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Casi sobre el final de un traqueteado juicio oral, el denominado Caso Coppola II entró en su etapa final con los alegatos de los dos querellantes, el empresario Guillermo Coppola y el ex futbolista Alberto Tarantini, a través de sus abogados. Para los letrados del representante de Diego Maradona, al ex secretario del Juzgado Federal de Dolores, Roberto Schlagel, le corresponden 9 años de prisión, mientras que los del Conejo Tarantini solicitaron 10. Para los cuatro policías la suerte fue despareja: mientras que no hubo pedido de pena para el comisario Emilio Azzaro, las solicitudes de prisión contra Daniel Diamante, Carlos Gerace y Antonio Gómez, variaron de 8 a 11 años. A todos se los acusa de conformar una asociación ilícita destinada a armar causas por drogas contra famosos. Las ruidosas chicas Samantha Farjat y Julieta La Valle, por su parte, lograron salir airosas: no hubo pedido de condena en su contra. Hoy la fiscalía presentará su alegato. Pizarrón, gigantografías y un exclusivo ayudante, su defendido Guillermo Coppola, que daba vuelta las hojas mientras hacía su exposición, fueron parte del espectacular despliegue que hizo Mariano Cúneo Libarona para demostrar que en el Juzgado de Dolores, a cargo de juez federal Hernán Bernasconi, había una asociación ilícita destinada a encarcelar a personajes públicos. Coppola era una obsesión para las huestes de Dolores y lo querían por su nivel de exposición pública y la publicidad que le daban los medios de comunicación, apuntó el abogado. Cúneo pidió que la Justicia condenara a 9 años de prisión al ex secretario del juzgado, Roberto Schlagel, como supuesto coautor de los delitos de asociación ilícita, coacción agravada, falsedad ideológica de documento público y privación ilegal de la libertad en cuatro oportunidades. Además, solicitó que los tres policías implicados en el caso Diamante, Gerace y Gómez recibieran 8 años de prisión como presuntos coautores de los delitos de asociación ilícita y coacción agravada en dos hechos. Julieta y Samantha, que aparecieron ayer más que sobrias, lindando con lo desprolijo, a presenciar los alegatos, no recibieron pedidos de condena en su contra: aunque tuvieron un papel secundario en aquellos hechos, para el abogado de Coppola, no tuvieron responsabilidad en la maniobra. La defensora de Tarantini, Elena de Rombolá, fue un poco más dura, pese a su débil tono de voz. La abogada afirmó que en la conducta de Schlagel hallamos como agravante que se haya valido de un cargo público para tener impunidad. Por eso pidió 10 años de prisión para el segundo de Bernasconi, lo mismo que para los policías Gerace y Gómez. Por otro lado, solicitó 11 años para el oficial Diamante por los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad, falsedad ideológica y suministro de estupefacientes. Los dos querellantes coincidieron en reclamar una investigación penal contra el periodista Oscar Pinco, de la agencia Télam, por considerarlo integrante de la asociación ilícita que habría organizado Bernasconi. En cuanto al juez, los dos abogados insistieron en que debe ser sometido a juicio político.
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