YA ESTAN IDENTIFICADOS LOS POLICIAS QUE DISPARARON CONTRA EL AUTO
Los quince hombres bajo sospecha

Son ocho miembros del GEO y siete del grupo Halcón: fueron identificados como quienes dispararon y pueden ser procesados por homicidio calificado. El abogado de la familia de Saldaña dijo que el cuerpo tiene una lesión similar a las que deja la picana.

La carátula de la causa sería por triple homicidio, abuso de armas de fuego, lesiones graves e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Anoche, a pesar del mal tiempo, en la zona de Rosario y de Villa Constitución se realizaron algunos operativos tendientes a detener a posibles involucrados con la banda que realizó el asalto en el Banco Nación de Villa Ramallo. También hubo preparativos, a cargo de la Prefectura, para el traslado a Buenos Aires de los tres vehículos, el Polo verde y dos camionetas, que serán objeto de peritaje para fortalecer la prueba contra los policías de gatillo fácil.

Daniel Stragá, el abogado de la familia de Martín René Saldaña, el ladrón que apareció muerto en una celda de la comisaría segunda de Villa Ramallo, pedirá la exhumación del cadáver para que se realice un estudio de la piel del arco plantal del pie izquierdo. En la autopsia se señaló que en esa zona aparece “una lesión puntiforme rojiza e inespecífica”, que, según explicó el letrado a Página/12, es similar a las que aparecen “en los casos en los que hubo aplicación de picana eléctrica”. Aclaró que “es apresurado sacar conclusiones”, pero es preciso “aclarar a fondo una cuestión que puede llegar a ser importante”.

Stragá, acompañado por Norma Ojeda, la viuda de Saldaña, se entrevistó con el fiscal provincial Vicente Botteri, quien le permitió ver los resultados de la autopsia. En el informe pericial también se dice que el cuerpo tiene “un hematoma oval en la espalda” y varias lesiones “producto de esquirlas”, aunque en ningún momento se especifica qué tipo de restos de munición son los que produjeron esas marcas ni el tiempo aproximado en que ocurrieron con relación al momento del deceso.

También presentaba, como ya había dicho este diario, un golpe en la cabeza. Hay elementos extraños que fueron secuestrados en la celda y que todavía no fueron sometidos a pericias. Por ejemplo, los trozos de cotín del colchón con los que, anudándolos de a partes, Saldaña habría hecho la soga de la cual colgaba cuando lo encontraron. Uno de los nudos es “muy extraño”, dijo Stragá. En la celda, donde Saldaña estaba solo, había cuatro colchones y entre ellos una bolsa de nylon blanca, de las que suelen utilizarse para realizar el “submarino seco”. Una de las versiones en torno a esa extraña muerte es que podría haberse producido mientras era sometido a tormentos. También había en la celda una “tuca”, similar a las que se usan para fumar marihuana.

Lo que más llama la atención a los que observaron las fotos de Saldaña colgado en la celda es que quedó apoyando las puntas de sus pies sobre lacama fija, de cemento pintado en color verde, con las rodillas apenas flexionadas, casi como si estuviese parado en punta de pies. Una fuente judicial admitió que “es raro que no haya quedado sobre el vacío, con los pies colgando, porque el que toma la decisión de suicidarse puede arrepentirse y patalear, una vez que la soga comienza a apretarle el cuello, si tiene alguna posibilidad de volver a repensar su trágica determinación”.

En los últimos tres días, una veintena de jefes y altos oficiales de la Policía Bonaerense estuvieron declarando ante el juez Carlos Villafuerte Ruzo, quien trata de establecer desde dónde partieron los disparos que mataron, en forma instantánea, al gerente Carlos Chaves, al contador Carlos Santillán y al ladrón Javier Hernández, y les produjeron lesiones graves a Carlos Martínez –el único ladrón que sobrevivió– y a la esposa de Chaves, Flora Lacabe, quien sufrió fracturas y una herida de bala en un dedo.

Del relato de los testigos, más un plano preciso de la ubicación que tenía cada grupo sobre el escenario de los hechos, surgieron quince nombres sobre más de 200 policías que participaron del operativo. De todos modos se presume que hay otros tiradores que están bajo la lupa del juez. Ayer por la tarde, en un avión de la Prefectura, Martínez fue trasladado a la Unidad 22 de la ciudad de La Plata. La medida se adoptó porque el preso tiene que someterse a una operación quirúrgica que consistirá en la colocación de un clavo en el hueso inferior de su brazo izquierdo. Durante el tiroteo, una bala le perforó el brazo, con orificio de salida luego de atravesarle el hueso. La lesión es sumamente dolorosa y por eso se decidió llevarlo de urgencia. Se presume que en 48 horas podría regresar a la cárcel de San Nicolás.

