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“Facilidades para despedir gente”

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Ese es el reclamo de los financistas internacionales al próximo gobierno. Pidenmás flexibilidad laboral para crecer.


Por D.C.
Desde Washington

t.gif (862 bytes)  José Luis Machinea regresará a la Argentina con los bolsillos llenos de demandas del stablishment financiero internacional. Durante su estadía en Washington, el FMI e inversores del más alto nivel le transmitieron cuáles son las políticas que esperan que lleve adelante si finalmente la Alianza llega al poder y él se convierte en ministro de Economía. Página/12 entrevistó aquí al director de investigaciones sobre Argentina del banco de inversión Credit Suisse-First Boston, Marcelo Delmar. El economista organizó un seminario en el que expusieron ayer Machinea, Adolfo Sturzenegger y el jefe de asesores de Roque Fernández, Miguel Kiguel. Sin medias tintas, Delmar puntualizó las exigencias que los financistas le harán al próximo gobierno. “Las empresas necesitan la flexibilización laboral para poder contratar y despedir gente”, aseguró.

–El FMI sostiene que en el 2000 la Argentina crecerá entre 1,5 y 2,0 por ciento. El Gobierno afirma que el incremento será de 3,5 puntos. ¿Cuál es su estimación?

–En la medida que el próximo gobierno muestre determinación para implementar las medidas que espera el mercado, y se vea un Congreso que apoya esas medidas, se va a entrar en un círculo virtuoso, donde mejora la confianza, bajan las tasas de interés, crecen los depósitos, suben los préstamos, la gente consume más y llegan inversiones del exterior. Hay cosas que la Argentina no puede controlar, como la evolución de los precios de los commodities, la política monetaria de Estados Unidos y la fortaleza del dólar. Si el entorno exterior es favorable, como creo que va a ocurrir, y los argentinos hacen lo que deben, un crecimiento del 3,5 por ciento es perfectamente alcanzable.

–¿Cuáles son las medidas que el mercado considera que el próximo gobierno debería implementar rápidamente?

–El primer objetivo que debe fijarse el próximo gobierno es mantener bajo control el déficit fiscal. Después se espera una renegociación seria y profunda de la coparticipación federal. También es importante una reforma laboral que avance sensiblemente en la flexibilización y una ley que democratice los sindicatos. Todavía hay un sindicato por rama de actividad. Lo que hace falta es que cada empresa negocie directamente con sus empleados.

–¿La flexibilización laboral es para facilitar la baja de salarios?

–No. Las empresas necesitan facilidades para poder contratar y despedir gente. Es un incentivo básico para que haya inversiones. A mucha gente le asusta ese tipo de legislación, pero lo que genera es una baja de costos que a las empresas les permite contratar. Así es como crecen las grandes empresas. En Estados Unidos, por cada 10 compañías que triunfan, 90 fracasan. Si estas últimas no pudieran despedir, nadie se animaría a encarar un proyecto de inversión. Para poder generar empleo las empresas necesitan tener la posibilidad de arriesgar.

–¿A los inversores les preocupa que haya trabas políticas para implementar estas medidas?

–Es simple. Las medidas se tienen que tomar porque de lo contrario la Argentina no podrá crecer. Va a seguir con tasas de interés altas, con costos laborales carísimos y, en consecuencia, habrá más desempleo y más pobreza.

–¿Cuál es la actitud que estima que asumirá el justicialismo si es derrotado en las elecciones?

–Espero que esté a la altura de las circunstancias. Confío en que Menem, después de haber sido uno de los presidentes más exitosos de la década, sepa ocupar el lugar en la historia que está a la altura de sus antecedentes. Es el jefe del justicialismo, y como tal debe lograr que haya una oposición constructiva. Creo que lo va a hacer.

–El FMI y los inversores que tuvieron contacto con Machinea se interesaron especialmente en conocer cómo será la relación entre un eventual gobierno de la Alianza y las provincias. ¿Por qué?

–Nuestro temor es que el desborde del gasto público provincial tenga que ser asumido por el gobierno nacional. Machinea ha dicho que hay que renegociar la ley de coparticipación, y que invitará a las provincias a adherirse a la ley de convertibilidad fiscal. Me parece que va en el camino correcto.

 

Afuera sí invierten

Las empresas argentinas fueron las que registran mayor nivel de internacionalización, es decir de inversiones fuera del país, en toda Latinoamérica, según la edición 1999 del Informe Mundial sobre Inversiones de las Naciones Unidas. El documento de la ONU destacó que el año pasado “el 68 por ciento de las inversiones de las compañías líderes de Argentina se dirigieron a Sudamérica, especialmente a Brasil, que concentró el 26 por ciento de los flujos de capital”. En cuanto a las inversiones programadas para el 2000, se espera que el 60 por ciento de las inversiones de compañías argentinas en el exterior se concentrarán en Brasil. La mayores inversiones fueron realizadas por YPF, en los países vecinos en producción y distribución de petróleo y gas. Otros ejemplos de la internacionalización de las compañías argentinas, especialmente dentro del Mercosur, se observan en particular en la industria alimenticia (Arcor, Bemberg y Socma), farmacéutica (Bagó) y autopartes (Impsa).

 

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