La pelea está definida, según los sondeos,a favor del menemista Insfrán, queconsiguió lo que Menem no pudo: la re-re. |
Por Fernando Almirón Desde Formosa Formosa elegirá hoy a su próximo gobernador, que no será nuevo. Los que tienen posibilidades de triunfar en estas elecciones son dos justicialistas: el actual jefe de gobierno Gildo Insfrán, quien anteriormente ya había sido en dos oportunidades vicegobernador. O quien ya fue en dos oportunidades mandatario provincial: Vicente Joga. Ambos dirigentes reproducen en esta provincia la misma pelea que sostienen Carlos Menem y Eduardo Duhalde a nivel nacional. Mientras que el actual gobernador es un aliado de Menem, Joga responde al duhaldismo. Pero aquí no se acaban las comparaciones. Insfrán, quien al igual que Menem no estaba habilitado para ser reelecto como gobernador, logró lo que Menem no pudo: superar la valla legal para presentarse por un nuevo período. Se podría decir que Insfrán lo hizo. Ahora sólo le resta ganar en una provincia donde más del 60 por ciento de la población vive, directa o indirectamente, de los sueldos del Estado. Mientras la Alianza cree que dará una sorpresa al convocar más del 30 por ciento de los votos, el justicialismo de Formosa está seguro del triunfo. Las encuestas le otorgan entre un 60 y 72 por ciento en la intención de voto, sumando los dos sublemas en los que está dividido. La apuesta grande la concentra Insfrán, quien espera que esta noche Menem y Duhalde viajen a la provincia para levantarle ambos brazos a la hora de festejar la victoria.Bajo el abrasador calor formoseño los árboles apenas comenzaron a dar pequeños brotes de lo que serán sus hojas. Las ramas por ahora tienen otro follaje. Centenares de pequeños carteles con la imagen de alguno de los dos mil candidatos a ocupar poco más de un centenar de cargos están ajustados con alambre o hilo a las ramas bajo las cuales los parroquianos buscan sombra. A la sombra de los políticos.Los políticos a su vez intentarán sobrevivir a la sombra de la función pública más generosa que la que ofrecen los árboles de la bella plaza de la capital formoseña. Aquí, por ejemplo, un diputado provincial cobra una dieta de 12 mil pesos mensuales. La Legislatura no promulga una ley desde hace un año y medio, y desde hace ya casi doce meses que no sesiona, pese a los 58 millones de dólares que el Poder Legislativo de Formosa tiene asignado en el presupuesto. La parálisis de los diputados provinciales que hoy renuevan 15 bancas se agudizó después de que Gildo Insfrán decretó su cierre hasta la semana próxima, una vez que pasen las elecciones. Formosa es una provincia de apenas 41 años de vida, y el 75 por ciento de su población tiene raíz paraguaya, como la provincia misma que perteneció al Paraguay hasta la guerra de la Triple Alianza. Su economía no es de las mejores. Dedicada a la cría de ganado, sólo una parte ínfima de su superficie está cultivada, unas 20 mil hectáreas. Es una de las provincias más pobres del país y gasta más de la cuenta ya que los 580 millones de pesos anuales que le corresponden por coparticipación federal no le alcanzan para sostener la masa de empleados públicos que se reproduce después de cada elección en la provincia que ya acumula una deuda de 1200 millones de dólares. La Alianza cree que podrá hacer esta vez una buena elección gracias al voto del departamento Formosa, donde está ubicada la capital y el 40 por ciento del electorado de la provincia.
GILDO INSFRAN, GOBERNADOR, 12 AÑOS EN EL
PODER Por F.A.Desde Formosa Gildo Insfrán ya avanza cómodo rumbo a su re-reelección, para envidia del propio Carlos Menem quien no pudo hacer lo mismo. Esto es: cerrar el Poder Legislativo, mover jueces, desplazar a los responsables de la junta electoral y, si es necesario, apelar a la violencia con tal de lograr su fin. Insfrán fue dos veces vicegobernador y una, gobernador. Como en la provincia rige el mismo sistema de reelección vigente para el presidente de la nación, con esta nueva postulación buscaría en realidad consagrar un tercer período, la ya conocida re-re. El actual mandatario fue en dos oportunidades vicegobernador de Vicente Joga, ahora su más encarnizado enemigo. Pasó de ser vice a gobernador, mientras Joga, que todavía creía que Insfrán era su amigo, se tomo un período de descanso para poder ser electo ahora otra vez. Y lo dejó a él al frente de la provincia. Pero Insfrán se preguntó por qué debería resignar el control de Formosa y dejarla nuevamente en manos de Joga, y pateó el acuerdo político con su viejo aliado.Cuando fue consultado sobre si su candidatura no era contraria a la Constitución, Insfran respondió: Es una pérdida de tiempo seguir hablando sobre mi habilitación, porque ya fui habilitado y ahora seré legitimizado por el pueblo. En una entrevista concedida a la agencia Télam, Insfrán se despachó como si no hiciera ya casi 12 años que está en el poder: El desafío es cambiar el perfil de esta provincia para que Formosa pueda crecer y reactivar su aparato productivo. Y, como si él mismo fuera otro, remató: No se puede seguir manteniendo el Estado como único generador de empleo. Uno de los candidatos de la Alianza (ver recuadro), Antonio Vérnica, insistió en que Insfrán ha violado la Constitución y que votarlo avalaría esta violación.
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