Por Diego Schurman y Carlos Stroker Eduardo Duhalde deshojaba ayer
la margarita. El candidato del PJ tenía decidido de antemano evitar la presencia de
Carlos Menem en el acto de River, a cuyo programa accedió Página/12. Pero las ambiguas
señales del Gobierno sobre el interés del Presidente de participar de ese evento lo
pusieron en un aprieto, y anoche dudaba en hacer un llamado para conversar con el primer
mandatario.
Duhalde planteó la convocatoria como un encuentro exclusivo de trabajadores. Y por eso se
preocupó en aclarar que ni Menem ni los gobernadores justicialistas serían de la
partida. Sin embargo, el miércoles, Alberto Kohan sorprendió a propios y extraños
anunciando la presencia de Menem. “Seguramente va a concurrir al acto”, dijo el
secretario general de la Presidencia.
El candidato del PJ no quiere disputar el centro de escena con Menem. Esa riña motivó la
suspensión de un acto en la cancha de Boca. Pero ayer mismo circuló la versión de un
presunto enojo del Presidente por haber sido ignorado en la convocatoria.
En la jefatura de campaña del duhaldismo se movieron con cautela. “Si viene,
viene”, dijeron para dejar en claro que si bien no hay interés de invitarlo tampoco
se le negará la presencia. Todos creen que finalmente el Presidente desistirá, pero
nadie se animaba a dar el tema por cerrado.
Mientras las dudas acosaban a los duhaldistas, en la jefatura de campaña terminaban de
confeccionar el acto de River. Las siguientes son las principales características.
Oradores. Duhalde y Ortega serán los únicos oradores. Entre los dos no hablarán más de
una hora. Cerca de las 18.45 arrancará el discurso del candidato a vicepresidente y
después el gobernador. Estarán acompañados en el escenario por sus esposas, Hilda
Chiche González y Evangelina Salazar.
Mensajes. No habrá sorpresas en los mensajes. Duhalde ya anunció que reflotará su idea
de prohibir los despidos por un año y reducir el IVA, propuestas que integran el paquete
de “concertación del trabajo”. Esta consigna también se leerá en un cartel a
la espalda de los candidatos.
Nacha. Antes de los discursos, Nacha Guevara cantará No llores por mí Argentina.
Aseguran que por su participación –aún a confirmar– no percibirá ningún
cachet. Nacha supo militar en la Juventud Peronista de los ‘70 pero hace tiempo que
no tiene participación activa en política.
Negociadores. El acto en River fue acordado entre el jefe de campaña del PJ, Julio César
Aráoz, y el presidente y el vice del club, el menemista David Pintado y el radical
Alfredo Davicce. Este ya mantuvo contactos con Fernando de la Rúa para que la Alianza
cierre su campaña en el Monumental.
Gastos. River le cobrará al justicialismo 10 mil pesos en concepto de seguro, pero no le
pedirá un centavo por el alquiler del Monumental. El gesto produjo roces en la comisión
interna del club, y uno de los vocales se retiró enojado de la reunión donde se trató
el tema.
Gestión. No quedó claro por qué River no cobrará el alquiler. Si es porque aspira a
obtener un favor a cambio de ese favor, si obedece a la muñeca de Aráoz o directamente a
una gestión del orteguista Hugo Santilli, quien fuera presidente en épocas de oro del
club millonario.
Concurrencia. Los organizadores aspiran reunir como mínimo a 50 mil personas. Estas se
distribuirán entre las populares Centenario y Almirante Brown y la platea Belgrano.
También se utilizará el césped. Allí se acomodarán 7 mil sillas para los invitados
especiales.
Seguridad. Una agencia privada se encargará de la prevención y la seguridad dentro y
fuera del estadio. Prometen un dispositivo riguroso pese a que no hay hipótesis de
conflicto entre las distintas barras que arrimarán los intendentes bonaerenses y los
sindicalistas de la provincia.
Escenario. Será de 45 metros de largo, tres de ancho y cuatro de alto. Estará ubicado de
espaldas a la platea General San Martín, la más cercana al polideportivo del club.
Habrá dos pantallas gigantes a los costados para que los candidatos puedan ser vistos
desde todo el estadio.
Televisión. El equipo de campaña de Duhalde asegura haber cerrado trato para transmitir
el acto en vivo y directo por el canal de cable Crónica TV y apura en estas horas un
acuerdo con un canal de aire para que haga lo propio. El tema se definirá en el
transcurso de esta jornada.
Cotillón. Abundarán banderitas, stickers, adhesivos y fotos con el lema “Duhalde,
el mejor cambio” que logró imponer el especialista en marketing político, el
brasileño Eduardo Duda Mendonça. El cierre será a todo trapo, con fuegos artificiales
incluidos.
ALSOGARAY DECIDIO BAJAR SU CANDIDATURA
Pasó a cuarteles de invierno
El
veterano Alvaro Alsogaray decidió ayer bajarse de su candidatura a diputado por la UCeDé
de la Capital Federal, que acompañaba la postulación presidencial de Eduardo Duhalde.
“Vuelvo a mi posición inicial de no presentar mi candidatura a diputado”,
afirmó el capitán-ingeniero.
En agosto pasado, Alsogaray anunció su virtual alejamiento de la actividad política. El
fundador de la UCeDé, de 86 años, expresó: “Mi ciclo parlamentario y constituyente
ha terminado. Al cumplir cincuenta años de actividad política ininterrumpida
–agregó Alsogaray, quien obvió que fue ininterrumpida porque participó de la
gestión gubernamental de varias dictaduras– creo que ha llegado el momento de tomar
ciertas decisiones”.
Sin embargo, poco antes de que cerrara el plazo para la inscripción de las candidaturas,
el presidente Carlos Menem se reunió con Alsogaray y le pidió que se presentara. El
gesto del Presidente apuntaba a recomponer su relación con Duhalde, que por ese entonces
buscaba aliados que llevaran, por fuera del PJ, su candidatura presidencial. Duhalde
pensaba que su magra intención de voto en la Capital se potenciaría consiguiendo el
apoyo de varios partidos que presentaran sus propias listas de diputados. Alsogaray, se
pensaba, podía en ese esquema arrimar algunos votos.
“Si bien había decidido no buscar por quinta vez mi reelección, el pedido de Menem,
que es el artífice del plan de transformación en marcha, me obligó a reconsiderar la
situación sobre la base del cumplimiento de ciertos compromisos formales con el
justicialismo”, señaló ayer Alsogaray a través de un comunicado.
La explicación del cambio de postura fue la siguiente. “Lamentablemente, la fecha de
presentación de las boletas electorales no dejó tiempo para establecer dichos
compromisos. Esto todavía podría intentarse mediante un acuerdo entre los principales
dirigentes, pero se debe informar a la opinión pública. Nunca he negociado apoyos
electorales que no estuvieran justificados por entendimientos doctrinarios. En este caso
no ha habido oportunidad de discutir estas bases”, agregó Alsogaray, sugiriendo que
su “doctrina” no concuerda con la de Duhalde.
De todos modos, Alsogaray aseguró que seguirá dirigiendo el Instituto de la Economía
Social de Mercado y cerró el comunicado con una frase que ya ha repetido en alguna
oportunidad. “Me propongo continuar con mi acción. En última instancia se trata de
saber si el sistema económico y social del país será de extracción liberal o
socialista.” Rótulo este último con el que Alsogaray identificó al peronismo
durante buena parte de su carrera política. Hasta que llegó Carlos Menem, claro.
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