Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


INSOLITA DEFENSA DEL GENERAL EN EL JUICIO DE EXTRADICION
"Lo que es Pinochet, no torturó"

Los abogados del ex dictador redujeron a "brutalidad policial" contra "delincuentes comunes" los casos de tortura por los que Pinochet puede ser extraditado, en medio de una sesión tensa.

Clive Nichols (der.) y Michael Kaplan, dos de los abogados de Pinochet, rumbo al tribunal.Según la defensa, las torturas fueron "hechos espontáneos", "como ocurren en cualquier lugar del mundo". Los pinochetistas protestan ante el tribunal ayer.Los abogados dijeron que Pinochet tenía "inmunidad personal".

Página/12 en Gran Bretaña
Por Marcelo Justo Desde Londres

t.gif (862 bytes) La defensa de Pinochet continúa con la estrategia de tierra arrasada que empleó en los debates de la Cámara de los Lores, cuando en su desesperación por lograr la libertad del ex dictador chileno llegó a afirmar que Hitler hubiera gozado de inmunidad como ex jefe de Estado. Ayer, en el segundo día del proceso de extradición del ex dictador chileno a España, los abogados de la exclusiva Kingsley Napley declararon que Pinochet tenía inmunidad personal respecto a los 35 casos de tortura de que se lo acusa porque no había sido "responsable directo" (ejecutor), o "indirecto", (impartiendo órdenes) de dichos hechos. Según la defensa, las torturas fueron resultado de la "brutalidad policial", como ocurre en "cualquier lugar del mundo", hechos "espontáneos", y sin motivación política alguna. "Si la tortura hubiera ocurrido en el palacio presidencial habría cierto fundamento para pensar que Pinochet estaba vinculado con lo sucedido", tuvo la gracia de admitir el abogado de la defensa Julian Knowles.

A esta altura de su alegato, Knowles sudaba profusamente. Sudó aún más cuando fue enumerando uno a uno los casos para probarle a Ronald Bartle, magistrado a cargo del juicio de extradición, que "el general no cometió ningún delito". En su voz, las siniestras peripecias de 35 personas --28 hombres, 7 mujeres, cuatro muertos en la mesa de tortura-- se convirtieron en instrumentos de la inocencia del general Pinochet. "La estrategia de la Fiscalía se basa en la idea de que hubo un complot político organizado por el general Pinochet para el arresto y la tortura de sus oponentes. Pero estos 35 casos fueron arrestos de delincuentes comunes", dijo el abogado. Entre los "delincuentes comunes" que citó se encuentran Hernán Sepúlveda y Lincoyan Nery Cáceres, quienes murieron de la paliza que les propinaron los carabineros (policía chilena dependiente del ministerio del Interior), Claudio Torrealba que logró sobrevivir a la picana, y Antonia Liberona, quien tuvo que soportar desnuda el maltrato y las amenazas de violación de su hija de nueve años.

Mientras se limpiaba el sudor de la frente con un pañuelo de seda y pensaba en los 400 dólares por hora que gana por su participación en el caso, el abogado Knowles también citó a Edmundo Meza Schaffer, a quien se sometió a la picana, se le insertó un tubo en el ano, y se lo colgó de una viga, boca abajo. "En ningún caso se puede decir que haya pruebas de que el general Pinochet dio la orden de que los torturaran. No basta decir que había un vago plan establecido en 1973 para que esto sucediera. Hay que probarlo en cada caso particular", indicó Knowles.

La defensa del general Pinochet adujo que además sólo uno de los 35 casos era válido para el juicio de extradición. Este argumento se basa en que el pasado 24 de marzo la máxima instancia de la Justicia inglesa, la Cámara de los Lores, dictaminó que Pinochet sólo puede ser acusado de "tortura" y "conspiración para torturar" por casos ocurridos después del 8 de diciembre de 1988, fecha en que Gran Bretaña incorporó la convención contra la tortura. Según los lores quedaba "un solo caso de tortura y conspiración para torturar", el de Marcos Quesada Yáñez, muerto en las dependencias policiales chilenas el 24 de junio de 1989. La defensa cuestiona la validez legal de los 34 casos que el juez Baltasar Garzón añadió después del dictamen de los lores y está batallando para que el juez Bartle los elimine de la causa.

