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PÁGINA/12 INVESTIGÓ UNO DE LAS HISTORIAS
QUE JUNTAN LOS NOMBRES DE OVIEDO, MENEM, MASSERA Y YOMA

Cómo se dice negocio en guaraní

Dos hombres de Emir Yoma, el cuñado presidencial, resultaron concesionarios de un “depósito franco” paraguayo en el puerto de Buenos Aires. Para lograrlo, contaron con los buenos oficios de la dupla del momento: Menem y Oviedo.

Las escuchas telefónicas de los dos hombres de confianza de Emir Yoma dejaron la trama al descubierto.
Juan Antonio Retamero recorría La Rioja de la mano de Emir comprando materia prima para la curtiembre.

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Socio: “Es un tipo de mucha guita, socio de Menem. Estuvimos comiendo y me decía que con el negocio del puerto podemos juntar quince o veinte palos.”


Por Susana Viau y Eduardo Tagliaferro

t.gif (862 bytes) –¿Hablaron con el “uno”?
–Sí, Emir habló.
Las escuchas ordenadas por el juez de San Martín Hugo Gurruchaga en una causa por defraudación al Ministerio de Salud permitieron a Página/12 descubrir un negocio diferente del que investigaba el magistrado. Desempolvando un viejo convenio bilateral, Juan Antonio Retamero y Ricardo Juri, hombres de la íntima confianza de Emir Yoma, obtuvieron en 1995 la administración de un depósito franco paraguayo en la Dársena Sur del puerto de Buenos Aires. Para lograr sus fines, Retamero y Juri, escudados en el nombre rimbombante de Ponti Internazionale, movieron contactos a ambos lados de la frontera y lograron sin mucho esfuerzo la cooperación del general paraguayo Lino Oviedo, del ex almirante Emilio Massera y de las vastas relaciones del cuñado presidencial. Entre ellas, por supuesto, la del propio Presidente.
Cuando Página/12 llamó a Paraguay y se comunicó con miembros de la comisión bicameral parlamentaria de “Investigación de Ilícitos” para obtener datos sobre la concesión, recibió una respuesta incrédula:
–¿En el puerto de Buenos Aires dice usted? Le puedo asegurar que es casi imposible. No tenemos idea de eso.
De todos modos, los legisladores pidieron 24 horas para hacer una averiguación. Cumplido el plazo, su contestación tuvo un tono diferente:
–Es así como decían. Nos lo confirmó la Administración de Puertos.
Claro, a nadie se le hubiera ocurrido rebuscar entre viejos tratados y exhumar aquel que en 1943 habían firmado por el lado argentino Alberto Gilbert y, vaya paradoja, en su calidad de Canciller, Luis A. Argaña, padre del vicepresidente paraguayo asesinado. Pero el dato no escapó a los ojos siempre ávidos de negocios de los amigos de Emir. Entre los que estaba Ricardo Juri, un personaje tan allegado a Yoma como a Massera.
–¡Eramos tan pobres! –exclamaba entonces Juri imitando al mago ucraniano de Alberto Olmedo y pensando en las montañas de dinero que, tal como tenían calculado, iba a dejarles la próxima obtención de los depósitos. Luego, desbordante de alegría por haber cerrado el negocio, le diría a Aurelia Eli Hoffman, secretaria de Emir Yoma:
–Me dieron la Zona Franca Paraguaya. Tengo doscientos metros de muelle, tengo calado, tengo depósito fiscal. Todo. Soy el nuevo Yabrán.
Carlos Menem
La Hoffman era empleada de Emir Yoma y titular de Heli Air SA, Quechol y Dalal, tres sociedades consideradas como pertenecientes, en verdad, al hombre más poderoso de la familia Yoma. Aurelia Hoffman estaba casada con Retamero, rosarino por nacimiento, riojano por adopción y, desde la década del 60, ladero de Emir, con quien pateaban la provincia comprando al menudeo materia prima para la modesta curtiembre de los Yoma. La amistad entre ambos perduró y, gracias a ella, Retamero fue nombrado director del Plan Alimentario Nacional cuando en 1989 Carlos Menem llegó a la Casa Rosada. “El Flaco” Retamero fue titular del local que luego heredaría “cacho Steimberg” para poner su concesionaria y donde Carlitos Menem Junior preparó sus autos de carrera; también estuvo imputado en el “narcogate” bajo la sospecha de haber perdido dos de las famosas valijas. Pero Retamero era incorregible y se metió en un enredo de tomógrafos y subsidios del Prosol, uno de los tantos planes conflictivos del ministerio de Salud. Las obras comprometidas y destinadas al Hospital Ramón Carrillo quedaron inconclusas. Las autoridades del Carrillo hicieron la denuncia. Retamero, principal acusado por ser tesorero de la mutual utilizada como pantalla, se fugó a Paraguay arrastrando una defraudación de 174 mil pesos. La justicia de San Martín, entre otras medidas, ordenó escuchas telefónicas. Los “pinchazos” sacaron a luz las relaciones de lo que losmismos investigados llaman “banda” con un nutrido grupo de figuras ligadas a la vida pública y privada del poder.
