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Las Abuelas viajan paradesclasificar archivos

Así como el gobierno de Estados Unidos colaboró con Chile develando documentación,las Abuelas lo intentarán para la Argentina.

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Por Victoria Ginzberg
t.gif (862 bytes)  “Vamos a pedirle al gobierno norteamericano la desclasificación de los archivos sobre la represión en Argentina. Queremos que hagan lo mismo que hicieron con Chile, porque está altamente probado que la CIA tuvo su participación”. Estela Carlotto adelantó así los motivos del viaje que hará junto a Rosa Roisinblit. La presidenta y la vice de la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo partirán el jueves a Estados Unidos, donde se entrevistarán con la principal asesora de Hillary Clinton y el director de la oficina del Cono Sur del Departamento de Estado. Carlotto reveló que la idea de solicitar los documentos secretos “fue del presidente Carlos Menem” y que, por consiguiente, espera que el Estado acompañe el pedido como parte interesada.

“Nosotras vamos a pedir sobre los archivos del operativo Cóndor y sobre los niños. Hay casos de chicos encontrados que fueron víctimas de este operativo y queremos saber si hay más niños que fueron cambiados de país”, aseguró Carlotto a Página/12. En 1979 Clamor (Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en el Cono Sur), dependiente del arzobispado de San Pablo, localizó en Chile a Anatole y Victoria Julien Grisonas. Los niños, que habían sido secuestrados con sus padres el 26 de septiembre de 1976 en San Martín, provincia de Buenos Aires, cuando tenían tres y un año, fueron abandonados en una plaza de Valparaíso en diciembre de 1977.

En junio de este año, el gobierno norteamericano cedió a la presión del juez español Baltasar Garzón y los familiares del ex canciller chileno asesinado en Washington, Osvaldo Letelier, y entregó material secreto relacionado con la dictadura de Augusto Pinochet y el plan Cóndor.

La desclasificación de los documentos sobre la dictadura argentina será solicitada en una entrevista que las Abuelas mantendrán el lunes próximo con el director de la Oficina Cono Sur del Departamento de Estado, CurtisStruble. Ese mismo día, Carlotto y Roisinblit se reunirán con la directora de la Oficina de Democracia de Derechos Humanos AID, Margaret Sarles, y la principal asesora de Hillary Clinton, Melanne Verveer.

“El contacto con Hillary Clinton es para poner en práctica la promesa que hizo cuando estuvo aquí de ayudarnos para conseguir apoyo de fundaciones norteamericanas”, informó Carlotto. Las Abuelas ya tienen confirmado que el mismo 27 firmarán un convenio de una cooperación con la fundación USAID, que apoyará un proyecto relacionado con la expansión del banco de datos genéticos. Todas las audiencias que tendrán Carlotto y Rosinblit fueron tramitadas por el embajador argentino Diego Guelar, quien también organizará un homenaje público a las Abuelas.

–¿Esperan que el Estado argentino las acompañe en el pedido?

–La primera vez que salió el tema de estos documentos fue en la entrevista que tuvimos con Menem este año. Allí le volvimos a pedir por los archivos de acá –que deben estar bien guardados– y él dijo: “¿Por qué no se piden a Estados Unidos los archivos ya que los están entregando a Chile?”. Ya que fue una idea del Presidente, para nosotras sería importante que el Estado nos acompañe como parte interesada.

–¿Qué pueden revelar estos archivos?

–Vamos a ver qué es lo que nos entregan, pero apuntamos al tema de los chicos, a encontrar datos que nos ayuden en la búsqueda. Según algunas versiones, eso es costoso y lleva tiempo. Pero eso no es nuestro problema, porque es algo que se puede y se debe hacer. Parece que hay buena voluntad y si lo hicieron con Chile lo pueden hacer con Argentina.

 

Temor por la continuidad

“Nosotras no fuimos a sacarnos la fotos sino a pedirle cosas concretas al Presidente”, dijo Estela Carlotto rememorando la entrevista que tuvo con Carlos Menem a fines de junio de este año y esto es parte de una queja. En esa reunión, Menem se comprometió a que la Comisión por el Derecho a la Identidad, que actualmente funciona bajo la órbita de la Subsecretaría de Derechos Humanos, se convertiría en un organismo autónomo. La promesa aún no fue cumplida y Carlotto teme por la continuidad de la Comisión que se encarga, entre otras cosas, de recibir a los jóvenes que tienen dudas acerca de su identidad. “Con los cambios políticos nunca se sabe qué va a pasar y para nosotras es muy importante”, afirmó Carlotto.

 

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