Por Marina Caporale Una oruga suelta en una
plantación de soja prefiere comer las hojas más bajas de las plantas, las que no están
tan expuestas a los rayos ultravioletas del sol. Tan trivial en apariencia, esta
conclusión es el resultado de la investigación que situó a un profesor de la Facultad
de Agronomía de la UBA, Carlos Ballaré, entre los cincuenta Líderes
latinoamericanos para el nuevo milenio, según la cadena televisiva CNN y la revista
norteamericana Time. Con esa distinción como excusa, Página/12 entrevistó a Ballaré
para conocer cómo y en qué trabaja un investigador del Instituto de Investigaciones
Fisiológicas y Ecológicas de la facultad, abocado a estudiar los efectos de la
radiación ultravioleta sobre las plantas. El reconocimiento a su labor
asegura lo incentiva para seguir, pero no resuelve sus problemas cotidianos:
Los recursos son muy escasos. Un cuarto de mi tiempo de trabajo lo pierdo pidiendo
subsidios.
A los 39 años, Ballaré dice que el premio le llegó de sorpresa: En realidad,
no sé muy bien cómo se enteraron de mi trabajo confiesa. Un día me llamaron
y me dijeron que había ganado el premio junto con otros 50 latinoamericanos. Dentro
de su oficina (chiquita y atestada de libros, afiches y computadoras), el único indicio
de su pasión por las plantas es un frasco transparente con la ramita de un potus.
Afuera, a pocos metros, está su verdadero laboratorio: una extensión de 400 metros
cuadrados donde cada año el investigador cultiva soja y cebada, en plena ciudad de Buenos
Aires. Algunas zonas del terreno están cubiertas con filtros plásticos que atenúan la
radiación ultravioleta. Nos interesa averiguar las consecuencias y los mecanismos
de defensa de las plantas ante la exposición a los rayos ultravioleta que hoy llegan a
esta zona del planeta, explica Ballaré, que también es docente de Fisiología
vegetal. Los filtros nos permiten comparar el crecimiento de las plantas que están
más expuestas con las que están protegidas, agrega.
Su investigación responde a una preocupación mundial por la erosión de la capa de
ozono y el aumento de la radiación ultravioleta. Para llevar a cabo el proyecto
trabajamos principalmente con soja y cebada en la provincia de Buenos Aires y con especies
nativas de los bosques de Tierra del Fuego, explica.
Analizando distintas variedades de las plantas llegamos a dos conclusiones, uno
negativo y otro positivo. El primero es la certeza de que la radiación reduce el ritmo de
crecimiento de las plantas afirma. Y el otro es bastante sorprendente:
descubrimos que la radiación cambia aspectos de la química de las plantas que hace que
éstas sean menos atractivas para los insectos que se alimentan de ellas. Es decir, en el
caso de la soja, las orugas y chinches que suelen asediar los campos no comen con tantas
ganas las hojas de arriba, que están más expuestas a luz solar.
Los resultados son muy alentadores para el futuro de la investigación, se
entusiasma Ballaré. Saber cuáles son las razones por las que una variedad vegetal
tolera más que otras la radiación ultravioleta permitiría incorporar esos mecanismos de
tolerancia a las especies más sensibles -explica. Además, cuando sepamos por qué
las hojas más expuestas repelen los insectos, vamos a contribuir a optimizar la
producción en los campos, aumentando la capacidad natural de las plantas para defenderse
de las plagas. Otro sector que también se verá beneficiado por la investigación,
asegura, es el empresarial: Los filtros en spray y pulverizadores ya están en la
mira de las empresas, que compiten por desarrollar los mejores protectores.
"No tenemos
recursos"
Las universidades disponen de pocos recursos para
investigación y, además, no saben cómo conseguirlos, afirma Carlos Ballaré, al
frente de un equipo conformado por otro investigador, seis becarios y varios estudiantes
voluntarios. El problema sostiene es que la mayoría de las facultades
no tienen productos para ofrecer a las empresas para que subsidien las
investigaciones.
¿De dónde saca los recursos para sus
proyectos de investigación?