–¿Lo conocés al “Bebe” Beryz? –le preguntaba, por ejemplo, Juri a su interlocutor telefónico.
–...
–Mi amigo..., el de Playwoman –insistió Juri ante las dudas del otro-. Es un tipo de mucha guita, socio de Menem. Estuvimos comiendo anoche y me decía que con el negocio del puerto, en cuatro años podemos juntar quince o veinte palos.
El “Bebe”, coinciden íntimos y ex íntimos del presidente, frecuenta a Carlos Menem desde los años de La Rioja y “Play Woman” es un club de alterne de alto nivel ubicado en la calle Azcuénaga, en el barrio de Recoleta. Pero antes, Benjamín “el Bebe” Beryz había sido propietario de Karim y de Rugantino (nombre que eligió al fracasarle el más apropiado de “Cabaret”), locales nocturnos, también de alterne, donde era presentadora la hasta hace poco secretaria del Menor y la Familia, María Eva Gatica. Beryz se asumía como asesor presidencial en temas económicos y cultiva relaciones de fuste. Incluso, los jueves, en sus oficinas, suelen reunirse funcionarios y ex funcionarios judiciales a jugar a los naipes. Cuando Página/12 mostró a un miembro del grupo de “las viudas” el listado de nombres que surgen de las escuchas, el hombre se disculpó por su ignorancia respecto de la mayoría de ellos: “Es que son los bajos fondos del menemismo. Hasta tanto no llego”. Pero además de ese pintoresco listado, las escuchas dejaron al descubierto el principal objetivo de los espiados: la zona franca en el puerto.
Emilio Massera
Retamero y Juri, primo y amigo de Leonardo Favio, apuntaban a que Ponti, la sociedad anónima que ambos comandaban, albergara alrededor de 16 mil contenedores por mes. Los dos estaban satisfechos de lo que definían como un “negocio privado”. En realidad, no lo era tanto. Ambos tenían llegada directa a despachos de primera línea, tal como se escucha en una llamada al teléfono de Retamero el 3 de septiembre de 1995.
–Salió el puerto.
–¡Ah!
–Lo firman el martes. Sería en la Dársena Sur, sección segunda.
–¿Y dónde queda eso?
–Y..está ahí...donde quedaba Buquebús.
–Claro ¡Lindo!
–¿Qué te pasa? Con un galpón de la marina
–¿De quién?
–De la marina.
–¡De los muchachos!
–Sí, de los amigos.
El amigo que había gestionado la cesión del galpón, pese a su condición de ex marino, conservaba intacto su ascendiente en la Armada y con el comandante Molina Pico.
–¡Hola, Jefe! ¿Cómo le va?
–Acá, listo para operarme.
–¡Ah! Bueno. Yo le quiero mandar un gran abrazo. Hoy nos han dado el lugar que queríamos. Le doy con Juan Antonio.
–¿Cómo está usted?
–Bien, contento... Hoy nos dieron eso de Dársena Sur.
–Sí, sí, ya me acuerdo.
–Bueno, es para agradecerle.
–¡Por favor!
La comunicación pertenece también a las escuchas realizadas el 3 de septiembre del 95 y fue mantenida por Juri y Retamero con el ex almirante Emilio Massera.
Lino Oviedo
Retamero, el hombre de Emir Yoma, iba y venía de Asunción. Ahí, en la soledad de la habitación 512 del hotel Guaraní Hilton, la imaginación de Retamero tejía todo tipo de negocios para proponerle a un general siempre dispuesto a escuchar ofertas. El 7 de septiembre de 1995 “sorpresivamente y en un ámbito extraño para una determinación científica –escribieron los diarios al día siguente–, el gobierno decidió en reunión de gabinete autorizar pruebas con crotoxina a pacientes con cáncer avanzado”. La crotoxina era un filón. Lo ilustra el diálogo mantenido por Juri y Guillermo Pini, un frecuentador del grupo y de las mesas del Florida Garden.
–Yo hablé afuera por el tema que me dijiste...
–Sí. La croto.
–Llamame mañana. Porque está llegando ... hola... está llegando la gente de acá... está llegando el Presidente del Partido Colorado.
–Vos sabés que allá tiraron una bola con el tema de los médicos. Yo le dije: no, esto hay que hacerlo directamente con Lino.