A la inmunidad personal de Pinochet la defensa añadió el cuestionamiento de la jurisdicción de España en estos hechos. Los abogados de Kingsley Napley presentaron un documento de dos constitucionalistas españoles que niegan que España tenga jurisdicción en el caso. Los constitucionalistas afirman que el pedido de extradición se debe a una "conspiración política" del juez Baltasar Garzón y a una virtual venganza porque España no puede tolerar que Pinochet "derrocara a un gobierno marxista". El documento motivó la ira de la Fiscalía. En un intercambio que dejó las habituales fórmulas de cortesía con que se llaman los abogados en un caso judicial ("my honourable/ learned friend"), Alan Jones, del Servicio Fiscal de la Corona, que actúa en representación de España, acusó a la defensa de lanzar una "emboscada", de no respetar las menores reglas del decoro y la cortesía y de comportarse con una conducta fracamente shabby (vil, miserable). "El documento me llegó por fax el lunes por la noche. ¿Por qué no me fue enviado con la suficiente antelación como es habitual en estos casos? Hasta la prensa supo antes que yo", tronó Jones.

El fiscal solicitó al juez Bartle que se abra un receso hasta el viernes para darle tiempo a analizar y responder a los argumentos de los constitucionalistas. Bartle indicó que comunicaría su decisión al respecto después de que la defensa finalice su alegato, seguramente al mediodía de hoy. Expertos legales consultados por Página/12 señalan que el documento no es más que una distracción, "un intento de embarrar la cancha", ya que la semana pasada la máxima instancia judicial española, Audiencia Nacional de España, reafirmó su jurisdicción sobre el caso.

 

"Nos quieren intimidar"

El grupo fascista Patria y Libertad lanzó una campaña de amenazas.Aquí responde Mireya García, de los familiares de desaparecidos.

Por M.J. Desde Londres

"A los vendepatria como tú los tenemos muy presentes y pronto, muy pronto, sabrás de nosotros. Esto no es una amenaza porque nosotros no amenazamos como los que pretenden sólo asustar. Nosotros actuamos... ya vas a ver la diferencia." En vísperas del juicio de extradición de Pinochet a España, la organización fascista Patria y Libertad envió esta carta a la agrupación de familiares de detenidos desaparecidos en Chile. Página/12 dialogó con la vicepresidenta de la agrupación, Mireya García, presente en el juicio.

--¿Cómo interpretan esta carta que coincide con el juicio de extradición a Pinochet?

--Es un claro intento de intimidarnos para evitar que sigamos buscando justicia. Es una carta muy ofensiva, que bordea la psicopatía. En una parte dice: "Si quieren encontrar a los detenidos desaparecidos busquen en los cangrejos. Se veían tan lindos cuando se estaban hundiendo". Esto lo puede decir una mente alterada. No es la primera vez que nos amenazan. Muchas veces lo han hecho, con llamadas telefónicas o cartas. Pero ésta es especialmente amenazante. Ahora bien, nosotros como agrupación nunca nos hemos dejado intimidar por este tipo de hechos.

--¿Cree que es parte de una escalada de cara al juicio?

--Obviamente.

--¿Cuál sería el próximo paso en una escalada de este tipo?

--Yo espero que esto quede en amenazas y nada más.

--En el juicio de extradición la fiscalía hizo entrar de pleno el tema de los desaparecidos argumentando que mientras no aparezcan constituyen una instancia de tortura permanente para los familiares.

