Por Laura Vales El gobernador José Estabillo
ensayó un gesto de candor bajo el sol del mediodía. Qué puedo hacer, muchachos...
es un envío de Nación, balbuceó ante un reducido grupo de conocidos. La primera
confirmación del envío de Oviedo a Tierra de Fuego se escuchó en la puerta de los
tribunales provinciales, minutos después de que Estabillo mantuviera una breve
comunicación telefónica con Carlos Menem, y de inmediato abrió una verdadera carrera de
apuestas sobre el destino final del asilado. Lo traen a la estancia La
Aurelia, aseguraron altísimas fuentes del gobierno provincial, en referencia al
paraje donde al presidente Menem le gusta probar suerte con las truchas de su exclusivo
coto de pesca. Las fuerzas de seguridad, mientras tanto, hicieron correr versiones que
señalaron los cascos de las estancias Sara, Cullen y Rivadavia como otros posibles
hospedajes del general golpista.
La Aurelia está ubicada a unos 70 kilómetros de la ciudad de Río Grande, casi en la
frontera con Chile y muy cerca de un destacamento de la Gendarmería Nacional, la fuerza
que deberá custodiar al ex general paraguayo durante su permanencia en la provincia.
Además del coto de pesca, tiene una pista de aterrizaje propia y una lujosa residencia
estilo inglés, como la mayoría de las estancias de la zona. Los lugareños aseguran que,
además de Carlos Menem, el lugar que es explotado para el turismo
internacional ha sido visitado en varias oportunidades por Eduardo Duhalde y el
secretario de la Presidencia Alberto Kohan.
La reacción en Río Grande, una localidad gobernada por la Alianza, fue inmediata: a las
quejas de los vecinos, encuestados por los medios locales, se sumó un proyecto presentado
en el Concejo Deliberante local para declarar a Oviedo persona no grata. El objetivo
es exigirle al gobernador que no acepte la permanencia de Oviedo en Tierra del
Fuego, explicó el edil del radicalismo Luis Trejo, autor de la iniciativa, para
quien tras el desembarco del paraguayo Oviedo hubo un arreglo para que la provincia
reciba fondos frescos que le permita pagar los sueldos adeudados. En Ushuauaia, el
legislador provincial Pablo Blanco, del mismo partido, ingresó un proyecto de las mismas
características: declarar indeseable al general paraguayo, presionar a Estabillo para que
se niegue a recibirlo, y repudiar la decisión del gobierno nacional.
Entre los otros destinos que ayer se barajaban como futura residencia de Oviedo también
figura la estancia Sara, atribuida a la patricia familia de los Braun Menéndez Behety. La
finca, dedicada a la cría de ganado ovino, está ubicada en cercanías de la Ruta 3, que
desde el conflicto con Chile por el canal de Beagle se acondicionó para el aterrizaje de
aviones. También se mencionaron los campos de Cullen y Rivadavia, ubicados a unos cien
kilómetros al sur de Río Grande, y una residencia cercana a la localidad de Tolhuin, a
80 kilómetros de Ushuauaia.
Fuentes del Gobierno aseguraron que durante el fin de semana los hombres de Gendarmería
desembarcarán en el lugar elegido para preparar el operativo de seguridad que rodeará a
Oviedo. Sólo después aseguraron, posiblemente el lunes o
martes, el general llegará a las tierras donde se supone que le resultará un poco
más difícil mantener contactos políticos.
TRES EN CONTRA, SOLO UNO A FAVOR
Debate entre juristas
Por Santiago Rodríguez
Aunque
ningún jurista cuestionó desde el punto de vista legal la decisión del Gobierno de
confinar a Lino Oviedo en la Patagonia, la violación de las condiciones de su asilo en
que incurrió el ex general golpista reavivó la polémica en torno de su presencia en la
Argentina. Lo mejor sería que se fuera a otro país, coincidió la mayoría
de los especialistas consultados por Página/12.
u Eugenio Raúl Zaffaroni: He defendido el asilo a Oviedo, porque estaba bien
concedido y es una institución democrática con una larga tradición que salvó la vida a
mucha gente, pero evidentemente lo ha violado al formular declaraciones políticas
públicas. Internarlo es una de las medidas posibles ante esa violación, aunque lo ideal
sería declararlo persona no grata y que se fuera a otro país. Otra alternativa posible
era revocarle su condición de asilado, pero eso hubiera generado mayores problemas en
Paraguay.
u Daniel Sabsay: Me opuse a la concesión del asilo a Oviedo y evidentemente se
trataba de una persona que no debía ser asilada, como lo demuestra la cantidad de actos
violatorios de las reglas más elementales del asilo que ha cometido. Fijarle otro destino
es una maniobra simplemente destinada a la opinión pública y no cambia nada porque puede
seguir haciendo política y agudizar el conflicto que la Argentina mantiene con Paraguay.
Lo que corresponde es revocarle el asilo y conceder la extradición solicitada por la
Justicia paraguaya.
u Alberto García Lema: La doctrina aplicada por el Gobierno en el caso Oviedo es
correcta porque el asilo es una institución eminentemente política y no de naturaleza
jurídica. Cuando un asilado viola las reglas a las que está sometido las opciones son
radicarlo en un punto del territorio desde el cual no pueda interferir en la política de
su país o expulsarlo del territorio. La internación de Oviedo implica un asilo más
riguroso y abre la puerta a su expulsión en caso de que vuelva a violar sus
obligaciones.
u José María Hernández: Más allá del debate jurídico, asilar a Oviedo fue una
decisión política equivocada porque es evidente que sigue realizando actividades
políticas y perjudicando la relación entre Argentina y Paraguay. Lo ideal sería que se
fuera a otro país. Asignarle otro destino dentro del territorio argentino era uno de los
caminos frente a su violación de las condiciones del asilo, pero también había otra
posibilidad: conceder la extradición que solicita Paraguay.
|