajeno a la comitiva justicialista que, con la excusa de esclarecer la muerte de Noemí Esther Molfino, se trasladó a España para cuestionar las investigaciones del juez Baltasar Garzón por los crímenes de la dictadura militar.

Soria ya había estado en los planes de Duhalde cuando renunció León Arslanian al Ministerio de Seguridad y Justicia. Pero entonces el gobernador se inclinó por Lorenzo. “Me manejaré con la fuerza de los hechos”, dijo el ex juez al asumir. Los hechos de Ramallo forzaron su renuncia y le allanaron el camino a Soria.

Durante las 48 horas que el viernes pidió Duhalde para pensar el sucesor de Lorenzo, quien pidió alejarse por sentirse blanco de permanentes “ataques”, se barajaron una infinidad de nombres. José María Díaz Bancalari fue uno de ellos. No sólo por ser un incondicional de Duhalde sino también por tener experiencia en el manejo de la policía. Es que durante la gestión de Antonio Cafiero también ocupó el Ministerio de Gobierno, del que por entonces dependía la fuerza.

Díaz Bancalari integra un equipo de trabajo que confecciona la plataforma del candidato del PJ y que también integran Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Alberto Iribarne, entre otros. “Sacarlo de ahí hubiera sido como vestir un santo para desvestir otro”, dijeron en su entorno para explicar por qué no fue nombrado. “Zafamos”, fue, sin embargo, la sincera reacción de un estrecho colaborador del ministro de Gobierno.

A primera hora de ayer también corrió como reguero de pólvora el nombre de la actual secretaria de Justicia, María del Carmen Falbo, para que asuma provisoriamente el cargo. Falbo adquirió notoriedad por su actuación durante el motín de Sierra Chica.

Durante la conferencia de prensa en la que anunció el nombramiento de Soria, Duhalde también se encargó de defender la gestión de sus antecesores. De Lorenzo dijo que “hizo todo lo que tenía que hacer”, y de Arslanian que sufrió una “injusta persecución política”, pese a que fue una frase del candidato a gobernador bonaerense del PJ, Carlos Ruckauf -aquella de “meter balas” a los delincuentes–, lo que aceleró el pedido de la cabeza del ex camarista. Lorenzo fue ministro por 45 días, y Soria, de no haber sorpresas, estará en el cargo poco menos de tres meses. Duhalde necesitaba airear un área que arrastra constantes cuestionamientos por el accionar de lo que se dio en llamar la “maldita policía”.

La falta de autocrítica por el accionar de sus ministros también responde a una estrategia electoral. El gobernador y candidato del PJ quiere mostrar los recambios como el comienzo de otro, en una etapa superadora, y no como reconocimiento de falencias.

Ayer mismo al referirse a los acontecimientos de Ramallo, Duhalde le hizo cintura a los cuestionamientos y, en cambio, se preocupó en reclamar el apartamiento de las investigaciones del juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, y las policías Bonaerense y Federal. Sugirió que la Gendarmería reemplace a estos últimos.

El nuevo gabinete ministerial será dado a conocer hoy mismo por Soria y sus integrantes ya cuentan con el guiño de Duhalde. En esta oportunidad el gobernador en persona quiso saber el nombre de los funcionarios. No quiere sorpresas como las de Héctor Lufrano, el ex secretario de Seguridad de Lorenzo. Lufrano debió dejar el cargo a menos de un mes de asumir al conocerse que fue abogado de delincuente Luis “El Gordo” Valor.

 

CLAVES

ron2.gif (93 bytes) Duhalde no pudo retener a Osvaldo Lorenzo como ministro de Seguridad.
ron2.gif (93 bytes) Lorenzo estuvo 45 días y ayer fue llorado por un grupo de comisarios.
ron2.gif (93 bytes) Omiten Ramallo y dicen que el culpable de todos los males es Arslanian.
ron2.gif (93 bytes) El gobernador descartó a Díaz Bancalari y a María del Carmen Falbo.
ron2.gif (93 bytes) Optó por Carlos Soria, un diputado que integra la comisión bicameral de seguimiento del atentado a la AMIA.
ron2.gif (93 bytes) En la policía, las opiniones sobre Soria oscilan entre la cautela y la crítica directa porque interrogó duramente a Pedro Klodzcyk.
ron2.gif (93 bytes) A la vez Duhalde buscó concentrar la responsabilidad máxima por la masacre de Ramallo en el juez Carlos Villafuerte Ruzo.
ron2.gif (93 bytes) El Consejo de la Magistratura ya recibió un pedido de juicio político.
ron2.gif (93 bytes) La mujer del gerente asesinado gritó a los policías: “¡No disparen!”.
ron2.gif (93 bytes) Ante el juez, el jefe de los grupos especiales de la Federal culpó al GEO.
ron2.gif (93 bytes) Hablan los empleados del banco: “Sólo pudieron robar 900 pesos”.
ron2.gif (93 bytes) Una encuesta indica que bajó la intención de voto a Duhalde en el conurbano.

