Por Michael
Albert, Noam Chomsky y Stephen R. Shalom1¿Por qué se hizo el reciente referéndum y
cuáles fueron sus resultados?Las movilizaciones masivas en Indonesia, la crisis
financiera y la corrupción masiva se sumaron en 1998 para que el dictador Suharto dejara
sus funciones. Su sucesor, B.J. Habibie, accedió a llamar a elecciones en Indonesia y
llevar a cabo un referéndum sobre el futuro de la ex colonia portuguesa de Timor
Oriental, invadida por Indonesia en 1975. Las elecciones en Indonesia fueron ganadas por
el principal líder opositor, Megawati Sukarnoputri, hija de Surkarno, pero aun si se le
permite ser presidente en noviembre, es incierto que pueda desmantelar el aparato de
seguridad nacional que domina el Estado. En las negociaciones sobre el referéndum que
decidió el futuro de Timor Oriental, la comunidad internacional esencialmente aceptó las
condiciones impuestas por Indonesia, la potencia que ocupaba Timor. A la ONU se le
permitió enviar unos pocos cientos de observadores desarmados. Pero sin medios para
detener a los paramilitares organizados por el ejército indonesio que sembraban el terror
en gran escala. En especial, sus fuerzas especiales (Kopassus), entrenadas por Estados
Unidos y Australia, y famosas por su extrema violencia y brutalidad. En lugar de presionar
para lograr una presencia más substancial de la ONU, la administración Clinton retrasó
el envío de los observadores. El referéndum fue pospuesto varias veces por la ONU ante
el terror con que el ejército intentaba intimidar a la población para que votara la
incorporación a Indonesia. El 30 de agosto de 1999, en un asombroso despliegue de coraje,
virtualmente toda la población de Timor Oriental fue a las urnas, y cuatro de cada cinco
votó por la independencia. Después de fracasar en el intento de intimidar al pueblo
timorense para que aceptara seguir bajo la dominación indonesia, el ejército y sus
paramilitares procedieron a dar rienda suelta a los feroces ataques contra la población
civil, asesinando a miles, desplazando a cientos de miles e incendiando y saqueando. 2
¿Cuáles son los móviles probables de Indonesia y de los paramilitares después del
referéndum?Para el ejército indonesio, ahora se trata de probarles a todos los
habitantes de Indonesia que quieran levantar la cabeza que el costo será extremadamente
alto. El ejército demostró lo mismo durante las masacres de 1965-66 cuando Suharto
llegó al poder, intimidando al país durante años, siempre con el apoyo entusiasta de
los Estados Unidos y de Occidente en general. Ahora hay movimientos secesionistas en
varias partes de Indonesia. Aunque el movimiento de independencia de Timor Oriental es
comúnmente llamado separatista, tiene tanto sentido como llamar
separatista a la resistencia francesa durante la ocupación nazi. Y el
ejército presumiblemente teme que la independencia de Timor Oriental pueda alentar otros
movimientos de independencia.Otros motivos probablemente incluyan socavar la autoridad
civil en Jakarta y reubicar a los militares en la posición dominante que tenían en la
sucesión post Suharto. La venganza pura también es un motivo probable: los timorenses
orientales han resistido con enorme coraje e integridad durante 25 años y por eso están
siendo castigados con masacres y destrucción. También vale la pena recordar que los
militares y la familia Suharto se han adueñado de la mayoría de los recursos de Timor
Oriental, y no quieren cederlos. En el trasfondo está la importante cuestión de la
riqueza petrolera del Estrecho de Timor y de quién la controlará.3 ¿Cuál es el rol de
las Naciones Unidas?Es un poco confuso hablar del rol de la ONU. La ONU casi no tiene
poder ni como entidad abstracta ni siquiera como representante de las naciones del mundo.
