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Por Mónica Gutiérrez Desde Córdoba El último jefe del Ejército de la dictadura militar, Cristino Nicolaides, se negó ayer a declarar ante el juez federal Adolfo Bagnasco, quien investiga la sistemática apropiación de niños de madres desaparecidas. El magistrado viajó a Córdoba especialmente para interrogar a Nicolaides, después de que la Cámara Federal decretara nulos los procesamientos y ordenara ampliar la indagatoria, y aseguró que en los próximos días revisará la situación procesal de todos los imputados en la causa.Concretamente, Nicolaides está acusado de garantizar las medidas de impunidad en la sustracción de niños, especificó Bagnasco en la conferencia de prensa que brindó en Córdoba al finalizar la audiencia. Como en oportunidades anteriores, el juzgado federal local, a cargo Alejandro Sánchez Freytes, fue el que tomó intervención en el trámite de indagatoria, que comenzó poco después de las once de la mañana. Dos horas insumió dilucidar si correspondía un recurso que interpuso el abogado defensor del militar, Alejandro Zeverín, quien afirmó a Página/12 que la diligencia que realizaba el juez estaba viciada de nulidad porque el fallo de la Cámara Federal fue recurrido por nosotros en su segunda parte, la que se refiere a la orden que da al juez para que amplíe las indagatorias. De este modo la defensa de Nicolaides intentó evitar que Bagnasco siguiera adelante con su intento de tomar declaración al exmilitar. Cabe recordar que una resolución reciente de la Cámara Federal de Apelaciones porteña determinó, por un lado, que no eran válidos los procesamientos dictados por Bagnasco a casi una decena de ex represores, y por otro, que el juez debía reiterar las indagatorias para circunscribirlas a los hechos sobre los que existen datos concretos.El abogado Zeverín recurrió este fallo, en su segunda parte, ante la Cámara Nacional de Casación Penal, por considerar que debe ser declarada nula la indagatoria inicial. Pero Bagnasco no hizo caso de la objeción y prosiguió con su intención de tomar declaración. A pesar de que anteriormente Nicolaides había hecho expresa su intención de declarar y prestar toda colaboración para con la Justicia, y en la anterior declaración se explayó largamente sobre su actuación en los años de la dictadura, esta vez se negó de plano a hablar.Ya ha dicho todo lo que tenía que decir en su anterior declaración, señaló el defensor, y agregó que ahora nos sorprendemos con que, de los 194 casos sólo se lo acusa de 34, es decir 160 hechos menos de los que inicialmente hablaba el juez. El juez, por su parte, ratificó que Nicolaides seguirá con prisión domiciliaria, que cumple en su casa de Córdoba, y aclaró que el militar retirado está acusado de participar en la garantía de impunidad, en el ocultamiento de los delitos de sustracción de bebés en por lo menos 34 casos que están precisados con datos fehacientes. Según aclaró el juez, la imputación no alude a una responsabilidad inmediata sobre los hechos en sí, ya que no tenía mando operativo en el Ejército, pero su participación surge como necesaria en el accionar sistemático de la estructura militar, donde está probado que los niños nacidos en cautiverio eran separados de sus madres y posteriormente ocultados. En ese sentido, Nicolaides está imputado por ordenar la destrucción de todos los archivos que documentaban la actuación del Ejército durante aquellos años, acción que permitió ocultar hasta hoy los hechos y obstruir el descubrimiento de la verdad. También Nicolaides aparece como el principal responsable de la ley de autoamnistía que se dictaron los militares en los últimos años del proceso y de declarar como muertos a los ciudadanos en condición de desaparecidos. Durante todo el tiempo que demoró la diligencia estuvieron presentes en el quinto piso del edificio de los Tribunales Federales de Córdoba dos hijos del ex militar. Su hija, Elda Nicolaides, está a cargo de tutelar la prisión domiciliaria de su padre.
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