HABLA EL TESORERO, A QUIEN MANTUVIERON OCULTO
“No me pidieron la clave”

  “En un momento yo dije: ‘por qué no se la damos’. No sé, pensaba que podía ser la solución, entregarles todo, que se vayan y largaran a toda esa gente.” Así contó el tesorero Héctor Valverde su rol en el asalto que terminó en masacre. Porque la clave para abrir la bóveda que pedían los ladrones y que tal vez pudo salvar la vida de los rehenes estuvo durante todo el asalto a metros del banco. Valverde explicó que él quiso entregarla, pero el juez Villafuerte Ruzo nunca se la pidió y que fue ocultada durante la negociación con los asaltantes por decisión del responsable, el subcomisario Juan Bressi. El hombre cuya presencia era una pieza clave para el desenlace de los hechos también contó que en ningún momento estuvo internado, tal como se había dicho durante los trágicos hechos, sino que estuvo escondido por decisión de los policías dentro de una habitación de la escuela donde estaba montado el operativo de seguridad.

La investigación en torno al violento y salvaje desenlace de los hechos de Villa Ramallo abrió un nuevo capítulo con la declaración del tesorero Valverde, quien aseguró que “el juez apostó a dilatar y seguir negociando sin siquiera hablar de abrir el tesoro como lo pedían los delincuentes, por eso nunca me pidió el número de la clave que faltaba y yo sabía”. El contador también explicó que sus llaves estaban en el banco y aclaró que “el problema que se tuvo siempre fue con la clave mía para ingresar al tesoro”, puntualizando que “el gerente tiene una clave y yo tengo otra. Pero ninguno de los dos sabemos la clave del otro, por lo que por más que se tengan todas las llaves, si no se tiene la clave no se puede entrar igual”.

El tesorero reveló también que llegó a ofrecerse para entrar al banco y dialogar sobre la forma de abrir el tesoro con los delincuentes a cambio de que liberasen a sus compañeros, pero el negociador del grupo Halcón, Juan Bressi, se lo impidió. “Yo tengo la clave... ¿se la llevo con la llave? (en alusión a la que estaba en un sobre lacrado en la comisaría local), dijo que le sugirió al responsable, quien le respondió: “Ahora tengo seis rehenes, no quiero siete”. En tal sentido, Villaverde aclaró: “No sólo estaba dispuesto a entrar al banco y abrirles el tesoro sino que si los ladrones me lo pedían los llevaba a su casa en mi auto con toda la plata”.

Ese día el tesorero no había llegado a trabajar en su horario habitual porque se estaba haciendo unos exámenes médicos. Pero el dato fue tergiversado para dilatar la negociación con los asaltantes. “Decían que yo estaba internado, no sé si en terapia intensiva, con un ataque de nervios, que por el momento ellos no les podían pasar ninguna clave porque yo no estaba”, explicó Valverde. Por eso mismo fue ocultado: lo mantuvieron en una sala de la escuela junto a dos policías. Escondido, con su clave.

“En Ramallo pudo haberactuado la vieja policía”

Por Cristian Alarcón
Llegar al salón de reuniones donde atiende a Página/12 es como atravesar, en los antípodas, pasajes secretos al estilo del país de las maravillas –el de Alicia– con escaleras estrechísimas y puertas como de barco. Al final, el ministro de Seguridad Carlos Soria aparece corriendo. Sentado ya, se larga a una entrevista, en la que vuelve a atacar al juez Carlos Villafuerte Ruzo por la masacre de Villa Ramallo, pero aclara también que “existirían algunos elementos de la antigua policía” relacionados al “atentado a La Tablada y a (la resolución del asalto de) Ramallo”, en un intento más “para perjudicar la candidatura del doctor Duhalde”. Pide paciencia bajo la premisa de que “quien comete un delito lo planifica. Ellos quizás planificaron 60 o 90 días estos hechos. Y a nosotros nos piden que en 48 horas presentemos a los culpables”. Un Soria acelerado por los últimos vaivenes de la administración Duhalde dice que le parece “increíble” el supuesto suicidio de Martín Saldaña y se asume como el encargado de “apagar los focos de incendio que se sucedan” de aquí al 10 de diciembre. Siempre hablando de incendios policiales.

–¿Cuál es el diagnóstico sobre los sectores que siguen oponiéndose a la reforma política de seguridad que usted recomenzaría?