PIDIERON EL JUICIO POLITICO CONTRA EL JUEZ DEL OPERATIVO
Villafuerte está cada vez más débil

t.gif (862 bytes) El Consejo de la Magistratura recibió el primer pedido de juicio político contra el juez Carlos Villafuerte Ruzo, quien al menos en teoría condujo el operativo policial que derivó en la muerte de dos rehenes y un asaltante en Villa Ramallo. “Es probable que a este pedido le sigan otros”, dijo a Página/12 un miembro del Consejo de la Magistratura. El gobernador Eduardo Duhalde insistió en reclamar el alejamiento de la causa del juez cuestionado, que ya había sido criticado por Zulema Yoma por su pesquisa de la muerte de su hijo Carlos Menem Jr.

El pedido de juicio político fue presentado por Juan Pandis “en mi condición de abogado matriculado”, y se basa en informaciones periodísticas: “El hermano del gerente acribillado dice que el juez fue el único culpable; el gobernador de la provincia, doctor Duhalde, expresa que ‘evidentemente hubo una impericia manifiesta del juez’ y el (ex) ministro de Seguridad, doctor Lorenzo, declara que el magistrado Villafuerte ‘cometió gravísimos errores’”. Según destacó Pandis a este diario, “en un operativo de este tipo, el juez debe dar las directivas; la policía sólo interviene como auxiliar de la Justicia”.

Según el denunciante, “el Consejo de la Magistratura debía haber intervenido de oficio” ante los sucesos de Villa Ramallo, y “el mismo juez Villafuerte Ruzo debía haber pedido su enjuiciamiento y apartarse de la causa”.

Melchor Cruchaga, que preside la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, dijo a este diario que “las acusaciones de este tipo generalmente van primero a la Comisión de Disciplina pero en este caso, por las repercusiones del hecho, es posible que vaya directamente a la Comisión de Acusación”. No obstante, señaló Cruchaga, “las denuncias deben precisar dónde está el mal desempeño o la probable comisión de delitos; no pueden ser simples peticiones de que investiguemos”.

Cruchaga previó que “probablemente en esta semana se presenten otros requerimientos con mayor precisión y fundamento. Efectivamente, el Consejo de la Magistratura está facultado para iniciar de oficio una investigación, pero hay que complementar la información de prensa con información objetiva, fehaciente”.

Según Cruchaga “los próximos días van a ser cruciales, ya que se están tomando testimonios a los cuales, por el secreto del sumario (que lleva adelante el propio juez Villafuerte Ruzo), todavía no podemos acceder. El juez Villafuerte Ruzo niega haber dado la orden de disparar, y hasta ahora el fiscal de la causa no ha cuestionado al juez”.

Un integrante del Consejo de la Magistratura, que solicitó reserva de su nombre, dio a Página/12 una interpretación que no disgustará a Eduardo Duhalde. “Tengo la impresión de que el juez es el máximo responsable”, dijo. “Muchos datos indican que le faltó mando, presencia, que no impuso una voz que todo el mundo escuchara, que se manejó con tres o cuatro jefes policiales y cuando empezó la balacera fue sorprendido. Pero esta impresión debe ser respaldada por elementos de prueba que puedan fundar un período de remoción.”

Duhalde, en su conferencia de prensa de ayer, insistió varias veces en que “estamos convencidos de que el juez Villafuerte Ruzo debe alejarse de la causa”, además de solicitar que las policías Federal y Bonaerense se aparten de la investigación. También en el caso de la muerte de Carlos Menem Jr., a cargo del mismo magistrado, Zulema Yoma había solicitado el apartamiento de Villafuerte Ruzo, quien según ella se negó a incorporar a la causa peritajes de Gendarmería que abonaban la hipótesis de un atentado.


La Bonaerense ya extraña aLorenzo y recela de Soria

Comisarios en actividad y en retiro disculparon a Lorenzo, porque “no tuvo tiempo de nada”. Sobre Soria, callaron expectantes o criticaron sus antecedentes.

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Por Raúl Kollmann
y Laura Vales

t.gif (862 bytes) “Era necesario un cambio para descomprimir la situación. Por 10 o 15 policías idiotas del GEO que dispararon en Ramallo habíamos quedamos todos en vilo; no se podía seguir así”, repitieron los hombres de la Bonaerense apenas se conoció el alejamiento de Osvaldo Lorenzo. Pero también le pusieron un toque de desventura, casi de fatalidad, a la corta gestión del renunciado ministro. “No tuvo tiempo de nada”, dijeron a este diario los comisarios en actividad, y a la misma queja se sumaron sus pares desplazados del Movimiento de los Sin Gorra.

En la mayor parte de la fuerza anoche se dejaba traslucir un sentimiento de desazón: “Estábamos avanzando y con lo de Ramallo retrocedimos a cero”, sintetizó un alto jefe policial. De Carlos Soria, el ministro reemplazante, la mayoría no tiene mayor registro, salvo que es presidente de la Bicameral de Seguimiento de los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA. Un dato que generó comentarios recelosos.

