Pinky y Posse pasearon por el Mercado Central
Un día casi peronista

La candidata a intendenta de La Matanza por la Alianza tuvo un buen recibimiento en el que fuera el territorio paradigmático de Alberto Pierri. Dijo que estaba ganando y repitió que a los ñoquis los hará puré. Pinky y Posse pasaron por el Mercado Central, el lugar donde Pierri fue el hombre fuerte.

–Esta noche dormís afuera –gritó alguien.
–¡Qué vas a dormir afuera! ¡Con lo que me quieren a mí las minas! –retrucó Pinky para tranquilizar a Walter, el joven puestero que le acababa de alcanzar un mate amargo. Recién llegada de Concordia, donde compartió un acto con el candidato presidencial de la Alianza, Fernando de la Rúa, la candidata a intendenta de La Matanza recorrió ayer el Mercado Central junto al candidato a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Melchor Posse. Pinky sigue prometiendo que de ganar la elección, como auguran hasta ahora las encuestas, va a encargarse de “hacer puré” a los ñoquis del Concejo Deliberante de “mi Matanza”, como llama ella al distrito que aspira administrar.
Cerca del mediodía, cuando llegó al mercado, Pinky –traje azul, capa roja, pelo recogido, anteojos oscuros– se entregó al dulce acoso de los fotógrafos. Pero con una condición: “Al sol no me saquen”, pidió de entrada la Señora Televisión. A esa altura del día, los puesteros ya entendían por qué, tan temprano a la mañana, había pasado una camioneta de Carlos Ruckauf repartiendo remeras con la leyenda “Duhalde presidente”.
Después de improvisar una conferencia de prensa en la que, entre otras cosas, aseguró que “en mi Matanza tengo buenos empleados y obreros municipales, pero también hay mucho ñoqui y yo dije que con los ñoquis voy a hacer puré”, Lidia Satragno recorrió los stands de frutas y verduras, siempre al ritmo de una cancioncita bailantera que sigue la línea de la antológica “Menem lo hizo”. “Pinky lo va a hacer/ Pinky lo va a hacer/ Asumió el compromiso/ de arreglar lo que está mal/ desterrando a los corruptos del gobierno popular/ Los problemas de la gente le hicieron comprender/ que debe ser intendenta/ y así poder resolver”, se oye una y otra vez cerca de la candidata matancera.
Muchas veces del brazo de Posse –quien se propuso a futuro “una defensa de los hombres que trabajan detrás de la hortaliza” y se esforzó por mostrarse galante con la dama, lo mismo que hace cuando le toca acompañar a la candidata a la gobernación bonaerense, Graciela Fernández Meijide–, Pinky olió melones, probó diversos tipos de frutillas, se maravilló frente a los alcauciles (que están en estación) y hasta hizo malabares con algunas mandarinas. Los trabajadores del Mercado Central, el sitio emblemático en el que Alberto Pierri supo ser amo y señor hasta su anticipada debacle política, la trataron bastante bien. Y ella intentaba darles charla.
–En el Harrod’s de Londres hay un lugar en el que se exponen los mejores productos del mundo. Ahí vi limones de Tucumán –le explicó a un vendedor de verduras.
–Vos sos peronista, ¿tenés miedo de que me acerque? –provocó más tarde a un chico, veintitantos, que la miraba de lejos. El chico contestó que no, que no le tenía miedo.
El General y su mundo también estuvieron presentes un rato antes, cuando Pinky se sacó una foto con el busto de Evita que preside el Mercado Central. También cuando Posse, mirando el cielo, le comentó a su partenaire que “es un día peronista, aunque Pinky se me enoje”.
–Estamos hartos de este gobierno. Esperamos algo mejor de usted –le confesó a Pinky un hombre que logró abrirse paso entre la multitud que siempre circunda a los candidatos, sobre todo cerca de las elecciones.
–Así va a ser –respondió ella.
–Macanudo –se conformó él. Otro hombre –las mujeres no abundan en el Mercado Central– le preguntó por la venda elástica que llevaba en una de sus muñecas. “Fue en Entre Ríos. Uno tironeaba para un lado, el otro para el otro”, explicó.
Sobre su eventual futuro gobierno, aseguró que “no tengo ni compromisos políticos ni compromisos con empresarios” y afirmó que eso le da “absoluta libertad de hacer una limpieza a fondo en La Matanza”. Prometió investigar la corrupción en el municipio sobre cuyo actual titular, Héctor Cozzi –quien está suspendido–, pesa la acusación de haber malversado caudales públicos. También habló de su futura acción social: prometió que extenderá la red cloacal, de la que carece más del 60 por ciento de la población de La Matanza. Terminó la visita con una reunión a puertas cerradas con un grupo de productores.