–No recomenzaría, continuó siempre. Pero hay distintas formas de impulsarla. Estamos tratando de que la reforma siga, la velocidad la vamos a ir viendo en el transcurso. Cómo se va a acelerar, lo estamos viendo. Mi mandato será muy corto, así que mis decisiones tienen que apuntar a las cuestiones tácticas. Lo estratégico es el plan trienal, pero eso necesita de un consenso que hay que volver a negociar con la oposición

.–¿Cuál es la información que llega de la tropa que estaría poniendo trabas?

–La policía no pone trabas. Algunos delincuentes dentro de la policía pierden el negocio y van a tratar de defenderse. Una cosa es ser controlado por otro policía, y otra cosa es que los vigile la sociedad, el vecino de enfrente, que puede decir cuánto gana, dónde come, y cómo gasta, de dónde saca el dinero.

–Pero hablamos de la masacre de Ramallo y la profanación al cementerio de La Tablada, no de coimas simples. ¿Qué información maneja sobre estos dos puntos?

–Hay una hipótesis muy fuerte de que existirían algunos elementos de la antigua policía con algunos otros de la sociedad civil que tienen que ver con el atentado a La Tablada y al asalto de Ramallo. Es una hipótesis, pero hay elementos. Por la fecha, por la época, sería un elemento más para perjudicar la candidatura del doctor Duhalde.

–La participación de la Maldita Policía en hechos como Ramallo y la profanación de tumbas indican una capacidad operativa importante.

–No hablaría de la Maldita Policía porque es hablar en tiempo histórico, hablaría de delincuentes con pilcha policial, algunos estarán en actividad, otros estarán en retiro pero todavía tendrán alguna importancia o predicamento dentro de la tropa. Hay que ubicarlos, denunciarlos, cumplir el trámite judicial y tratar de ponerlos presos. No tenemos hechos suficientes para meterlos presos, para eso hay que investigar. Quien comete un delito lo planifica. Ellos quizás planificaron 60 o 90 días estos hechos. Y a nosotros nos piden que en 48 horas presentemos a los culpables.

–¿Puede ser que a estas alturas de la reforma no sepan quiénes son?

–Sabemos el nombre y el apellido de algunos de ellos. Pero hay que encontrarlos in fraganti. No podemos acusarlos de la nada.

–¿Cómo explica que el negociador policial conversara en el último minuto con los ladrones de Ramallo cuando desde las 2 de la mañana habíanperdido la confianza en él y hablaban con un ex defensor autorizado por el juez?

–El negociador hablaba con uno tratando de prolongar la negociación. Y los otros dos planificaban la fuga. Esa intervención de Pablo al final es incomprensible. Porque a las dos de la mañana le dice que está interrumpida la negociación, pero él la prolonga a través de uno de los abogados de los delincuentes. Es incomprensible además porque el juez tenía las herramientas para liberar a los rehenes, entregando la tercera llave y la clave que tenía el tesorero al lado de él

–Si mantenemos fuera del análisis la decisión de no entrar. ¿Cómo es que no hay coordinación y sí anarquía entre geos y Halcones?

–Son grupos totalmente diferentes. El grupo Halcón está preparado para operaciones tácticas y de rescate, con formación profesional. El GEO está integrado por policías que visten de una forma especial, usan armamento común y no tienen el adiestramiento necesario.–¿Por qué intervino?

–Aunque no esté preparado fue requerido por el jefe de la Departamental (Biardo). Ese jefe está en disponibilidad preventiva.

–Cuando usted habla de las responsabilidades ante la masacre, habla del juez y de la policía, con dos niveles de discurso. Pide la destitución del juez y no parece hacer la misma crítica hacia la policía.

–No hay dos niveles de discurso sino de responsabilidad. La más importante es la del juez que coordina. Y la menos importante es la que origina el triste final, la del grupo Halcón y GEO. Aunque es partícipe del final, porque si no hubiera existido la balacera no estarían los muertos. Pero si se hubiese llevado adelante una buena negociación y se hubiera entregado lo que los asaltantes pedían tampoco hubiera habido masacre.

–El abogado de la familia Saldaña sostiene que Martín pudo haber sido torturado con picana antes de morir.

–No es información que tengamos. Pero si es así cambiaría el enfoque de la investigación. Personalmente considero increíble que se suicide un calabozo como ese y de esa manera.

–¿Qué se perdió en el lapso en que el doctor Arslanian abandonó el Ministerio?

–No se perdió absolutamente nada. Ha habido una recuperación de algunos delincuentes que han tomado oxígeno.

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