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El golpista se va al Sur con la mejor cara que tiene

Luego de consultar al Presidente, Toma rechazó un pedido de postergación del traslado a Tierra del Fuego presentado por Oviedo, basado en un informe del cirujano plástico Juri.

Miguel Angel Toma, secretario de Seguridad, anunció que el traslado se hará efectivo posiblemente mañana.
“El Gobierno no lo tiene prisionero. Si quiere, puede irse a otro país en el momento que él disponga.”

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Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) Ni el certificado médico de su cirujano plástico pudo evitarle a Lino Oviedo su traslado a Tierra del Fuego: el gobierno nacional rechazó ayer su pedido de prórroga y le reclamó mayor rapidez para efectuar su mudanza. La decisión fue adoptada por el presidente Carlos Menem en una reunión que sostuvo con el ministro del Interior, Carlos Corach, y con el secretario de Seguridad Interior, Miguel Angel Toma. En la Casa de Gobierno aseguraron que Menem estaba muy molesto con el pedido de prórroga ya que lo consideraba como una nueva maniobra del ex general paraguayo para “evitar cumplir con su orden”. Por su parte, Oviedo, según trascendió en las oficinas de Corach, pugnaba porque le permitieran asilarse en un hotel cercano a Ushuaia, ya que le disgusta la idea de mudarse a una estancia alejada de los centros urbanos fueguinos.
“A Menem le molestó muchísimo que los abogados de Oviedo difundieran el informe médico de (José) Juri, después del escándalo de la semana pasada por sus declaraciones”, explicó un funcionario a Página/12. Mientras que un colaborador del jefe de Estado relató a este diario que “cuando leyó los diarios, Menem se enojó mucho, fue como si le hubiera vuelto la bronca que tenía la semana pasada”. El enojo presidencial fue evidente, ya que para reunirse a media mañana con Corach y Toma en la Casa Rosada, el jefe de Estado suspendió su participación en un acto en el Cuartel Central de la Policía Federal al que suele asistir tradicionalmente cada año.
Pero a primera hora, tras su cotidiana lectura de los diarios, Menem convocó a Corach a la quinta de Olivos. Allí lo esperaba con el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, y los tres analizaron la situación. Después hubo otro encuentro, pero esta vez, entre Menem, Corach y Toma y allí se le encargó al secretario de Seguridad que difundiera la decisión y se la comunicara a Oviedo.
Satisfecho, al igual que Corach, con la decisión presidencial de ratificar la mudanza de Oviedo a la estancia Rivadavia, ubicada en el centro de la isla, Toma explicó que “confirmó la resolución que oportunamente fijó un nuevo lugar de residencia de Lino Oviedo en la provincia de Tierra del Fuego y está previsto que el traslado se haga, en principio, el jueves venidero”. El funcionario también adelantó la fecha del traslado de Oviedo, que tenía como tope el lunes próximo. Aunque mientras se comunicaba esta decisión, Federico Pinto Kramer intentó reforzar la estrategia de su cliente al radicar una denuncia ante el juez federal Carlos Liporaci, contra el periodista del diario La Nación, César Sánchez Bonifatto, por el presunto delito de “estafa” por una entrevista publicada en ese matutino.
En su carta dirigida al Ministerio del Interior, el ex general solicitó un aplazamiento de 60 días basado en un informe de su cirujano plástico, José Juri, quien esgrimió que las bajas temperaturas podrían afectar la cirugía capilar y facial que le practicó al general golpista semanas atrás. Por la mañana, Juri defendió su informe argumentando que su paciente “necesita dos meses más” bajo su control para que “evolucionen perfectamente” las cicatrices producidas por un lifting y un implante capilar. El cirujano argumentó que “por mi experiencia personal y mi criterio quirúrgico, cada paciente tiene que estar bajo mi control durante cuatro meses”. También negó que Oviedo haya intentado someterse a una cirugía estética para alterar su rostro y hacerlo invisible a las autoridades paraguayas que lo reclaman para enjuiciarlo por varios presuntos delitos, pero reconoció que sí le efectuó un lifting que “retrasa el reloj y nada más” y que le implantó cabello que en poco tiempo “le va a cubrir toda la parte calva”.
La decisión del Gobierno no cayó bien en la quinta de Moreno donde vive el jinete bonsai, quien aspiraba a lograr la prórroga para seguir negociando su viaje al exterior antes de las elecciones de octubre. Los abogados de Oviedo aseguraron que el escrito también pedía que se tuvieraen cuentan que el ex militar “tiene tres hijos en edad escolar que tendrán dificultades para proseguir sus estudios en una finca tan alejada”. Pero en la Secretaría de Seguridad Interior lo negaron e inclusive señalaron que “en el escrito Oviedo reclamaba que el gobierno paraguayo pagara los gastos de traslado y de alquiler de la estancia, argumentando que le correspondía hacerlo por haberlo echado”.
“Cuando le llevamos el escrito al Presidente, lo leyó y dijo: ‘a mí qué me importan sus quilombos personales, le dije que se tenía que ir y se tiene que ir. No quiero leer más de él. Que no ponga a prueba a este gobierno’”, cuentan en la Casa Rosada que habría dicho Menem.
Por si acaso, Toma dejó picando la pelota sobre un posible viaje al exterior del asilado. “Oviedo puede dejar la condición de asilado en el momento que quiera, porque se trata de un derecho que el Estado le ha concedido” y aclaró que “el Gobierno no lo tiene prisionero. Si quiere, puede irse a otro país en el momento en el que él disponga, y el gobierno argentino no tiene por qué poner ningún tipo de impedimento a esa decisión”, enfatizó el funcionario.

 

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