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Por Fernando Cibeira Desde Santa Fe  A Fernando
de la Rúa no le gusta que le digan que está haciendo la plancha a la espera de que
lleguen cuanto antes las elecciones de octubre y evitar que algo pueda cambiar la
tendencia ganadora que le marcan las encuestas. Por eso asegura que hasta el 24 de octubre
va a seguir con un ritmo de campaña que califica como “frenético”. Esto
incluye subirse a un avión o a un helicóptero y visitar varias localidades por día y
varias provincias por semana. Ayer el frenesí lo condujo a Santa Fe, hoy lo llevará a
Entre Ríos, mañana a Chubut y el jueves a Mendoza. “Algunos dicen que tenemos
perfil bajo y hacemos tres conferencias de prensa y tres actos por día. Hacemos todo el
ruido que podemos. Estamos en la cresta de la ola”, sostuvo el candidato de la
Alianza, que cada día que pasa habla más, como si su máxima preocupación fuera saber
si la banda presidencial le tirará un poco de sisa.Santa Fe es el tercer distrito del país, y en las elecciones provinciales del 8 de agosto la coalición debió digerir una anunciada paliza a manos de Carlos Reutemann. Sin embargo, para la carrera de octubre los aliancistas santafesinos aseguran que los números se repetirán pero a su favor. “Será como lo de Reutemann, pero para nosotros”, comentaban dos dirigentes provinciales mientras esperaban que De la Rúa y Carlos “Chacho” Alvarez aterrizaran con su helicóptero en el aeródromo de la localidad de Rafaela, donde la fórmula cumplió con la segunda de las tres diarias conferencias de prensa de rigor. Para la gobernación, en la Alianza ya no pueden hacer nada más que lamentarse, pero junto a la fórmula presidencial se elegirán diez diputados nacionales. En la coalición tienen las expectativas puestas en un triunfo cómodo de la lista que encabezan el radical Juan Carlos Millet y el socialista Guillermo Estévez Boero. El optimismo tiene como sostén el lógico efecto arrastre de la fórmula presidencial, pero también el desgaste que viene sufriendo el actual gobernador y primer candidato a diputado del PJ, Jorge Obeid, con el plan de emergencia económica y ajuste que se vio obligado a aprobar por imposición de Reutemann, que quiere asumir con las cuentas en orden. Con respecto al Lole –que revalidó su aura de invencibilidad en el distrito–, el candidato aliancista se mostró bien cuidadoso de ofender a uno solo de sus muchos votantes. “Estoy seguro que voy a trabajar muy bien con el gobernador Reutemann. Tiene sentido de seriedad y responsabilidad en el manejo de la cosa pública”, lo halagó. Ante una pregunta sobre José Luis Machinea y su cada vez más difundida llegada al Ministerio de Economía, De la Rúa reiteró que no tenía en mente anunciar su gabinete hasta después de ganar los comicios. “La garantía del rumbo social y económico la da el presidente, que voy a ser yo”, remarcó. Luego jugó al misterio con respecto a quiénes formarán su elenco de gobierno y las especulaciones que se manejan en público. “Les anticipo que se van a llevar una sorpresa, están todos equivocados”, dijo como para dejar la intriga flotando. De Rafaela los candidatos volaron hasta Santa Fe capital para la tercera rueda de prensa, cosa de no empezar a incumplir promesas. Fue el turno de los palos para Eduardo Duhalde. “Son tan contradictorios que directamente no resultan creíbles”, dijo, englobando en el plural a “los candidatos del oficialismo”. “Dicen que el de Menem ha sido un gobierno exitoso y hablan de cambios. Dicen que se va a hacer un ajuste del que nadie habló y ellos hicieron el ajuste más duro”, lanzó. Recién pasadas las 18, el binomio aliancista tuvo su primer contacto con la “gente-gente” (y no esa mezcla de preguntones amigos-simpatizantesdirigentes que suelen poblar las conferencias de prensa en el interior) enuna caravana por los alrededores de la ciudad hasta la localidad de Santo Tomé, para no detener el ritmo alocado. “No tenemos que caer en ningún tipo de triunfalismo. Seguimos recorriendo el país, sobre todo en este momento de doble discurso”, como enunció Chacho.
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