El disparate oficial no funcionó y el proyecto de Retamero y Juri pasó al olvido. El batacazo llegó con los depósitos francos y fue en esa misma habitación 512 del Guaraní Hilton que Retamero arregló los detalles con el general Lino Oviedo, jefe del ejército y en el punto más alto de su poder. Gracias al militar, al que Retamero y Juri comentan en las grabaciones haberle pagado 15 mil dólares de “canon”, el gobierno paraguayo les suministró una zona en el puerto de Asunción.
–Nos otorgan un puerto en Paraguay para que hagamos ida y vuelta. ¿Te gustó esa? –contó satisfecho Juri.
La Ponti Due
Mediante la resolución 3232 del 31 de mayo del 95, el gobierno de Wasmosy, todavía aliado a Oviedo, dio a Retamero la concesión del depósito franco; éste a su vez la transfirió a Ponti Internazionale, una sociedad que él mismo presidía, el 16 de febrero de 96.
Los depósitos francos, en Buenos Aires, funcionaron hasta hace tres meses en la calle Pedro de Mendoza 444, en un predio de 10 mil metros cuadrados lindero con las antiguas instalaciones de Buquebús y donde estaba el galpón facilitado por la marina. Allí se mantuvo Ponti Internazionale hasta que el 3 de abril del 98 la concesión pasó a manos de Carlos Olivetto, con la condición de que realizara una inversión de 300 mil dólares y se comprometiera a pagar 72.000 dólares anuales durante los cinco años de vigencia del contrato. Hace tres meses, los depósitos se trasladaron a la calle Benito Correa, en el Dock.
Si bien el depósito ya terminó su mudanza, aún no ha sido habilitado por la Administración Nacional de Aduanas, que objeta las escasas condiciones de seguridad que tiene el nuevo lugar y exige la informatización del predio, para adecuarlo a las “normas del Sistema María”. Los funcionarios de la Aduana porteña hacen hincapié en que tanto en la Dársena Sur como en su nuevo asiento del Dock el movimiento del depósito ha sido ínfimo, los registros de la mercadería se llevan “manualmente” y, por lo tanto, la tarea fiscalizadora es ocasional.
Por el contrario, Eladio Sotelo, delegado administrador del depósito franco, informó a las autoridades de la Administración Nacional de Navegación de Puertos del Paraguay que durante el año pasado, en tránsito hacia Asunción, pasaron 298.354 toneladas de mercaderías, embaladas en 5.601 containers. En alguna de las puntas “falla el sistema”: o el tráfico es mucho menor de lo que se afirma allá, en Asunción, o mucho mayor de lo que se admite en Buenos Aires.
Es sabido que los registros de exportación fueron una pieza codiciada en Paraguay. Así lo reconoció el senador Francisco José de Vargas, hombre delarga actuación en la vida política paraguaya, quien hablando del blanqueo de dinero dijo a la prensa argentina que “Se fabrican exportaciones para justificar el depósito de dólares. Acá, si alguien deposita más de 10 mil dólares, debe declarar de dónde proceden. Así es que el Paraguay aparece como el segundo exportador de soja del continente, cuando no lo es. También hay fuertes exportaciones de café, del que se produce muy poco. Hasta figuran exportaciones de té, y no hay una sola planta de té en el Paraguay. Son exportaciones inventadas, se pagan millones por documentos de una exportación de soja que no existió jamás. El narcotráfico maneja toda la frontera”.
Al abrigo de las polémicas abiertas por las ciudades fronterizas de Pedro Juan Caballero y Ciudad del Este, el convenio bilateral del año 1943 extendió la tierra de nadie hasta los bordes del Río de la Plata, a la altura de La Boca. Por eso, las actuales autoridades paraguayas no toman muy en serio cuántos containers pasan por allí y hacen hincapié, en cambio, en los asientos contables. A partir de ellos, dicen, es que suele saltar la verdadera índole del negocio.
Los socios de Ponti, parte de un ejército sin trabajos reconocibles, asentados en bares y confiterías de hoteles céntricos, munidos de maletines y celulares que funcionan sin parar, sabían que tanto los depósitos como el resto de negocios en carpeta tenían sus bemoles. Por eso las escuchas ordenadas por el juez de San Martín captaron un deseo. Decía Ricardo Juri a una mujer no identificada:
–Estoy esperando a Jassan. Estoy en avenida de Mayo y Florida.
–Está bien.
–¿Sabés con quién viene?... Con “El Bebe”, el que hace las cárceles
–Decíle que las haga cómodas
–Es lo que le estoy diciendo, que las haga con pullman. Que haga un VIP.

