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En Tucumán hacen la deltopo, trabajan por abajo

Continúan las negociaciones entre republicanos “topistas” yjusticialistas, quienes aún no se deciden a dar de baja alex militar Bussi por temor a que el viejo dictador reaparezca.

Antonio Domingo Bussi dio parte de enfermo sin pedir licencia.
El ministro Corach dijo que Bussi le adelantó que renunciaría.

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Por Felipe YapurDesde Tucumán

t.gif (862 bytes) Los dos hombres estaban sentados en un bar ubicado en una de las esquinas de la plaza Independencia, justo en frente de la Casa de Gobierno tucumana, analizando la crisis provincial. Mientras tomaban un café, Lalo, un psicólogo cincuentón, le dijo a su compañero de mesa: “Yo lo sabía, Roque. El milico es un cobarde y está escondido en Buenos Aires sin atreverse a dar la cara”. La respuesta no se hizo esperar: “El se esconde y busca salvarse. ¿Pero quién paga los salarios? ¿Quién salva a los tucumanos?”. Mientras estos parroquianos dudan del futuro de Tucumán, los justicialistas insisten en citar a una sesión especial de la Legislatura no ya para destituir a Antonio Bussi sino por lo menos suspenderlo hasta el fin de su mandato. Por ahora todo está detenido, los hombres que responden al vicegobernador, Raúl Topa, dudan en apoyar la iniciativa del PJ porque temen una probable resurrección del ex dictador. Las negociaciones entre justicialistas y republicanos topistas es intensa. Los legisladores que responden al gobernador electo, Julio Miranda, presionan a Topa y a su adlater Pablo Baillo para que acepten participar de la sesión donde licenciarían al anciano general hasta el 29 de octubre, el día que concluye el mandato de Bussi. Esta idea no los convence a los topistas que sienten que pueden estar siendo utilizados.Por un lado creen que el PJ quiere aprovechar la ausencia de Bussi para insistir con la resistida superley. Algunos operadores del vicegobernador especulan que, luego de que la norma sea aprobada lleguen los fondos que la provincia necesita para apaciguar la crisis financiera, puedereaparecer el militar y hacer que los costos del ajuste que significa la Ley de Emergencia Económica los pague Topa. “Si el viejo (por Bussi) cae, que no resucite”, confió a este diario un operador de Topa.Mientras tanto, los justicialistas prevén dos escenarios posibles. Por un lado quieren hacer realidad las declaraciones del ministro del Interior, Carlos Corach, quien ayer por la mañana dijo que “lo mejor es que el gobernador renuncie, al menos él así me lo expresó”. Pero el segundo escenario que visualizan tiene un lado oscuro que los hace temer a los hombres de la Casa Rosada: “Es posible que ante una agudización de la crisis y ante la desesperación de la gente por cobrar, el gobierno nacional termine mandando los fondos y Bussi milagrosamente se cure de sus males y aparezca para pagar los sueldos y decir que resistió las presiones del menemismo”, aseguró un estrecho colaborador de la fórmula justicialista que asumirá a fines de octubre.El más vehemente de los peronistas vernáculos por estos momentos es Sixto Terán, vicegobernador electo. El actual legislador dijo a Página/12 que “al general no le importa nada. Abandona la provincia, la deja a la deriva sin pagar los sueldos y con su gabinete desmantelado. A Bussi ni siquiera le importan los fueros. El sabe que no lo van a tocar porque si hubiera existido la voluntad política de juzgarlo, algún juez habría solicitado su desafuero. Algo que nunca sucedió”.Topa y los legisladores que le responden no son tan vehementes como Terán, no comparten la teoría de que el gobierno está acéfalo y por ello continúan dudando en acompañar la iniciativa del PJ. El vicegobernador se da cuenta de que los tiempos no corren a su favor, que la plata no llega y las movilizaciones y las protestas pueden explotarle en la puerta de su despacho. Esto les produce bronca y asegura entre sus íntimos que “Bussi debe estar riéndose de todos desde una cama del sanatorio donde está internado”.Mientras justicialistas y republicanos especulan y meditan los próximos movimientos, en Tucumán nadie cobra. Los docentes hace más de 40 días que mantienen el paro, en los municipios del interior hacen malabarismos para vivir sin un peso. En el bar de la plaza Independencia, Lalo y Roque continúan con el mismo café. Antes de levantarse responden casi al unísono una pregunta de este diario: “Lo único bueno de esta crisis es que los cientos de miles de idiotas que votaron al milico ya se deben haber dado cuenta de que un gobierno bussista era lo peor que le podía pasar a nuestra provincia”.

 

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