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Eduardo Duhalde desembarcó en Brasil a menos de 48 horas de su acto en la cancha de River en el que, en mangas de camisa, empapado por un diluvio, reperonizó su discurso. Ayer, privilegiando su perfil militante, optó por vestirse el traje de estadista: se reunió con el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, en el Palacio del Planalto, sede del gobierno brasileño, para hablar del Mercosur y de la crisis desatada entre ambos países tras una escalada de medidas aduaneras restrictivas. Duhalde también se dio tiempo para reiterar sus críticas a las encuestas (a esta altura, todas) que lo muestran como perdedor. Menos drástico en ese sentido fue su coequiper, Ramón Ortega, quien reconoció que el PJ estaba luchando por alcanzar el ballotage. Duhalde hizo un viaje relámpago hasta Brasilia acompañado del diputado -y virtual ministro de Economía en caso de triunfar Jorge Remes Lenicov. Cuarenta minutos duró el encuentro en el que, de acuerdo con las palabras del propio bonaerense, el Mercosur fue el tema principal. Un proyecto tan importante como el Mercosur no puede arriesgarse por problemas coyunturales, expresó Duhalde buscando mostrar su faceta de estadista y de futuro presidente. Destacó también que el mercado común es la gran herramienta de desarrollo de todo el continente y aseguró que los problemas se irán solucionando progresivamente. Nada dijo el candidato justicialista acerca de si conversó con Cardoso de su campaña de compre argentino y que se generó luego de que la última devaluación en Brasil perjudicara a las industrias argentinas, especialmente la del calzado. Sí reconoció que existen dificultades recesivas en la Argentina y que en estos momentos nuestros empresarios están debatiendo y tratando de ponerse de acuerdo para superar la crisis. Agregó además que no hay que criticar a los países nacionalistas como Brasil sino que tenemos que imitarlos. Durante el encuentro, el presidente Cardoso y Duhalde evaluaron el inicio de la próxima Ronda del Milenio de la Organización Mundial del Comercio, que se realizará a finales de noviembre en Seattle, Estados Unidos, y la posición que presentarán ambos países sobre las subvenciones a los productos agrícolas. El presidente me ha explicado la posición de Brasil, que coincide con la argentina, aseguró Duhalde. Luego reiteró, sin olvidar que se encuentra en medio de la campaña electoral, que la Argentina tiene que salir de la crisis en que se encuentra por el camino de la mayor productividad, del desarrollo y no por el del ajuste. Con un programa de otras características vamos a tener mejores posibilidades, consideró el gobernador bonaerense. La visita al socio más importante del Mercosur no evitó que el candidato opinara de las encuestas que lo muestran relegado en las preferencias electorales de los argentinos no son exactas. Para justificar su descreimiento, el candidato se valió del resultado de las elecciones provinciales que se vienen realizaron hasta momento. Es impensable que el 80 por ciento del país esté gobernado por el justicialismo y que el próximo presidente sea de otro signo político, dijo Duhalde, y auguró que triunfará en la primera vuelta. De esta manera intentó distanciarse de las declaraciones de su compañero de fórmula. Ayer, Palito, muy suelto de cuerpo, reconoció que el PJ está luchando por alcanzar el ballotage y pelear la presidencia en una segunda vuelta. Esto causó algún disgusto y llevó a que voceros del candidato presidencial reconocieran que al senador tucumano a veces se le escapan algunas cosas poco convenientes, pero prefirieron no ahondar en detalles. Que ellos arreglen este tema, confiaron.
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