 

CLAVES

ron2.gif (93 bytes)   El asilo a Lino Oviedo fue el último eslabón de una larga cadena que une al menemismo con el general golpista.
ron2.gif (93 bytes)  Página/12 investigó uno de los negocios en los que se rozan sus nombres e intereses: la zona franca para Paraguay en el puerto de Buenos Aires.
ron2.gif (93 bytes)  Los concesionarios fueron los hombres de mayor confianza del cuñado presidencial Emir Yoma. El principal, Juan Retamero, es marido de Aurelia Hoffman, titular de las empresas que Yoma no reconoce como propias.
ron2.gif (93 bytes)  Por sus relaciones con el menemismo Oviedo resultó el indicado para conseguir que Paraguay otorgara la concesión.
ron2.gif (93 bytes)  El propio Massera se encargó de abrir las puertas para que la Marina les cediera un galpón en la Dársena Sur.


 

El Gobierno decidió que Oviedo se fuera al Sur

Menem se mostró enojado en la reunión de gabinete y ordenó que se avisara a Oviedo que debe desplazarse a Tierra del Fuego. Toma le comunicó la nueva al general golpista. “Ver para creer”, declaró el presidente paraguayo.

Lino Oviedo llega, sonriente, en el día de su cumpleaños a entrevistarse con Miguel Angel Toma.
“Estoy muy agradecido al gobierno argentino, le debo la vida. Mi vida en Paraguay no valía nada”.