Puede actuar, en cambio, sólo si está autorizada por las grandes potencias, lo que
básicamente significa Estados Unidos. La ONU no tiene una fuerza de mantenimiento de paz
permanente y por lo tanto depende de encontrar países que deseen contribuir con tropas
para cualquier misión en particular. La organización sufre también de la extrema falta
de fondos por la continua negativa de los Estados Unidos a pagar su cuota. Cualquier
fuerza de mantenimiento de paz enviada a Timor Oriental probablemente no será una fuerza
de la ONU, porque el Congreso de los Estados Unidos exigió que haya una demora de 15
días antes de que el gobierno de los Estados Unidos pueda aprobar cualquier operación de
mantenimiento de paz de la ONU y prohibió a Washington que pague su parte autorizada de
los costos de cualquiera operación de éstas. La influencia de los Estados Unidos es
mayor en el Consejo de Seguridad, pero algunos órganos de la ONU tales como la Asamblea
General o cuerpos que traten con temas económicos sociales han tenido una mayoría del
Tercer Mundo desde la era de la descolonización. Por lo tanto, la política de los
Estados Unidos ha sido socavar y marginalizar a la ONU. Las Naciones Unidas deberían
tener un rol importante en los asuntos del mundo, pero la política de Estados Unidos y
las políticas de otros estados líderes limitan severamente a la organización
internacional. Desde el punto de vista de los políticos de Estados Unidos, sin embargo,
existe un rol crucial que juega la ONU: sirve como un conveniente chivo expiatorio cuando
algo anda mal. Por ejemplo, la actual catástrofe en Timor Oriental es directamente
atribuible a la negativa de los Estados Unidos y de otras potencias occidentales a detener
las atrocidades durante un período de un cuarto de siglo. Sin embargo, probablemente la
ONU cargue con la culpa.4¿Cuáles son los móviles probables de Estados Unidos después
del referéndum? Los motivos de Estados Unidos son ahora los mismos de siempre: continuar
con políticas que incrementen el poder y las ganancias de las empresas de Estados Unidos
y las élites políticas. Y hacerlo del modo que altere lo menos posible las actuales
relaciones de poder y aumente lo menos posible la conciencia pública y la disidencia.
Estados Unidos tiene una larga historia de llevarse bien con dictadores crueles y de
permanecer indiferente, si no entusiasta, a sus atrocidades. Y también de desengancharse
cuando Washington concluye que el dictador ya provocó tanta inestabilidad y disidencia
que los intereses de Estados Unidos se ven amenazados. El presidente Jimmy Carter apoyó
al sha de Irán hasta que vio que el ejército se iba a destruir tratando de suprimir las
manifestaciones masivas; el presidente Reagan sostuvo a Marcos en las Filipinas hasta que
las divisiones en las fuerzas armadas y las calles llenas de manifestantes demostraron el
riesgo que corrían los intereses de Estados Unidos. De la misma manera, Estados Unidos
apoyó a Suharto en Indonesia hasta que una explosión popular amenazó con poner en
peligro los intereses económicos y geopolíticos de los Estados Unidos.Y Estados Unidos
apoyó la política de Indonesia en Timor Oriental, con armas, entrenamiento y apoyo
diplomático, mientras hacerlo parecía beneficiar más los intereses de Estados Unidos.
Mientras Timor Oriental no apareciera en primera plana, Washington estaba contento de
darle una mano a Jakarta. Pero las últimas atrocidades no pudieron obviarse. Algunos
periodistas valientes y observadores independientes, algunos trabajadores de la ONU que se
negaron a abandonar a los timorenses y redes de activistas hicieron correr las noticias.
Esto aumentó los costos que tendría que pagar el gobierno de Estados Unidos si siguiera
tolerando el terrorismo indonesio en Timor Oriental. Washington todavía espera proteger
sus intereses económicos en Indonesia y mantener relaciones estrechas con los militares
de ese país.5 ¿Qué sería más positivo que hiciera Estados Unidos en Timor Oriental?
