Después de
seis años, la Argentina volverá a tener dos husos horarios: uno para el verano y otro
para el invierno. El cambio se experimentará recién en cinco meses. De acuerdo con una
ley sancionada por el Congreso, a la cero hora del primer domingo de marzo se deberá
retrasar 60 minutos el reloj. La modificación regirá hasta la cero del primer domingo de
octubre, cuando se deberá adelantar la hora nuevamente. La medida busca promover un uso
más racional de la energía. “Permitirá ahorrar electricidad en el alumbrado
público y en el consumo domiciliario a partir de un mayor aprovechamiento de la luz
solar”, precisó a Página/12 el senador del Frepaso Pedro del Piero, uno de los
impulsores del ajuste de la hora oficial. Investigaciones señalan que iniciar la
actividad diaria cuando todavía es de noche causa trastornos biológicos, económicos y
ecológicos. “Después de sucesivas modificaciones, a partir del 7 de marzo de 1993
se estableció para todo el país el huso horario tres Oeste o -3 que no tuvo cambios
hasta la actualidad. Eso significa que desde ese entonces en forma ininterrumpida tenemos
la hora que debería corresponder al período estival”, indicó del Piero. Por ello,
en invierno las actividades se inician de noche, lo que trae un mayor consumo de energía
y una facturación extra millonaria para las empresas privatizadas. El cambio permitirá
un uso más eficiente de la electricidad. Un estudio realizado en el Centro Regional de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Cricyt), de Mendoza, determinó que mantener
la hora de verano durante el invierno en esa provincia eleva el consumo de luz un 34 por
ciento, debido a que las actividades se inician diariamente cuando todavía es de noche.
“Además, hay un impacto ecológico. Se inyectan polutantes a la atmósfera antes de
que se produzca la temperatura mínima, y por el frío quedan aplastadas y no se
elevan”, explicó a Página/12 Federico Norte, director del Programa Regional de
Meteorología del Cricyt. El hecho de comenzar la jornada sin luz natural altera el ritmo
biológico natural de las personas, precisó a este diario Ramón Piezzi, profesor de la
Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo. Por su ubicación respecto del
meridiano de Greenwich, la mayor parte del territorio argentino se encuentra dentro del
huso horario conocido como -4 o 4 horas menos que el meridiano patrón de cero grado que
atraviesa el observatorio situado en la campiña inglesa. Pero desde hace más de dos
décadas, el país no se rige por esa hora sino que mantiene el huso -3. Norte recordó
que por un decreto presidencial de 1970 se decidió, por razones de emergencia
energética, mantener la hora adelantada del verano durante todo el año, o sea, el huso
-3. “En enero de 1974 se sumó otra excepción ya vigente con la excusa de la crisis
petrolera mundial de la época –precisó el investigador–. En esa ocasión fue
decretada la vigencia del huso -2, pero esa medida sólo duró hasta marzo de ese año. El
esquema volvió a repartirse en 1988, con un adelanto de dos horas respecto de la hora
normal”. Pero esta última medida generó un movimiento en el interior del país que
se conoció como la rebelión de la hora. Ante la distorsión que provocaba en la vida
cotidiana el hecho de que el sol se ocultara cuando los relojes marcaban las 22, muchas
provincias del oeste fueron desechando paulatinamente este régimen, hasta que finalmente
la imposición fue derogada en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires por el
presidente Menem en 1993.
SUSPENDIERON EL JUICIO POR UN ATAQUE DE
JULIETA
El fiscal ya cargó contra Schlagel
“Señorita Julieta La Valle, hace una hora que el Tribunal la está esperando
pacientemente...” El reproche vino de la boca de su presidente, el doctor Guillermo
Gordo. La chica intentó una disculpa que el juez no aceptó y fue trasladada a un cuarto
lindero por una supuesta descompostura. Así se inició ayer a la tarde, después de un
largo cuarto intermedio, la audiencia en la que la fiscalía debía pedir penas contra los
imputados por el llamado caso Coppola II. Sin embargo, el fiscal Ernesto Rizzo no pudo
completar su misión. Después de otro cuarto intermedio, Gordo anunció que Julieta fue
trasladada a un instituto médico y que la audiencia se postergaba hasta mañana. La chica
no podía parar de llorar: durante la mañana el fiscal ya había demostrado que también
pediría penas duras para ella y su amiga Samantha Farjat.La nueva jornada empezó a las
11. Julieta, ensimismada en su espejito de mano, se pasaba rimmel por las pestañas,
mientras escuchaba con gesto de indiferencia el alegato del fiscal Ernesto Rizzo. Pero con
el paso de los minutos, la indiferencia se transformó en preocupación y terminó en
llanto sobre el cuarto intermedio del mediodía. Si algo había quedado claro en el
alegato del fiscal era que las chicas no iban a salir tan airosas como el lunes, cuando ni
los representantes de Guillermo Coppola ni los de Alberto Tarantini pidieron condena para
ellas. Rizzi, en cambio, argumentó que entre ellas y los policías del Juzgado de Dolores
había una relación “óptima” y que actuaron como una “herramienta
consciente” que los policías utilizaron para “plantar” cocaína a
Tarantini.La audiencia se interrumpió a las cinco y cuarto de la tarde y fue prorrogada
hasta el jueves a las nueve y media de la mañana. Julieta sufrió un pico de presión y
fue trasladada a la Clínica Bazterrica. Hasta ese momento, el fiscal había acusado al
policía Daniel Diamante de hurto agravado, por el robo y uso del teléfono celular de
Héctor Cozza. Y a los policías Antonio Gómez y Carlos Gerace y al secretario del
juzgado, Roberto Schlagel, por encubrimiento agravado de ese delito. En referencia al
allanamiento en el que fue detenido “Conejo” Tarantini, acusó a los tres
policías por falso testimonio agravado, violación domicilio y privación ilegítima de
la libertad. Y consideró que La Valle, Farjat y Schlagel fueron partícipes necesarios de
la privación ilegítima de la libertad. Pero Schlagel, por ser funcionario judicial, fue
acusado además de prevaricato (dictar resoluciones contrarias a la ley). Por la mañana,
el fiscal ya había adelantado que tanto Bernasconi como su segundo “incurrieron en
prevaricato de hecho... falseando la base fáctica”.Rizzi consideró que tanto el
secretario del juzgado como los auxiliares de los organismos policiales formaron una
asociación ilícita y fueron elementos “imprescindibles en los hechos ilegales que
se han cometido”. Además, dijo que Schlagel fue “un miembro consciente y
voluntario de la asociación ilícita”, que “hizo una selección de personas que
alcanzaron la notoriedad” para después enviarlas a prisión en procedimientos
“de gran difusión periodística”. “Hubo un avasallamiento innecesario de
las garantías esenciales”, agregó el fiscal. Y dijo que delinquir en busca de la
verdad “sería como retroceder en el tiempo y legitimar la tortura”.
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