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Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) ”Este tipo nos ha hecho quedar a todos como unos boludos", dijo Carlos Menem sobre su amigo Lino Oviedo. "No midió el costo político, y por eso he resuelto que sea trasladado a Tierra del Fuego.” Oviedo había violado las condiciones del asilo político con sus declaraciones criticando al presidente para-guayo Luis González Macchi por "falta de legitimidad".
El presidente argentino confirmó que el ex general paraguayo deberá dejar, en los próximos días, su quinta en Moreno para trasladarse a una estancia fueguina, que aún no alquiló. Su colega paraguayo recibió la noticia con cautela y bastante desconfianza. “Ver para creer”, declaró González Macchi.
Según describieron a Página/12 varios asistentes a la reunión de gabinete, el jefe de Estado tuvo un aparte con algunos ministros y les comentó, irritado, que se había resuelto trasladar a Oviedo tras una consulta con el gobernador fueguino José Estabillo, quien dio el okey aunque puso algunos reparos. Fuentes del Ministerio del Interior y de la Secretaría de Seguridad Interior explicaron a este diario que hasta la comunicación con Estabillo se manejaban dos destinos posibles: La Pampa y Tierra del Fuego.
La provincia más austral estaba en duda debido a su conflictiva situación social y a que en abril de este año, cuando Oviedo llegó a la Argentina, la oposición y otros sectores sociales manifestaron su rechazo a recibir semejante visitante. El ministro del Interior Carlos Corach prefería La Pampa, donde el justicialista Rubén Marín –que se encamina tranquilo a su re-reelección– no pondría reparos al asilado.
Pero en la resolución influyó la decisión de Menem de enviarlo a Oviedo “lo más lejos posible” y el hecho de que los pampeanos están en plena campaña electoral. En la Casa Rosada no se sintieron satisfechos con el acuerdo telefónico de Estabillo y decidieron esperar hasta que hiciera pública su decisión. Por la tarde, el gobernador fueguino, lejos de negarse, señaló con ambigüedad que “uno puede verlo con buenos ojos o no, pero yo no puedo pedirle a un señor que tiene asilo político fijado por el Poder Ejecutivo nacional que no venga a Tierra del Fuego, porque yo no soy el dueño de la provincia”.
En Tierra del Fuego, Oviedo podría ir a cuatro estancias, según estudian en el gobierno nacional, ubicadas en distintos puntos de la provincia. La más posible es La Aurelia, que Menem conoce bien porque fue varias veces a pescar (ver página 4). Las otras estancias en danza son Sara, Cullen y Rivadavia.
En un intermedio de la reunión de gabinete, en la que el tema Oviedo fue el eje principal, Corach usó su celular para informarle la decisión al ministro del Interior paraguayo, Walter Bower.
“¿Pero, en serio lo mandan tan lejos? ¿Y están seguros de que no se va a escapar?”, habría sido la pregunta de Bower a Corach, según relataron a este diario los colaboradores del titular de la cartera política argentina.
Horas después, tras el “ver para creer” de González Macchi, el mismo presidente de Paraguay reiteró que su país volverá a solicitar la extradición de Oviedo, ya que considera que “es preocupante lo que está creando este individuo. Es preocupante para el pueblo argentino y para el pueblo paraguayo. Este individuo está desequilibrando nuestras buenas relaciones”.
Un rato después le clavó una nueva espina al orgullo de Menem al rechazar la posibilidad de que su gobierno le pida disculpas al Poder Ejecutivo argentino, tal como vienen reclamando las autoridades locales. “Ya lo hicimos (por el pedido de disculpas) y no lo vamos a hacer más ya que es extemporáneo. La posición del gobierno paraguayo es clara”, afirmó González Macchi. Las declaraciones que sacaron de quicio a la Casa Rosada fueron las del ministro de Defensa, Nelson Argaña, hijo del fallecidovicepresidente José María, quien calificó de “sinvergüenza” a Menem por rechazar el pedido de extradición.
Más contemporizador resultó el canciller, José Félix Fernández Estigarribia. "Hablé con él y me comunicó que estaba satisfecho con la decisión argentina", dijo a este diario el encargado de negocios en la Argentina, Víctor Hugo Peña Bareiro. "También me comentó el canciller que espera que se cumpla la medida dentro del plazo expresado por el secretario Toma", agregó Peña en alusión a la promesa de resolver la cuestión en una semana.
Toma se reunió ayer mismo con Oviedo. Según confiaron en la Secretaría, el general paraguayo estaba citado para las 12 pero llegó a las 11.35, y como Toma tenía la agenda algo cargada, Oviedo debió esperar unos 25 minutos. El diálogo entre Oviedo y Toma fue breve y ambos mantuvieron distancia, marcada por el clima político.
“Señor Oviedo: mi misión es transmitirle una resolución adoptada por el gobierno argentino. Yo sé que usted tendrá explicaciones, pero no hay explicaciones posibles sobre la leche derramada. Yo me limito a comunicarle que el gobierno argentino resolvió el traslado a Tierra del Fuego. Usted tendrá un plazo razonable para hacer el traslado, pero no será muy extenso. Usted podrá también resolver si lleva o no a su familia, ya que entendemos que sus hijos están en período lectivo”, le dijo Toma al ex general paraguayo, según revelaron sus colaboradores.
“Estoy muy agradecido al gobierno argentino, le debo la vida. Mi vida en Paraguay no valía nada después del asesinato de Argaña y ustedes me han salvado la vida, se los agradezco al gobierno y al pueblo argentino”, dijo Oviedo, y partió a festejar su cumpleaños. En las próximas horas deberá decidir qué estancia alquila.

