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 El juez en
lo penal y económico Guillermo Tiscornia dispuso ayer el procesamiento por contrabando de
Francisco Macri y trabó embargo contra sus bienes por 4,9 millones de pesos. En la misma
medida, concluyó que no hay méritos suficientes para imputar al titular de Boca Juniors,
Mauricio Macri, y al ex presidente de la Unión Industrial Argentina, Jorge Blanco
Villegas, implicados en la causa en su condición de directivos de Sevel cuando se habría
concretado la presunta maniobra dolosa. A través de una compleja operatoria, el
empresario procesado habría conseguido cobrar indebidamente reembolsos a la exportación
y eludir el pago de diversos tributos por sumas multimillonarias. El dictamen que favoreció a su hijo Mauricio y a su cuñado Blanco Villegas también habría ordenado el procesamiento de otros directivos de Sevel menos conocidos. Según fuentes de Tribunales, Santos de Nadai, Alfredo Morenghi y Doménico Ferrari habrían corrido similar suerte que el líder del grupo Socma. Tiscornia había declarado la falta de méritos para involucrar al poderoso empresario en la denuncia penal por contrabando, pero la Sala B de la Cámara de Apelaciones de su fuero le ordenó profundizar la investigación. Con ese estímulo, el magistrado habría concluido que, efectivamente, Macri tiene responsabilidad en la operatoria irregular que estudia la Justicia. La intrincada maniobra habría tenido lugar en los primeros tiempos de la convertibilidad, favorecida por las normas vigentes en ese momento. Los beneficios se habrían obtenido por vías diferentes y con el ineludible apoyo de una sociedad presuntamente controlada por Sevel, con sede en Uruguay, según consta en el expediente. Sevel Argentina exportaba partes de autos a su controlada en Uruguay, que las reimportaba al país integrando unidades terminadas y bajo el régimen especial para particulares. Por sus ventas al exterior, el Estado le pagaba reintegros (devolución de los impuestos tributados) que no hubieran correspondido en este caso. Y al importar fingiendo compras de particulares, Sevel podía ingresar los coches con un reducido arancel de sólo el 2 por ciento, y eludir IVA, Ganancias y el resto de tributos propios del giro de su negocio Las burlas al fisco admitían otras variantes, como que la firma uruguaya importara coches Fiat o Peugeot desde Europa –por encargo de la propia Sevel–, para venderlos luego a Argentina con destino a particulares que sólo existieron como clientes de la red de concesionarios Sevel. Macri declaró ante Tiscornia el 6 de setiembre, oportunidad en la que argumentó en sentido similar al que ayer utilizó ante este diario Jorge Aguado, directivo del grupo Socma y virtual vocero de su titular. “Nosotros estamos tranquilos, porque toda la operatoria se hizo con la autorización de la Aduana”. El mismo adlater de Macri asegura que aún no recibieron ninguna comunicación formal sobre la medida y especuló con que el procesamiento pueda revertirse. “Aún faltan indagatorias”, aclaró. La causa contra Macri por contrabando siguió un largo camino. Un antecedente de ésta surgió en Córdoba, donde el juez federal Ricardo Bustos Fierro investigaba una operatoria similar en cabeza de Ciadea (Renault). Luego pasó al juzgado de Marquevich y, finalmente, recaló en lo de Tiscornia, con competencia en el fuero penal económico. El procesamiento de uno de los empresarios más poderosos del país podría servir a este magistrado para reforzar su prestigio, menguado por las denuncias y pedidos de juicio políticos en su contra, con el cargo de cajonear los trámites contra evasores.
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