Caras oscuras en el bar. Temas de la charla: la crisis
económica, la desintegración moral de la sociedad, el ejemplo que viene desde arriba, de
los que se robaron todo, que hicieron tabla rasa con todos los valores, ya nadie respeta
nada, cada cual está dispuesto a pisarle la cabeza a su vecino con tal de trepar un
escalón.Toma la palabra Reinaldo, el más elegante de los parroquianos, siempre de traje
blanco, gabardina en invierno, hilo en verano:En tiempos de crisis moral y
económica se hace evidente que el gran refugio es la familia. El afecto y la lealtad del
grupo familiar son el bote más seguro, hay que ponerse a remar juntos y en la misma
dirección. Nosotros somos seis: mi mamá que cumplió 80 rozagantes años, mi abnegada
esposa Matilde, mi dulce hermana María Jimena, mi encantadora cuñada Azucena, la más
preciada flor de mi jardín que es mi hija Carina de 18 años y yo.Como buen jefe de
familia, siempre me preocupé por protegerlos. Mi mamá se aburría mucho sentada todo el
santo día en la puerta. Le dije: Querida mamá, vos tenés una mano de oro para la
repostería, porque no te ponés a hacer tortas para afuera. Me encargué de publicitar un
poco la cosa y ahora tiene una clientela fenomenal, hace tortas y postres de la mañana a
la noche, no le queda un minuto para aburrirse y se siente contenta de ser útil. Los
ingresos son interesantes y van a engrosar el fondo familiar.Mi esposa, desde chica, fue
una apasionada de las novelas románticas y los teleteatros, se los sabe de memoria, todo
lo que esté ligado a las alegrías y las tristezas del corazón no guarda secretos para
ella. Le dije: Matilde querida, vos tenés una fortuna en tu cabecita y la estás
desaprovechando, habilitemos el garaje y convirtámoslo en consultorio sentimental,
clientes no te van a faltar, yo te consigo los primeros. Ahora trabaja de sol a sol, no
para de dar consejos, ustedes no saben la cantidad de gente que anda con el corazón
destrozado. Y lo más importante es que se siente realizada. De más está decir que los
ingresos son muy interesantes y van a engrosar el fondo familiar.Los resultados me
alentaron y me propuse resolver la situación de mi cuñada. La senté en el living y le
dije: Azucena, te noto abandonada, sin rumbo, por qué no aprovechás esos dedos mágicos
que tenés para los masajes y que a mí me hacen tanto bien. Hice imprimir unas tarjetas y
cada vez que veía a alguien medio torcido le daba una. A esta altura Azucena no da
abasto. Trabaja a domicilio, la llaman a cualquier hora. Alguien se agarrotó en medio de
la noche, suena el teléfono y Azucena sale disparando. Estar en actividad le cambió la
vida. Los ingresos son muy interesantes y van a engrosar el fondo familiar.Llegó el turno
de mi hija. Querida Carina, le dije: siempre soñaste con convertirte en misionera y
partir a tierras lejanas para ayudar a gente necesitada. Sos además una muchacha bella,
culta y de gran simpatía. No hace falta que te vayas tan lejos del hogar para realizar tu
vocación humanitaria, acá mismo, en la ciudad, hay miles que necesitan afecto y
compañía, gente de bien, gerentes, empresarios, ejecutivos extranjeros que trabajan duro
y al final de la jornada terminan cenando solos y desangelados y necesitan alguien con
quien mantener una conversación interesante y sensible. Le presenté al gerente de una
multinacional y no hizo falta que interviniera más, inmediatamente se armó la cadena.
Carina se aplicó a su misión con mucho empeño y se transformó en una requerida
doncella de compañía. A fin de mes, los presentes de los solidarios agradecidos
conforman una cifra más que interesante, que va a engrosar el fondo familiar. Mi hermana
María Jimena era un caso especial, siempre con problemas para relacionarse con los
hombres, siempre sintiéndose el patito feo. Me la llevé al pub de un amigo, lugar
discreto, poca luz, música suave. Querida hermanita, le dije, vos sos un ángel de
dulzura, tenés una figura espléndida, hermosos ojos, boca sensual. Dejá de ser tu peor
enemigo, rompé la barrera, dale una oportunidad a los hombres, permití que se te
acerquen y te demuestren su pasión y su generosidad. Sin ir más lejos, ahí en la punta
de la barra hay un caballero que conozco, tiene un buen pasar y le encantaría charlar un
rato con vos. Se lo presenté. Otro consejo, le susurré al oído antes de retirarme, no
te quedes con el primero, experimentá mucho, el príncipe azul puede estar en cualquier
parte. Desde ese día mi hermana tiene una mesa reservada en el pub Reina de Corazones y
se queda experimentando hasta avanzada la madrugada. Su vida hizo un giro de noventa
grados, se convirtió en una muchacha alegre y los regalitos de los hombres que va
conociendo contribuyen también a engrosar el fondo familiar.Yo no podía ser menos y
elegí una tarea que me permitiera estar cerca de mis seres queridos. Abandoné otras
ocupaciones y me dediqué a administrar nuestros fondos. Somos un grupo feliz. Uno para
todos y todos para uno. Es un ejemplo que a mi entender, lo digo con humildad, todos
deberían imitar. Y ahora, si me permiten, quisiera levantar mi copa y proponer un brindis
por la querida familia.

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