Nuestros recursos vienen de subsidios de instituciones
públicas y extranjeras y del Conicet. Pero nunca son suficientes. Yo tengo que gastar un
cuarto de mi tiempo escribiendo pedidos de subsidio. También tenemos colaboraciones de
empresas, pero en este momento están pasando por una situación complicada y son bastante
reticentes a subsidiar.
¿No es riesgoso que las empresas financien
investigaciones públicas?
No. En el caso de las universidades, es una
combinación lógica. Por ejemplo, una empresa que trabaja con filtros solares aplicados a
frutales necesita hacer pruebas de ensayo y error en un laboratorio. Eso es lo que hacemos
nosotros y, si la empresa nos financia, nos beneficiamos ambos. Pero, además de recursos,
la investigación necesita gente motivada para poder desarrollarse. Es muy común que
dentro de una universidad haya personas instaladas desde hace años que ya perdieron la
motivación para seguir investigando. El problema es que no existen mecanismos de control
dinámicos para renovar los planteles o para desviar los fondos a equipos más pujantes. |
LAS ELECCIONES ESTUDIANTILES EN LA UBA
Al centro de Derecho, la Alianza
Con más del 50 por
ciento de los votos, la Alianza volvió a ganar el centro de estudiantes de la Facultad de
Derecho (UBA), cuya conducción quedará en manos de Oscar Zoppi (Franja Morada). En
cambio, aún no se sabe cuál fue el resultado de la elección de consejeros directivos
por el claustro estudiantil. Durante toda la semana pasada, 26 mil de los 43 mil alumnos
de la facultad incluidos los del CBC y los de los centros universitarios de las
cárceles de Caseros y Devoto eligieron entre once listas postuladas para el centro
y entre otras diez presentadas para el consejo.
Después de las frustradas elecciones en la Facultad de Ciencias
Económicas suspendidas por el Consejo Superior de la UBA, los comicios de
Derecho son los primeros en concretarse. Pero los resultados exactos recién se conocerán
hoy. Un problema con los billetes de cierre de cinco urnas demoró el escrutinio de los
votos.
Cinco números de serie de los billetes que se usan para cerrar las
urnas no coincidían con los que estaban anotados en las actas, por eso se atrasó el
escrutinio, explicó Zoppi. El consejo directivo se reunió ayer para decidir si se
debían contabilizar o no los cerca de 750 votos que contenían esas urnas.
Seguramente no se van a tener en cuenta. De todas formas, la
proyección indica que los resultados serán muy similares a los del resto de las
mesas, adelantó Zoppi.
Hasta ayer a la noche, los números señalaban el triunfo de la Alianza en
el centro de estudiantes, con el 51,48 por ciento de los votos, seguida por la Unión de
Estudiantes de Derecho (15,20 por ciento), la agrupación socialista La Palacios (6,02 por
ciento), la Nueva Dirigencia Universitaria (5,13 por ciento) y el MST (5 por ciento).
EL
DATO
Los derechos de los niños
El jueves y el viernes se realizará un Encuentro Nacional
por los Derechos de la infancia y adolescencia en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).
Legisladores, teóricos, jueces y el público trabajarán reunidos en comisiones de salud,
educación, legislación y política social. La apertura será el jueves, a las 9, y
estará a cargo del decano Fortunato Mallimaci. A las 18 habrá un panel sobre
Protección ¿versus? Seguridad, y el viernes, a las 11.30, otro sobre Trabajo
infantil. Las jornadas fueron organizadas por el Grupo Nacional para la Defensa de los
Derechos de la Infancia y Adolescencia y la Secretaría de Cultura de la facultad.
Inscripción: M.T. de Alvear 2230, 5º piso, tel. 4508-3800, interno 123.
Cátedra de ética
La Universidad Abierta Interamericana creó la
primera cátedra latinoamericana de Responsabilidad Etica Mundial. La iniciativa cuenta
con el auspicio de la ONU y la Unesco. El objetivo es que funcione como un foro abierto de
investigación y debate. Informes: Chacabuco 90, tel.: 4343-7788. |
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