DE LA RUA, DISTENDIDO, HIZO CAMPAÑA EN CHUBUT
El candidato ahora hasta sonríe

Por José Natanson Desde Comodoro Rivadavia

Las encuestas ejercieron en Fernando de la Rúa un cambio que por momentos es imperceptible, pero que no deja de ser significativo. Cada vez más seguro de sus chances, el candidato de la Alianza se mueve ahora con más soltura y hasta arriesga un chiste de cuando en cuando. La visita de ayer a Chubut fue un buen ejemplo. Las cifras de las sondeos locales –que muestran una ventaja mínima a favor de la fórmula provincial de la coalición– no alcanzaron a arruinar el humor de De la Rúa, que recorrió sonriendo las dos ciudades más importantes de la provincia, bajo un viento frío que torcía las copas de los árboles.
Hace tres meses, cuando la campaña electoral apenas comenzaba y la perspectiva de triunfo era menos clara, a De la Rúa se lo veía mucho más tenso durante las interminables giras por el interior. Pero el panorama actual es diferente y los sondeos muestran hoy una ventaja nítida a favor de la Alianza, de entre 14 y 19 puntos.
A pesar de que insiste a cada rato con aquello de que “los votos se cuentan el 24”, De la Rúa parece disfrutar más de la interminable sucesión de caravanas, conferencias de prensa, actos y encuentros con los dirigentes locales, que suelen pelearse por permanecer a su lado, como si por una extraña ósmosis pudiera transferirles parte de su imagen positiva. El buen ánimo se nota en la serie de visitas al interior que viene realizando en el último tramo de la campaña. De todos modos, la gira de ayer por Chubut no sólo se inscribe en el marco de este maratón electoral. También obedece a la necesidad de dar un último empujón al candidato a gobernador de la Alianza, Juan José Lizurume, cuya ventaja a favor del PJ oscila entre los dos y los seis puntos. El actual gobernador, Carlos Maestro, encabeza la lista de diputados nacionales de la coalición.
De la Rúa aterrizó en Trelew a las once de la mañana. Apenas bajó del avión, el jefe de gobierno porteño ofreció una conferencia de prensa en el aeropuerto. “Yo no vengo en tren de promesas sino a exhibir mi propuesta”, aseguró De la Rúa. Y recordó que la Alianza elaboró un Plan de Desarrollo para la Patagonia, que incluye al turismo y la construcción de viviendas como ejes para incentivar a las alicaídas economías del Sur.
La siguiente parada fue un polo de la industria textil donde escuchó primero a los representantes empresarios y luego a los sindicales. A pesar de haberse levantado a las siete y cinco de la mañana, De la Rúa demostró prestar enorme atención mientras comía medialunas.
Una vez que finalizó la reunión, el candidato volvió a subirse al jet y se trasladó a Comodoro Rivadavia. Allí, ofreció otra conferencia de prensa, realizó una larga caravana por las calles del centro y cerró la visita con un acto. Y se hizo un rato para grabar un spot para la televisión local.

“Los empresarios aportan menos”

Por Felipe Yapur

Aunque no hicieron públicas hasta el momento sus cifras sobre gastos de campaña, los dirigentes del comando electoral de Eduardo Duhalde se quejan de que les falta dinero. “Los empresarios han dejado de aportar”, dijeron a Página/12, pero se negaron a detallar cuánto habían aportado los empresarios antes, cuánto estaban aportando ahora y de qué empresarios se trata.
“Los números están en los libros de la Fundación Duhalde Presidente”, informaron. Consultados sobre las entradas y salidas de la campaña, se limitaron a consignar: “Nuestros números son transparentes, y los hemos entregado a Poder Ciudadano.”
Poder Ciudadano reclamó a los principales candidatos su propia lista de gastos. La entidad no gubernamental prometió compararlos con las cifras que recogió de canales de televisión, agencias de publicidad, radios y oficinas especializadas en el monitoreo del gasto en propaganda política. Aseguró que cuando el estudio esté terminado entregará las conclusiones.
Cuando los dirigentes del comando de campaña explican lo que definen como una “crisis financiera” dan una explicación:
–Los aportes monetarios han decaído. Esto se debe a la campaña en contra que nos hacen las encuestadoras –opinó ayer ante Página/12 una de las figuras clave de la campaña.
Ningún funcionario del comando indicó qué encuestadoras realizan la operación en contra ni cuáles son las diferencias en intención de voto al compararlas con las encuestas encargadas por el duhaldismo.
Pero agregan el dato que más los preocupa:
–Los empresarios prevén un mal resultado.
A 24 días de los comicios, los dirigentes del PJ afirman que deberán racionar los fondos como si estuvieran –dicen– “en una economía de guerra”.
Piensan centrar su estrategia final en la profundización de la consigna “concertación o ajuste” y realizar dos actos multitudinarios previstos para el 16 y el 21 de octubre.
Mientras, se quejan de la campaña publicitaria de la Alianza:
–Sus spots se ven a toda hora y nosotros nos tenemos que conformar sólo con el horario central porque si no, no llegamos al 24 –dijo otro de los dirigentes, que desayuna todos los días con Joao Santana.
Santana es el representante aquí de José Eduardo Cavalcanti “Duda” Mendonça, el publicitario brasileño que se encarga desde hace dos meses de la campaña de Duhalde.
Ayer, el equipo de propaganda estaba preocupado por la repercusión en Brasil de una frase que el diario paulista Gazeta Mercantil atribuye a “Duda”: “Lo último que necesitábamos en este momento era ese tipo de emociones”. De esa manera Mendonça aludía al efecto negativo que podría tener sobre los votantes la masacre de Villa Ramallo, donde dos de los rehenes y dos delincuentes terminaron muertos por las balas policiales después de un operativo que no preservó la vida de los secuestrados.
“Todo se hizo más difícil”, es otra de las frases que el influyente Gazeta asigna a “Duda”. Informa que el brasileño llegó a Buenos Aires para controlar la campaña “después de una temporada de casi un mes en España, donde recorrió el camino místico de Santiago de Compostela”.
Otro motivo de preocupación para Duhalde es justamente Carlos Menem. Uno de sus equipos monitorea permanentemente los movimientos del Presidente. Todos destacan los mensajes de buena voluntad que éste envía al candidato, pero al mismo tiempo remarcan que el riojano “prome- tió mucho y no hizo nada”. Un ejemplo claro para los duhaldistas es la continuidad de Luis Patti como candidato a gobernador. “Menem es el padrino y benefactor del comisario, así que si quiere lo baja de la candidatura”, opinan.

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