Por Adrián H. Mouján Ni el certificado médico de
su cirujano plástico pudo evitarle a Lino Oviedo su traslado a Tierra del Fuego: el
gobierno nacional rechazó ayer su pedido de prórroga y le reclamó mayor rapidez para
efectuar su mudanza. La decisión fue adoptada por el presidente Carlos Menem en una
reunión que sostuvo con el ministro del Interior, Carlos Corach, y con el secretario de
Seguridad Interior, Miguel Angel Toma. En la Casa de Gobierno aseguraron que Menem estaba
muy molesto con el pedido de prórroga ya que lo consideraba como una nueva maniobra del
ex general paraguayo para evitar cumplir con su orden. Por su parte, Oviedo,
según trascendió en las oficinas de Corach, pugnaba porque le permitieran asilarse en un
hotel cercano a Ushuaia, ya que le disgusta la idea de mudarse a una estancia alejada de
los centros urbanos fueguinos.
A Menem le molestó muchísimo que los abogados de Oviedo difundieran el informe
médico de (José) Juri, después del escándalo de la semana pasada por sus
declaraciones, explicó un funcionario a Página/12. Mientras que un colaborador del
jefe de Estado relató a este diario que cuando leyó los diarios, Menem se enojó
mucho, fue como si le hubiera vuelto la bronca que tenía la semana pasada. El enojo
presidencial fue evidente, ya que para reunirse a media mañana con Corach y Toma en la
Casa Rosada, el jefe de Estado suspendió su participación en un acto en el Cuartel
Central de la Policía Federal al que suele asistir tradicionalmente cada año.
Pero a primera hora, tras su cotidiana lectura de los diarios, Menem convocó a Corach a
la quinta de Olivos. Allí lo esperaba con el secretario general de la Presidencia,
Alberto Kohan, y los tres analizaron la situación. Después hubo otro encuentro, pero
esta vez, entre Menem, Corach y Toma y allí se le encargó al secretario de Seguridad que
difundiera la decisión y se la comunicara a Oviedo.
Satisfecho, al igual que Corach, con la decisión presidencial de ratificar la mudanza de
Oviedo a la estancia Rivadavia, ubicada en el centro de la isla, Toma explicó que
confirmó la resolución que oportunamente fijó un nuevo lugar de residencia de
Lino Oviedo en la provincia de Tierra del Fuego y está previsto que el traslado se haga,
en principio, el jueves venidero. El funcionario también adelantó la fecha del
traslado de Oviedo, que tenía como tope el lunes próximo. Aunque mientras se comunicaba
esta decisión, Federico Pinto Kramer intentó reforzar la estrategia de su cliente al
radicar una denuncia ante el juez federal Carlos Liporaci, contra el periodista del diario
La Nación, César Sánchez Bonifatto, por el presunto delito de estafa por
una entrevista publicada en ese matutino.
En su carta dirigida al Ministerio del Interior, el ex general solicitó un aplazamiento
de 60 días basado en un informe de su cirujano plástico, José Juri, quien esgrimió que
las bajas temperaturas podrían afectar la cirugía capilar y facial que le practicó al
general golpista semanas atrás. Por la mañana, Juri defendió su informe argumentando
que su paciente necesita dos meses más bajo su control para que
evolucionen perfectamente las cicatrices producidas por un lifting y un
implante capilar. El cirujano argumentó que por mi experiencia personal y mi
criterio quirúrgico, cada paciente tiene que estar bajo mi control durante cuatro
meses. También negó que Oviedo haya intentado someterse a una cirugía estética
para alterar su rostro y hacerlo invisible a las autoridades paraguayas que lo reclaman
para enjuiciarlo por varios presuntos delitos, pero reconoció que sí le efectuó un
lifting que retrasa el reloj y nada más y que le implantó cabello que en
poco tiempo le va a cubrir toda la parte calva.
La decisión del Gobierno no cayó bien en la quinta de Moreno donde vive el jinete
bonsai, quien aspiraba a lograr la prórroga para seguir negociando su viaje al exterior
antes de las elecciones de octubre. Los abogados de Oviedo aseguraron que el escrito
también pedía que se tuvieraen cuentan que el ex militar tiene tres hijos en edad
escolar que tendrán dificultades para proseguir sus estudios en una finca tan
alejada. Pero en la Secretaría de Seguridad Interior lo negaron e inclusive
señalaron que en el escrito Oviedo reclamaba que el gobierno paraguayo pagara los
gastos de traslado y de alquiler de la estancia, argumentando que le correspondía hacerlo
por haberlo echado.
Cuando le llevamos el escrito al Presidente, lo leyó y dijo: a mí qué me
importan sus quilombos personales, le dije que se tenía que ir y se tiene que ir. No
quiero leer más de él. Que no ponga a prueba a este gobierno, cuentan en la
Casa Rosada que habría dicho Menem.
Por si acaso, Toma dejó picando la pelota sobre un posible viaje al exterior del asilado.
Oviedo puede dejar la condición de asilado en el momento que quiera, porque se
trata de un derecho que el Estado le ha concedido y aclaró que el Gobierno no
lo tiene prisionero. Si quiere, puede irse a otro país en el momento en el que él
disponga, y el gobierno argentino no tiene por qué poner ningún tipo de impedimento a
esa decisión, enfatizó el funcionario.
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