--Efectivamente. El hecho de que se esté solicitando que se integren estos casos al proceso de extradición es algo muy positivo para nosotros. Los casos de detenidos desaparecidos son efectivamente casos permanentes. El juez Guzmán, que lleva unas 40 querellas en Chile contra Pinochet, ha mantenido la tesis de que hasta que los desaparecidos no aparezcan se mantiene el delito del secuestro. Por lo tanto, no vale el argumento de que Pinochet sólo puede ser juzgado por los casos que se produjeron después de diciembre de 1988. Estos casos de desaparecidos son permanentes porque no han aparecido. Y esta situación es una tortura mental permanente para los familiares de las víctimas, desde que no tenemos constancia ni de la vida ni de la muerte de nuestros familiares. En mi caso personal, yo tengo a mi hermano detenido desaparecido desde el 30 de abril de 1977. Vicente tenía 19 años y era militante del Partido Socialista. Sólo supimos que estuvo en un centro de reclusión a cargo de la DINA. Nada más.

--¿Cuál es el impacto que este juicio tiene en Chile?

--Creo que Chile está viviendo una etapa distinta en estos momentos. Primero porque hay mucho más conocimiento de lo que pasó durante la dictadura militar. Se conocen los horrores que se cometieron y ha habido la posibilidad de enfrentarnos con nuestra verdad y nuestra realidad. Desde ese punto de vista hay también una reacción distinta de parte de la gente, que muestra mucha más sensibilidad y acercamiento con este tema.


La cárcel y el tormento a un general democrático

Era general e ingeniero en una empresa estatal en los tiempos de Salvador Allende, lo que le valió ser arrestado y torturado. Este es el testimonio de Sergio Baulete García.

Por M.J.

Es contemporáneo de Pinochet. De cara apergaminada, enjuta y pálida, el general chileno Sergio Baulete Garcés tiene casi tantos años como el ex dictador pero se presenta con orgullo como un general democrático. En la época del golpe acababa de retirarse y se desempeñaba como gerente de industria pesada del gobierno de Salvador Allende. Afuera del tribunal de Bow Street, donde se desarrolla la causa de extradición del general Pinochet, dialogó con Página/12.

--¿Cuál fue su situación con el golpe?

--Me citaron al Ministerio de Defensa en el primer bando del régimen militar. No me presenté. Estuve en la clandestinidad una semana. Después me detuvieron. Y de ahí me llevaron al interrogatorio. Después al campo de tortura. Y después a la prisión.

--¿Qué querían saber?

--Querían saber cuáles eran mis contactos y mi responsabilidad exacta en el gobierno del presidente Salvador Allende. Soy ingeniero, así que mi cargo era absolutamente profesional. Me tuvieron meses ahí en la Academia de Guerra Aérea.

--¿Cómo recuperó la libertad?

--Soy liberado gracias a la intervención del Rey de Bélgica a quien yo conocía y que intercedió por mi suerte ante el general Pinochet. El rey Balduino de Bélgica había estado en Chile con la Reina Fabiola y yo tuve la suerte de estar muy cerca de él.

--¿Se quedó en Chile o se fue al extranjero?

--Me expulsaron de Chile. Después me quitaron la nacionalidad. Recién con el régimen democrático recuperé automáticamente la nacionalidad. Todo ese tiempo estuve en Bélgica. Era mi sede pero me moví por todo el mundo haciendo campaña contra el régimen. Por eso me quitaron la nacionalidad.

--¿Qué piensa de este juicio que se está iniciando ahora?

--Lo que se está pidiendo es justicia. Que Pinochet responda por todos los crímenes que ordenó cometer durante su régimen.

--¿Y usted tiene confianza de que esto vaya a ocurrir?

--Sin duda que tengo confianza que algún día se hará justicia. Esperamos todos los chilenos que esto suceda.

--No todos. ¿Qué piensa de la gente que está enfrente de este tribunal y que pide la libertad de Pinochet?

--Esa gente está pagada. El solo hecho de llegar aquí les ha costado cerca de 1500 dólares.

--Pero hay gente que apoya a Pinochet en Chile.

--Habrá gente que lo apoya. Pero creo que el camino de la justicia es inexorable.

 

PRINCIPAL