“Será muy buen orador, pero vamos a ver cuánto sabe sobre política de Seguridad”, señaló en ese sentido un retirado de estrecha relación con el poderoso comisario retirado Mario “Chorizo” Rodríguez. Es que el rol de Soria en la Bicameral dividió las aguas sin matices. En realidad, los únicos uniformados que se muestran dispuestos a darle un voto de confianza son aquellos que tuvieron un rol activo en las sucesivas purgas que siguieron a la intervención de la Bonaerense y la disolución de su cúpula. Una minoría que recuerda a Soria como el diputado que apoyó las citaciones para que declararan ante la Comisión varios representantes de la Maldita Policía, incluido el entonces jefe Pedro Klodczyk. “Y que lo acorraló hasta la incomodidad con sus preguntas, al punto que Klodczyk llegó a pedir, durante el interrogatorio, que los taquígrafos se retiraran de la sala”, recordaron.

El balance que los jefes en actividad consultados hicieron de los 45 días de gestión de Lorenzo incluyó un momento considerado como bisagra: el del nombramiento Héctor Lufrano como Secretario de Seguridad y su casi inmediata remoción, cuando tomó estado público que el abogado había sido defensor de la banda del Gordo Valor.

“Es que el grueso de la fuerza pertenece al área de Seguridad, Lufrano se fue a los 15 días y ya no pusieron a nadie en su lugar”, remarcaron. Ayer, al despedirse ante un grupo de uniformados, Lorenzo deslizó que el lugar vacante en la Secretaría de Seguridad sería ocupara por Jorge Rampoldi, un funcionario duhaldista que supo militar en grupos juveniles de ultraderecha. Pero Rampoldi lo desmintió de manera tajante.

El recambio ministerial fue analizado anoche por los desplazados en una reunión de unos 50 integrantes del Movimiento de los Sin Gorra, la organización que reclama la reincorporación de los retirados con la última gran purga. “Sabíamos que Lorenzo se iba, pero el nombramiento de Soria nos tomó de sorpresa”, sostuvo Rubén Adonajlo.

En la reunión se escucharon duras críticas al gobernador Eduardo Duhalde. “Lo que hizo es totalmente contradictorio, porque si cargó las tintas contra el juez (Carlos) Villafuerte Ruzo y señaló que hay que investigar su responsabilidad en la masacre de Ramallo tendría que haber reafirmado a Lorenzo en su cargo. Nosotros le habíamos dado (a Lorenzo) la derecha; quisimos darle el tiempo suficiente para que actuara. Pensábamos que podía encaminar la situación usando el sentido común. Pero le tocó agarrar una olla con agua hirviendo. Y conste que los que encendieron el fuego fueron otros y no él”. Por supuesto, este sector de los desplazados niega a rajatabla que Lorenzo haya posicionado en la fuerza a hombres vinculados a los comisarios de la Maldita Policía.

De Menem al duhaldismo explícito

Por Fernando Cibeira
t.gif (862 bytes) Poco después de haber saltado del menemismo puro al duhaldismo explícito, el diputado Carlos “Gringo” Soria hizo su primer proyecto a pedido del gobernador bonaerense, su nuevo jefe. Presentó una propuesta para convocar a una consulta popular vinculante que sirviera para aprobar nuevas penas legislativas acordes con el discurso de mano dura. Ese proyecto, presentado por Soria en abril y que fue rechazado de movida por la oposición, podría considerarse como el antecedente más inmediato de la decisión que tomó ayer Eduardo Duhalde de designarlo como su nuevo ministro de Justicia y Seguridad.

A pesar de haber conseguido convertirse en un engranaje clave para el PJ en la Cámara de Diputados, Soria no tiene asegurada su continuidad: figura en la lista de candidatos a diputados del PJ en la provincia en un lejano puesto 17.

Además de presidir la estratégica Comisión de Asuntos Constitucionales y la Bicameral que investiga los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA, Soria fue un activo integrante de la de Juicio Político. Tanto protagonismo lo llevó a tentarse con más y buscó la candidatura a gobernador del PJ en Río Negro, pero perdió la interna contra Remo Costanzo. Como no recibía señales desde la Rosada, para entonces Soria ya había comenzado a distanciarse del menemismo mostrándose entre los opositores a la re-re. Menem le respondió apoyando a Costanzo.

La derrota lo dejó boyando y se sumó decidido a las filas duhaldistas. Como nació en Bahía Blanca, Duhalde lo puso en la boleta, pero en una ubicación en la que sólo conseguirá entrar si el justicialismo hace una elección hasta ahora impensable en la provincia.

Hasta la designación de ayer, a Soria lo tenía preocupado su continuidad como ocupante de algún casillero del poder. La semana pasada había planteado una original iniciativa para mantenerse en su cargo en el jury de enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura: propuso que los integrantes del cuerpo que hayan concluido su mandato continúen formando parte del cuerpo hasta la extinción de las causas en las que entienden.

En los cónclaves que realizan la cúpula y los retirados de la Bonaerense –en virtual asamblea desde lo de Ramallo–, la designación no fue bien recibida (ver en esta misma página). Los policías recuerdan que Soria estuvo entre los más duros durante las citaciones por la AMIA.


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