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Un juicio de Nuremberg a la inversa. Un giro inesperado de la internacionalización de la Justicia. Sea lo fuere, hoy no es 28 de diciembre, y esta nota no es un chiste del Día de los Inocentes. La fiscalía de la ciudad alemana de Nuremberg está anunció ayer que está considerando abrir una causa judicial contra dos judíos sobrevivientes del Holocausto por intentar asesinar a miembros de las SS nazis durante los juicios de Nuremberg en 1946. Los alemanes comenzaron su investigación cuando uno de los sobrevivientes, de 77 años, relató a un diario israelí que impregnó con arsénico unos pedazos de pan destinados a los soldados de las SS que estaban siendo juzgados en Nuremberg. El envenenamiento no fue fatal la cantidad de veneno fue insuficiente, pero la fiscalía de Nuremberg confía en que todavía podrá procesar a los sospechosos por intento de asesinato. Los juicios de Nuremberg a los jerarcas nazis después de la Segunda Guerra Mundial fueron realizados bajo la autoridad de los Aliados (Francia, Gran Bretaña, Rusia y Estados Unidos). Pero ayer Alemania parecía dispuesta a escribir una página propia en la historia judicial de la ciudad. (O, en realidad, a dar vuelta la página, pero hacia atrás.) La investigación de la fiscalía de Nuremberg parece haber estado en marcha desde hace algún tiempo, pero fue sólo ayer que hicieron el anuncio oficial. El portavoz no pareció encontrar paradojas ni implicaciones políticas en la acción de su fiscalía, y dejó traslucir que se trataba de una sacrosanta e impoluta cuestión de principios legales, que siempre deben respetarse. La fiscalía está obligada por el derecho alemán a esclarecer los hechos si llega a su conocimiento un intento de asesinato, declaró magistralmente. Y sin sonrojarse. Pero además de este admirable apego a la ley, ¿cuales podrían ser los motivos de la fiscalía alemana? ¿Será que los neonazis hartos de la hueca virtualidad de la Internet han resuelto pasar a cosas más concretas, como tomar el control del Poder Judicial alemán? ¿Será éste sólo el comienzo de una serie de decisiones judiciales al estilo de aquellos buenos viejos tiempos en que, de acuerdo con el constitucionalista nazi Carl Schmitt, la palabra del Fuhrer hace la ley? O la fiscalía podría estar actuando en base a los referentes históricos locales. Además de ser la ciudad donde se celebraron los juicios contra la dirigencia nazi, Nuremberg también fue la sede emblemática del partido nazi, que celebraba su apoteosis anual en los mitines de Nuremberg. El accionar de la fiscalía podría responder a esta contradictoria tradición histórica. Otra posibilidad sería que la fiscalía interpretó el precedente del juicio al ex dictador chileno Augusto Pinochet en un contexto peculiarmente alemán. Uno de los sospechosos consideró irrisoria la investigación alemana, especialmente dado que los alemanes no podrían juzgarlos mientras permanezcan en Israel, y ellos no tienen intención de viajar a Alemania. Indignada ante tanta impunidad, la fiscalía podría estar preparando una variante alemana del caso Pinochet. Los resultados serían interesantes. En primer lugar, la fiscalía tendría que demostrar que los delitos, cometidos hace más de 50 años, no son prescriptibles. Si presentan a su caso meramente como uno de intento de asesinato, chocarían contra la prescripción. Pero también y siguiendo la enrevesada lógica del mundo del revés que parecen estar estableciendo podrían declarar al intento de envenenamiento de los SS como un crimen contra la humanidad, y por tanto inprescriptibles. O los SS que aún viven podrían aseverar que el arsénico, si bien no los mató, les causó perjuicios físicos y psicológicos permamentes, lo que lo haría un crimen continuo. Es en efecto un problema que los presuntos criminales vivan actualmente en Israel. Pero, si el proceso contra Pinochet ha demostrado algo, es que ningún delincuente internacional puede sentirse a salvo en ningún país. La fiscalía podría realizar un pedido a la Interpol para la captura de los sospechosos en el momento que viajen al extranjero. Podría reforzar estamedida exigiendo al gobierno alemán recientemente devuelto al Berlín que no ocupa desde el fin de la Segunda Guerra que emita un pedido de extradición a las autoridades israelíes. Además, dado que los SS estaban bajo la jurisdicción conjunta de los Aliados, desde París, Londres, Moscú, y Washington podrían surgir procesos judiciales paralelos. Quizá los sospechosos, de 74 y 78 años, nunca lleguen a comparecer ante el tribunal de Nuremberg, pero Israel se podría convertir en una virtual prisión para ellos. En cualquier caso, Alemania siempre puede juzgarlos in absentia en un publicitado juicio, y hacer caer así sobre Israel la condena de la comunidad internacional por albergar a criminales internacionales. Sería otro golpe contra la impunidad.
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