Estados Unidos y sus aliados más importantes tienen una enorme influencia sobre el
gobierno indonesio. Indonesia no tiene una gran industria militar y depende mucho de sus
proveedores: Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y otros. Las tropas indonesias
reciben entrenamiento yparticipan en ejercicios conjuntos con las de Estados Unidos, los
más recientes una semana antes del referéndum del 30 de agosto. La economía indonesia
también es totalmente dependiente de asistencia financiera de los Estados Unidos y otras
naciones ricas y del Fondo Monetario Internacional cuyas políticas son controladas por
estas mismas naciones ricas. Sin los fondos de estas fuentes, Indonesia se encontrará que
las inversiones extranjeras se secarán y el capital interno también. En resumen,
Indonesia no puede actuar sin la aprobación de Washington y de las naciones líderes
occidentales.La misma clase de presión que durante los últimos días parece haber
forzado a Jakarta a aceptar las tropas internacionales de mantenimiento de paz podría
haberse usado, y todavía podría usarse, para obligar a los indonesios a parar la masacre
y la destrucción en Timor Oriental, algo que tendría un efecto mucho más crítico e
inmediato en las vidas de Timor Oriental que el envío de las tropas de mantenimiento de
paz. Las tropas no podrán hacer mucho por esos timorenses orientales que fueron
desplazados a Timor Occidental donde todavía están sometidos al terror indonesio. Los
encargados oficiales de la paz pueden jugar un rol muy útil al facilitar la distribución
de ayuda humanitaria (que debe ser enviada por aire inmediatamente para llegar a los
cientos de miles en las montañas en peligro de morir de hambre) y en reprimir a
cualquiera de los grupos paramilitares que no obedezca una orden indonesia de
desbandarse.Por supuesto, la misma presión que se ejerció para que Jakarta se sometiera
hoy podría haberse empleado una semana o dos atrás para detener las atrocidades. Y
podría haberse usado hace seis meses para obligar a Indonesia a desbandar a los
paramilitares y suspender sus fuerzas de terror. Y podría haber sido usada en cualquier
momento en el último cuarto de siglo para que Indonesia se retirara de Timor Oriental. Y
podría haberse usado en diciembre de 1975 para impedir la invasión indonesia. 6 ¿Hará
Estados Unidos algo positivo en Timor Oriental?El gobierno de los Estados Unidos no actúa
por preocupación humanitaria. Las elites políticas y económicas de Estados Unidos
persiguen sus propios intereses y están dispuestos a tolerar y hasta darle su
beneplácito a una increíble brutalidad en función de esos intereses.A veces, sin
embargo, las elites de Estados Unidos pueden ser presionadas para seguir un curso de
acción positivo si los costos sociales de no tomarlo pueden aumentarse
significativamente. El gobierno de Estados Unidos no finalizó la guerra de Vietnam porque
un estallido de humanitarismo entró en los cálculos de los políticos. Más bien,
terminó la guerra por la resistencia de los vietnamitas y las fracturas sociales internas
que hacían que los costos de continuar la guerra fueran demasiado altos. La estrategia,
entonces, para aquellos que quieran cambiar la política de los Estados Unidos en Timor
Oriental, es la misma como para los que quieren cambiar la política de Estados Unidos en
cualquier aspecto. Las elites de Estados Unidos responden no a la persuasión moral sino a
un cálculo de intereses. Si continuar o permitir la actividad genocida en Timor fortalece
las posiciones de las élites y enriquece sus arcas, se continuará haciéndolo. Si el
activismo popular que despiertan estas políticas comienza a amenazar la calma y los
negocios, si amenaza con crecer y expandirse y no dirigirse solamente a Timor, sino con el
tiempo llegar a las instituciones básicas que están detrás de los hechos, éste es el
verdadero y peligroso costo que las elites entienden muy bien. Traducción: C.
Doyambéhère. |