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Página/12 Por David Cufré El análisis es el siguiente. Ecuador dejó de pagar los intereses de títulos Brady. Esos bonos se crearon para reestructurar la deuda no cubierta por los países de América latina en los 80. El peligro es que los inversores consideren ahora que los Brady de toda la región son una inversión de alto riesgo, y empiecen a venderlos, señaló el funcionario del FMI. El mismo temor comparten sus colegas del Departamento para el Hemisferio Occidental, que encabeza Claudio Loser e integran Tomás Raichmann y Teresa Ter Minassian, el equipo que negocia el programa de ajuste con Argentina. El riesgo de contagio de la crisis ecuatoriana es alto. En especial, porque Brasil todavía está saliendo de una situación difícil, y Argentina se encuentra en recesión y en medio de la transición política. Son factores que inquietan a los inversores. Si a eso se le agrega la desconfianza que puede generarse con los Brady, el resultado va a ser el aumento de las tasas de interés o directamente el corte del financiamiento externo, se explayó el hombre del FMI. Ante ese escenario, la Argentina vería aun más demorada la reactivación económica o, incluso, podría ver profundizada su propia crisis. El tema Ecuador estará presente en la reunión que mantendrán hoy Raichmann y Ter Minassian con José Luis Machinea. Los funcionarios del FMI lo pondrán como ejemplo para justificar su exigencia de un severo ajuste fiscal el año que viene. Dirán que Argentina, como los demás países de América latina, debe seguir rindiendo examen ante los mercados, y que para ganarse su confianza es esencial mantener las cuentas públicas en orden. En ese sentido, uno de los puntos en el que harán hincapié Raichmann y Ter Minassian será en el control del gasto público de las provincias. Es una obsesión de Teresa. Escribió un libro de 700 páginas analizando la relación entre estados nacionales y provinciales en varios países. Y está convencida que en Argentina los gobernadores gastan mucho y mal. El Fondo va a poner mucha energía en que eso se corrija, le adelantó a este diario el funcionario del FMI, de contacto cotidiano con la economista italiana. Otro tema que el Fondo discutirá con el próximo equipo económico es el esquema impositivo de la Argentina. El organismo recomendará la generalización del IVA y la eliminación de exenciones del impuesto a las Ganancias. En contrapartida, aceptará una rebaja en la alícuota del IVA, aunque menor a la propuesta por Duhalde, que pretende llevarla al 15 por ciento. Además, el FMI pedirá la supresión de los impuestos provinciales a los Sellos y a los Ingresos Brutos, y que se siga con la rebaja de los aportes patronales. Sin embargo, todo este capítulo de la negociación de un nuevo programa se encuentra todavía en una etapa inicial, y llevará tiempo alcanzar un acuerdo.
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