Página/12
en EE.UU.
Por David Cufré
Desde Washington
A
Duhalde y Cavallo nadie les gana en el doble discurso, dijo José Luis Machinea
después de recibir, ayer a la mañana, un llamado del equipo de campaña de la Alianza.
Fue para darle una instrucción clara: salir a contestarle al candidato justicialista con
la mayor dureza, a fin de neutralizar su nueva estrategia electoral. El que quiera
ajuste que lo vote a De la Rúa, había dicho Duhalde en el acto en River. Desde
Washington, adonde comenzó a bosquejar un nuevo programa entre el FMI y la Argentina,
Machinea movió la pieza de la coalición, en una partida que se torna cada vez más
intensa a medida que se acerca el 24 de octubre.Se está hablando mucho de que la
Alianza es sinónimo de ajuste. Lo que estamos viendo es un doble discurso
escandaloso, enfatizó el economista. Hace dos meses, en un seminario en Nueva
York, Jorge Remes Lenicov y Adolfo Sturzenegger sostuvieron una posición mucho más dura
que la nuestra en el aspecto fiscal. Ahora resulta que tanto Duhalde como Cavallo me
acusan de estar acá negociando el ajuste con el FMI, mientras mandan a sus economistas a
decir otra cosa, remarcó Machinea, sin disimular su molestia.La ausencia de Remes
Lenicov en la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, sumado al escaso interés que
genera entre los inversores y empresarios la figura del saliente ministro de Economía,
Roque Fernández, le dejó a Machinea el campo libre para transformarse en la figura
política de la Argentina durante la semana que dura la convención. Recostado en la
amplia ventaja que De la Rúa le lleva a Duhalde en las encuestas, el economista asumió
ante los funcionarios del FMI, los banqueros e incluso delante de la prensa la postura de
virtual ministro de Economía. Por ello, sintió como un ataque personal las declaraciones
del gobernador bonaerense respecto del tema del ajuste fiscal.Después de su tajante
respuesta a Duhalde, Machinea se reubicó en el terreno donde se siente más a gusto:
ofrecer definiciones sobre lo que será su plan de acción como ministro si finalmente la
Alianza se impone en las elecciones. Lo hizo durante una conferencia de prensa que brindó
en el lobby del lujoso hotel donde se hospeda en Washington. No hay que crear
expectativas sobre el préstamo del FMI por 10 mil millones de dólares. Lo que dijo
Michael Mussa (director del Departamento de Investigaciones del organismo) de que el
crédito sería por ese monto fue una exageración. Nosotros preferimos conseguir
financiamiento en los mercados de capitales. Si es necesario, le pediremos al FMI 2500 o
3000 millones, puntualizó. En este punto, Machinea decidió cambiar de estrategia,
puesto que hasta hace una semana sostenía que la Argentina iba a demandar a los
organismos de crédito internacionales 8500 millones. El giro obedece a que el equipo de
la Alianza consideró que esa solicitud podía afectar la imagen de la economía
argentina, y que en lugar de ser una buena señal para los mercados, se transformara en lo
contrario. En el mismo sentido, señaló que lo más probable es que firmemos un
nuevo Acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI. No tiene sentido continuar el que
está vigente (que vence a principios del 2001) porque la Argentina no va a poder cumplir
este año con la meta de déficit fiscal. El desborde será de 5600 millones, contra un
compromiso de 5100 millones. No vamos a empezar pidiendo un waiver (perdón), sino que es
mejor diseñar un nuevo programa, aseguró. En materia laboral, Machinea reiteró
que pensamos extender el período de prueba de 30 a 180 días y reinstalar los
contratos temporarios. Sobre este último aspecto, aclaró que vamos a
utilizar la figura del contrato a término (de un año de duración, al cabo del cual el
empresario está exento del pago de indemnización), pero con la aplicación de los
impuestos al trabajo. También insistió en que queremos descentralizar
lasnegociaciones laborales, por lo cual cada empresa negocia las condiciones con sus
empleados, sin intervención de las conducciones nacionales de los sindicatos.En lo
que no estamos de acuerdo es en la eliminación de las indemnizaciones, afirmó, en
respuesta a uno de los temas sobre el que presiona el FMI. Asimismo, sostuvo que no
vamos a aplicar la rebaja de cuatro puntos de los aportes patronales que estaba prevista
para diciembre, porque la situación fiscal no lo permite.El otro punto sobre el que
hizo hincapié fue en la nueva ley de coparticipación federal. Es un proyecto que
nos interesa aprobar cuanto antes, para ordenar la relación entre la Nación y las
provincias, indicó. El FMI reclama que la nueva ley ponga freno al desborde del
gasto en algunas provincias, y en ello coincide el economista de la Alianza. Para lograr
consenso entre los gobernadores, Machinea ofrecerá como incentivo la colaboración de la
Nación en el pago de las deudas provinciales. No vamos a asumir compromisos que les
corresponden a las provincias. La idea es actuar de mediadores ante el Banco Mundial y el
Banco Interamericano de Desarrollo, para que las provincias puedan conseguir mejores
condiciones de financiamiento y estirar los plazos de sus deudas, reveló a
Página/12 uno de los economistas del equipo de la Alianza, que por estos días trabaja
contra reloj, preparándose para el 10 de diciembre.
