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Por Martín Pérez En el mejor de sus libros de poesía, As coisas (Iluminuras, 1993), Arnaldo Antunes logra un imposible: concretar algo así como un libro infantil para adultos. El mar siempre está en movimiento para no salirse de su lugar, se lee en uno de sus poemas. El tiempo pasa todo el tiempo, dice otro. Con un lenguaje sencillo y la voluntad de no evitar ninguna pregunta, por obvia o complicada que parezca, Antunes se detiene con sus versos en las cosas más simples, hasta llegar a su esencia, hasta retratarlos tal cual son y al mismo tiempo redescubrirlos ante ojos que los han visto tantas veces que ya no los ven. De la misma manera, en los mejores temas de un repertorio que incluye más de ciento cincuenta canciones (que ha sido interpretado por casi todo el amplio espectro de la música brasileña, desde Gal Costa hasta Cazuza, pasando por Caetano Veloso, Andrea Calcanhoto o María Bethania), la música y, especialmente, la letra de Antunes realiza la misma proeza. Volver al comienzo, y a partir de entonces construir el mismo mundo de siempre, pero como si se lo viese por primera vez. Como sucede en un clásico como Comida, un original de Titas, pero interpretado por Marisa Monte, Ney Matogrosso y convertido en slogan de manifestaciones: Bebida es agua/ comida es pasto/ ¿Ustedes de qué tienen sed?/ ¿Ustedes de qué tienen hambre?/ Nosotros no queremos sólo comida/ Nosotros queremos comida, diversión y arte/ Nosotros queremos todo y no por la mitad (Bebida é água/ Comida é pasto/ Voce tem sede de qué?/ Vocé tem fome de qué/ A gente nao quer só comida/ A gente quer comida, diversao e arte/ A gente quer inteiro e nao pela metade). Su trabajo, que comenzó hace casi dos décadas en la pujante escena de rock paulista, ha buscado lo popular y la vanguardia casi en el mismo movimiento, y es un lujo musical y visual, poético y aún más, que el Festival de Buenos Aires se da el lujo de importar por primera vez a la Argentina. Artista integral a la manera de David Byrne, se puede decir que Antunes llega a Buenos Aires en el mes en el que debe cumplir sus 39 años con, por lo menos, un lustro de atraso. Ya que sus canciones más populares llegaron antes que él a los escenarios porteños con el repertorio del grupo Titas, con el que se hizo conocido. Invitado por sus contemporáneos Paralamas a compartir su éxito porteño, Titas que, junto a Paralamas y Legiao Urbana, integra una trilogía fundamental para el rock brasilero de los ochenta apareció así sobre el escenario de Obras. Demasiado rockeros para el público de Paralamas, y demasiado blandos para el de Sepultura -con quienes tocaron en su siguiente visita, Titas fracasó en su intento de encontrar su propio público entre el de sus anfitriones. Y aún más: con su heterogeneidad expuesta a los vaivenes del mercado (contrataron al productor Jack Endino cuando el grunge estaba en su apogeo, pero se hicieron acústicos cuando el formato aseguró el éxito de tal propuesta), durante la década del noventa el grupo se encargó lentamente de dilapidar su leyenda. Mientras tanto, Antunes fuera del grupo antes de la llegada de Endino se mantuvo fiel a su vocación de inclasificable, trabajando con la popular Marisa Monte al mismo tiempo que experimentaba con imágenes, sonidos y palabras en el sorprendente y único Nome disco, libro, video y show, el primero de los cuatro álbumes solistas con los que llenó el resto de su década en solitario. Nunca me he sentido muy identificado con la idea de especialización, ha dicho Antunes, que se niega a ser atrapado por la definición de artista multimedia. El eje de mi trabajo es la palabra, resume, recordando en la parquedad de su síntesis laboral al estribillo de uno de los temas más hermosos de O Silencio, su tercer disco solista: Somos lo que somos/ inclasificables. Nacido en San Pablo hacia 1960, antes de formar Titas do IeIeIe (luego sólo Titas), Antunes integró hacia comienzos de los ochentajunto a Paulo Miklos otro futuro Titas un grupo llamado Aguilar & Banda Performática. En su libro sobre el rock brasileño de los 80, Arthur Dapieve los presenta como una mezcla de música y teatro, con largos textos musicalizados y performances alegres pero herméticas. A pesar de ser un octeto sin un vocalista ni líder preciso, Antunes comenzó a ser individualizado como uno de los rostros de Titas cuando a fines del 85 fue detenido por casi un mes por posesión de heroína. Si bien el episodio coincidió con el inicio de un éxito masivo que llegaría a ser calificado como Titamanía por los semanarios de gran tiraje como la revista Isto E, según Dapieve fue el comienzo de un liderazgo nominal y no buscado de Antunes dentro de un grupo anarco y democrático, algo que con el tiempo decantaría en ciertos rencores antes y luego de su salida de la banda. A partir de entonces, casi al mismo tiempo que su ex grupo comenzó a perder la vitalidad que lo hacía saltar por sobre los decorados del rock, Antunes comenzó un recorrido que es un clásico dentro de la sana promiscuidad de la música brasileña: acercarse a y ser reconocido por, como le sucedió a Cazuza y Chico Science la MPB. Ese recorrido, a diferencia de aquéllos, Antunes no lo hizo sólo a base de talento y popularidad, sino también con la humildad del artesano. Además de experimentar con Nome un trabajo que en su formato video recibió premios en festivales realizados en Nueva York y Vigo, Antunes ha compuesto temas junto a Jorge Benjor, Marisa Monte, Gilberto Gil, Marina, Arto Lindsay, Cazuza, Roberto Frejat y Arrigo Bernabé, entre otros. De vender poemas en los bares, pasó a ser protegido por los concretistas y se asumió como antena de la cultura nacional, escribió el diario O Estado do Sao Pablo cuando el año pasado fue convocado junto a Otto, la revelación de la nueva música brasileña para tocar antes que Prodigy en esa ciudad. El mismo texto finalizaba asegurando: Con la edición del álbum Um Som y su libro Dos o más cuerpos en el mismo espacio, Antunes consiguió establecer un puente entre la cultura erudita y la popular. Es precisamente ese álbum tal vez el más equilibrado de su lustro solista y ese libro los que Antunes viene a presentar a Buenos Aires (los recitales serán en el teatro Regio, hoy y mañana a las 22, y el domingo a las 20 en tanto la charla sobre poesía se llevará a cabo mañana en el Centro Cultural Recoleta, a las 15). Claro que, a diferencia de sus ex compañeros de Titas, su primera visita porteña no tiene otro padrino que su obra. Una obra atrevida, generosa y original, que se recomienda no dejar pasar de largo.
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