 


 

La Alianza criticó la decisión del gobierno
“Debe enviarlo a otro país”

t.gif (862 bytes) Luego de que Carlos Menem calificara de “difamador” a Carlos “Chacho” Alvarez, la Alianza salió ayer a criticar la decisión del gobierno de mantener el asilo político al ex general golpista paraguayo Lino Oviedo. “El Gobierno debe buscarle otro país de destino”, señaló Fernando de la Rúa.
En una entrevista concedida ayer por la mañana, Alvarez aseguró que el militar paraguayo violó las reglas del asilo político y cuestionó al Poder Ejecutivo porque, según dijo, “lo ha premiado con más asilo”. Cuando se enteró de estas declaraciones, Menem aseguró que “la Argentina no puede tener a un difamador como candidato a vicepresidente” (ver aparte).
Ayer por la tarde, luego de conversar sobre el tema en el intervalo de una gira por Formosa, los integrantes de la fórmula de la Alianza coincidieron en criticar a Menem. “Está ocurriendo todo lo que hemos anticipado: aumentó el conflicto con Paraguay y se violaron las condiciones del asilo. El gobierno debe hacer que termine el asilo y buscarle a Oviedo otro país de destino”, reclamó De la Rúa, quien luego agregó que “queremos tener con Paraguay las mejores relaciones y que se fortalezca su democracia, por eso exhorto al gobierno a que tome una medida para que no exista esta situación de conflicto”.
Alvarez completó la idea. “Ese asilado debe ser expulsado del país y no premiado con más asilo en otro lugar. Nunca se entendió esta relación tan especial entre Menem y Oviedo, al margen de algunas hipótesis lanzadas por legisladores paraguayos, en el sentido de que Yacyretá estaba de por medio y que podía haber entre ellos relaciones comerciales”, aseguró el jefe del Frepaso.
Otros dirigentes aliancistas se sumaron a las críticas de los jefes de la coalición. “Es el ejemplo patético de las relaciones de nuestro Presidente con golpistas”, señaló el diputado Alfredo Bravo. El frepasista Carlos Raimundi pidió la “inmediata renuncia de Carlos Corach y del secretario de Seguridad, Miguel Angel Toma”. Y el diputado radical Marcelo Stubrin dijo que “hubiera sido mejor que se lo enviara a Alaska en lugar de a Tierra del Fuego”.


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