Dornbusch pondera la
Convertibilidad y critica al FMI
Amores y odios de un economista famoso
Por D.C.
Brasil y México
deberían ir a un régimen de convertibilidad. Este fue el consejo que lanzó ayer
aquí uno de los gurúes económicos de los Estados Unidos, Rudiger Dornbusch. Durante una
conferencia organizada por el Deutsche Bank, de la que también participaron otros dos
peso pesado, como el número dos del FMI, Stanley Fischer, y el ex presidente de la
Reserva Federal (banca central estadounidense), Paul Volcker, Dornbusch no ahorró elogios
para el sistema cambiario argentino y lo propuso para los otros dos grandes países de
América latina. Es un esquema que genera confiabilidad para los inversores
internacionales y que ha demostrado su éxito en la Argentina, afirmó el
economista. Hasta los que quieren la devaluación admiten que la convertibilidad es
un sistema que funciona, añadió.Los expositores hicieron un repaso de la
situación actual de los países golpeados por severas crisis en los últimos dos años.
Cuando llegó el turno de la Argentina, el primero en destacar la solidez del
programa económico fue Dornbusch. Fischer prefirió ser más cauto. Aunque también hizo
mención a los beneficios que la convertibilidad proporciona al país, sostuvo
que la transición política hace que sea una de las naciones de América latina que
están en observación de los mercados en este momento. Aún así, trazó un
panorama algo más alentador para el año que viene.La economía mundial crecerá un
3,5 por ciento. Será muy importante el avance de Japón, cuya mejora de actividad
estimamos en 2,4 puntos, y el impacto que ello tendrá sobre los demás países
asiáticos. En Europa la economía se expandiría entre 2 y 2,5 por ciento. Esto hará que
los precios de las materias primas aumenten, lo cual es muy beneficioso para países
productores de commodities, analizó el encumbrado funcionario del FMI. Entre ellos
incluyó a la Argentina. En su exposición, Fischer destacó especialmente la
recuperación de Brasil. Lograron controlar la inflación y el año que viene
crecerían un 4 por ciento. Es mucho más de lo que habíamos previsto cuando se produjo
la devaluación del real, reconoció. Este es un dato muy positivo para la
región, agregó, porque permitirá un aumento del comercio con los países
vecinos.Además de proponer la convertibilidad para Brasil y México, Dornbusch
sacudió al auditorio cuando enfatizó que el mundo estaría mejor sin el FMI.
El economista viene sosteniendo una posición muy crítica con respecto al organismo
financiero desde que se produjeron las crisis asiática y rusa. Utilizan la misma
receta para todos los países, y por lo general terminan causando más problemas de los
que querían arreglar, arremetió el economista. Volcker, quien ofició de moderador
de la charla, prefirió pasar a otro tema. Fischer, en tanto, con la sonrisa congelada, se
abstuvo de contestar.Respecto de América latina, el hombre del FMI sostuvo que
Ecuador es un caso que estamos tratando de solucionar. Ellos deben entender que el
default (incumplimiento en el pago de la deuda) no los conduce a nada. El consejo de
Fischer no fue escuchado por el presidente ecuatoriano, Jamil Mahuad, quien, horas más
tarde, decretó que su país no pagará una parte de su deuda externa. |
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